Germinar semillas de durazno: cómo hacerlo y cuidados
El durazno, también llamado melocotonero o Prunus persica, es un árbol que proviene de China, Irán y Afganistán y fue importado a Europa por los romanos. Sus frutos son muy valorados en buena parte del mundo por su sabor dulce y textura carnosa, y son muchos los que se deciden a plantar su propio árbol en su jardín.
Si quieres aprender a cómo germinar semillas de durazno y sus cuidados básicos, necesarios para que el árbol crezca fuerte y sano, sigue leyéndonos en este artículo de EcologíaVerde.
Cómo germinar semillas de durazno
Germinar las semillas de algunos frutales no siempre es fácil. Si vas a intentar plantar tu propio melocotonero o duraznero, sigue estos pasos para saber cómo germinar semillas de durazno atentamente y ten algo de paciencia, porque es un proceso que lleva su tiempo:
- Consigue las semillas de esta fruta. Sirven las de la mayoría de melocotones o duraznos que puedes encontrar, aunque, sin dudas, también puedes comprarlas.
- Para extraer la semilla de un melocotón, ten presente que esta estará recubierta de un hueso que hay que retirar. Para ello, déjalo entre 3 y 5 días en casa, a temperatura ambiente y limpio de restos orgánicos. De esta forma, se secará y la madera se volverá más quebradiza.
- Coge unos alicates o un martillo para, con cuidado, romper el hueso y extraer la semilla de su interior sin dañarla.
- Una vez tengas la semilla o semillas, ponlas a remojo en un vaso de agua durante un día completo. Notarás cómo en 24 horas estas ganarán mucho volumen al hidratarse.
- Coge una servilleta o un pedazo de papel absorbente, humedécelo y dóblalo con las semillas en su interior.
- Envuelve el papel en un pedazo de papel de aluminio y guárdalo en la nevera, en algún cajón cuya temperatura se mantenga en torno a los 5ºC.
Una vez al día o cada pocos días, revisa el estado de la servilleta para humedecerla de nuevo si se ha secado y para comprobar que no han aparecido hongos. En unos 30 días aproximadamente, puede que un poco más, las semillas de durazno habrán germinado y estarán listas para ser trasplantadas a una maceta.
Cuidados de las semillas de durazno germinadas
Una vez que tus semillas de melocotón han empezado a germinar, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos para preparar la plantación de las semillas de durazno germinadas y sus cuidados:
- El sustrato: prepara una maceta con un sustrato rico en materia orgánica. Una buena mezcla para crear un abono orgánico es usar fibra de coco mezclada con humus de lombriz al 50/50. Entierra las semillas en el sustrato, procurando que la raíz apunte hacia abajo y a no más de un centímetro de profundidad.
- Humedad y riego: en cuanto plantes tu semilla de durazno, riega la maceta para que se humedezca el sustrato. Es necesario que la tierra se mantenga siempre húmeda, aunque no en exceso, ya que se podrían aparecer hongos.
- Iluminación: busca un lugar estratégico en tu hogar que esté bien iluminado, pero sin que le dé luz directa a la maceta, ya que sino las hojas, en cuanto aparecieran, podrían quemarse.
- Cuidado del viento: también es importante mantener tus brotes de melocotonero resguardados del viento, que los podría secar.
Cómo plantar semillas de durazno - maceta y suelo
15 días después del primer trasplante, el melocotonero ya debería mostrar alrededor de 6 u 8 hojas. En este momento, el pequeño frutal estará listo para su trasplante definitivo, ya sea a una maceta mayor o bien al exterior.
- Plantar semillas de durazno en maceta: si vas a plantarlo en una maceta, es recomendable usar una lo bastante grande como para no necesitar trasplantarlo de nuevo en al menos unos dos años.
- Plantar semillas de durazno en suelo: en exterior, en cambio, busca una zona relativamente resguardada del viento, sobre todo si vives en una zona de clima frío. Estos árboles no son muy resistentes al frío y las heladas pueden perjudicar mucho su desarrollo e incluso matarlo.
En ambos casos, busca también una ubicación con mucha iluminación natural, evitando la sombra.
Cuidados del árbol durazno o melocotonero
Una vez tengamos nuestro frutal trasplantado a un lugar más grande, es imprescindible tener en cuenta los siguientes aspectos de los cuidados básicos del árbol durazno o melocotonero para que nos dé buenos frutos:
- Luz solar: como acabamos de decir, el durazno es un árbol que requiere de grandes cantidades de luz solar, por lo que no debe plantarse a la sombra. Sin embargo, en zonas o climas donde el sol sea extraordinariamente fuerte, conviene encalar el tronco y las ramas para evitar un excesivo sufrimiento por radiación solar.
- Riego: el melocotonero necesita una buena cantidad de agua, precisando de que su tierra no llegue nunca a secarse en exceso. Si puedes usar un sistema de riego por goteo sería lo mejor, pero si no, basta con que controles que su tierra o sustrato tenga siempre un buen drenaje y cierto nivel de humedad, aunque siempre evitando encharcamientos.
- Abono: este árbol también agradecerá un buen abonado con compost cuando llegan los meses cálidos, además de un aporte extra de nitrógeno para los melocotoneros jóvenes.
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