Cómo plantar puerros

El cultivo del puerro puede realizarse en dos épocas a lo largo del año, que son entre finales de invierno y principios de primavera (alrededor de febrero en el hemisferio Norte) y en otoño. No hay una mejor época para plantar puerros entre estas dos en general, y la preferencia de una u otra dependerá de las circunstancias concretas de tu clima local.

Podemos plantarlos directamente en estas épocas tanto en exterior como en maceta, o bien adelantarnos aproximadamente un mes y plantar en semillero para después trasplantarlos a su ubicación definitiva, ya que pese a tratarse de un cultivo de raíz, a diferencia de la mayoría de estos tolera bien el trasplante.

Como es habitual, nosotros recomendamos plantar primero en semillero siempre que sea posible, ya que eso nos permite tener mucho más controladas las plántulas de nuestro cultivo, prestarles mayor atención y a la vez liberar el espacio de nuestro huerto y no agotar tanto su tierra. Para plantar puerros en maceta desde semillas sigue estos pasos:

1. Prepara el sustrato del semillero para los puerros. Recomendamos utilizar la mezcla universal para semilleros, con una parte de humus de lombriz, una parte de turba y una parte de fibra de coco, a la que añadiremos vermiculita y perlita. Esto da un sustrato ligero, con un excelente drenaje y muy nutritivo.
2. Para cada semilla puedes utilizar un pequeño envase de yogur, un vaso de plástico o cualquier otro contenedor parecido.
3. Entierra las semillas a unos 5 cm de profundidad y riega después abundantemente, pero siempre sin encharcar. Si tienes un semillero grande para varias semillas, procura respetar unos 10 cm entre cada una.
4. Esta es una de las mejores opciones para cultivar puerros en casa, y te permitirá trasplantar las plántulas a su maceta definitiva en entre 2 y 4 semanas tras sembrarlas. No obstante, lo habitual con esta hortaliza es comprar los planteles directamente y saltarnos todo este paso.
5. Elige una maceta con unos 20 cm de profundidad, prepara un sustrato muy suelto y que drene muy bien y planta los puerros ya crecidos a unos 10 cm de profundidad. Si plantas varios en una misma maceta, respeta unos 15 o 20 cm entre ellos.
6. Asegúrate de mantener un buen nivel de humedad en el cultivo y añade materia orgánica en forma de humus o compost al sustrato de la planta final.
7. Cuando los tallos midan alrededor de 20 cm será el momento de cosecharlos.

Plantar en el huerto sigue la misma estrategia general descrita, solo que cuando trasplantes, lo harás al huerto y no a una maceta. Sigue estos consejos para plantar puerros en el huerto:

• Es importante elegir una buena ubicación en función del clima: si es muy cálido los pondrás en semisombra y, si no es muy cálido, ponlos mejor al sol directo.
• Luego se hace muy necesario soltar y laborear el suelo en profundidad para soltarlo todo lo posible, ya que el suelo para los puerros no puede estar compactado.
• La siembra puede realizarse en vertical, que es lo más habitual, o en diagonal sobre los bancales, que también tiene sus beneficios como una cosecha más fácil. En cualquier caso, la distancia para plantar puerros es de unos 15 cm entre plantas de la misma línea, y unos 20-25 cm entre líneas.
• El suelo debe haber sido enriquecido con compost o humus, y necesita de un riego constante.
• También es común plantar puerros en plástico negro, que es una técnica para que el tallo de los mismos se vuelva blanco, más tierno y de sabor más suave. Esto consiste en cubrir con un plástico opaco o con otro material los primeros centímetros del tallo de los puerros unas semanas antes de su cosecha.

En este cultivo, lo más importante es el suelo y el riego. A modo de resumen, estos son los cuidados de los puerros:

• El suelo debe ser, como ya hemos dicho, muy suelto, con muy buen drenaje y rico en materia orgánica. Para ello se hace necesario soltarlo concienzudamente y enriquecerlo con humus de lombriz o compost.
• Respecto al riego de los puerros, esta planta necesita de cierto nivel de humedad de forma constante, por lo que deberemos regarla muy frecuentemente, pero en cantidades pequeñas, ya que si encharcamos el cultivo lo más probable es que nuestros puerros se pudran.
• También conviene tener en cuenta la ubicación, y es que esta planta precisa de bastante sol en climas templados o fríos, y de semisombra en climas cálidos. Este punto es especialmente importante si plantamos en primavera, con los meses cálidos por delante.
• También es recomendable limpiar el suelo de malas hierbas, que podrían robar los nutrientes a nuestras plantas.

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