Gránulos de nieve o cinarra: qué son y cómo se forman

Los gránulos de nieve, también conocidos como cinarra, son pequeñas partículas de hielo que caen de las nubes y se agrupan para formar estructuras ligeras y esponjosas. Estos diminutos cristales de hielo tienen una apariencia única, ya que se asemejan a gránulos o bolitas blancas muy pequeñas, de ahí su denominación.

A diferencia de los copos de nieve, que suelen tener una estructura más compleja y ramificada, los gránulos de nieve son más simples en su formación. Estos pequeños agregados de hielo pueden variar en tamaño, pero tienden a ser más pequeños y menos intrincados que los copos de nieve clásicos. Su aspecto característico les confiere una textura peculiar, similar a la de pequeñas bolitas de algodón que se acumulan en el suelo o sobre otras superficies durante episodios de precipitación.

La aparición de gránulos de nieve está asociada a condiciones atmosféricas específicas, tales como temperaturas y niveles de humedad propicios para la formación de hielo en las nubes. Aunque no son tan comunes como los copos de nieve, los gránulos de nieve son una manifestación fascinante de la diversidad de formas que pueden adoptar los cristales de hielo en la atmósfera.

Estos diminutos gránulos, al caer del cielo, contribuyen a la creación de un paisaje invernal característico, cubriendo suavemente el suelo y las superficies con una capa de hielo compacta. A pesar de su tamaño reducido, los gránulos de nieve pueden tener un impacto visual significativo.

1. Aunque el proceso exacto puede variar, generalmente, comienza con la presencia de gotitas de agua superenfriada en la nube. Estas gotitas permanecen en estado líquido a pesar de estar a temperaturas bajo cero debido a la falta de partículas de nucleación, que son necesarias para iniciar el proceso de congelación.
2. Cuando estas gotitas entran en contacto con partículas de polvo o pequeños cristales de hielo, se produce la nucleación, lo que significa que las gotitas comienzan a congelarse alrededor de estas partículas.
3. A medida que se van congelando, los cristales de hielo se agrupan y se fusionan para formar gránulos más grandes. La forma y la estructura específica de los gránulos de nieve dependerán de factores como la temperatura y la humedad de la nube.

Es importante destacar que los gránulos de nieve son diferentes de los copos de nieve, ya que estos últimos suelen formarse por procesos de ramificación más complejos y se desarrollan en condiciones atmosféricas distintas. En cambio, los gránulos de nieve son más simples en su estructura, dando lugar a esas pequeñas bolitas o conglomerados de hielo que caen suavemente desde la nube hasta la superficie terrestre.

Las diferencias entre la nieve y los gránulos de nieve radican principalmente en su estructura, formación y apariencia.

• Los copos de nieve, que conforman la nieve en su forma más reconocible, suelen tener estructuras ramificadas y geométricas más complejas. Se forman a través de la cristalización del agua en la atmósfera, con moléculas de agua que se unen y organizan en patrones específicos mientras caen hacia la Tierra. En contraste, los gránulos de nieve tienen una estructura más simple y esponjosa. Se forman cuando pequeñas gotitas de agua superenfriada en una nube se congelan alrededor de partículas de polvo o cristales de hielo existentes. Este proceso da como resultado agregados más pequeños y menos intrincados.
• Los copos de nieve pueden variar en tamaño y forma, desde patrones hexagonales clásicos hasta estructuras más complejas con ramificaciones. Sin embargo, los gránulos de nieve son generalmente más pequeños que los copos de nieve y tienden a tener una forma esférica o irregular. A menudo se agrupan formando bolitas o conglomerados, dándoles una apariencia distintiva.
• Los copos de nieve se forman en condiciones específicas de temperatura y humedad que favorecen la cristalización del agua en la atmósfera. Por otro lado, los gránulos requieren condiciones atmosféricas distintas, donde pequeñas gotitas de agua superenfriada pueden congelarse alrededor de partículas de nucleación para formar los gránulos.
• Por último, los copos de nieve cubren la superficie con una capa blanca y suave, formando mantos de nieve que pueden ser compactos o sueltos dependiendo de la cantidad y el tipo de copos, mientras que, a menudo, los gránulos de nieve dan una apariencia más esponjosa y ligera al suelo cuando se acumulan, creando una textura similar a pequeñas bolitas de algodón.

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Incluso en zonas acostumbradas a la nieve, la llegada repentina de nevadas puede tener un grave impacto en las infraestructuras y los servicios públicos, provocando la paralización de la actividad humana. El transporte, tanto aéreo como terrestre, puede paralizarse por completo. Sin embargo, las comunidades que residen en regiones propensas a la nieve han ideado diversos medios para atravesar la nieve, incluidos esquís, raquetas de nieve, trineos tirados por caballos, trineos tirados por perros y motos de nieve.

Además de las interrupciones en el transporte, los servicios básicos como la electricidad, las líneas telefónicas y el suministro de gas también pueden sufrir fallas. Cabe señalar que incluso los sistemas solares fotovoltaicos pueden experimentar una ligera disminución de su rendimiento debido a las nevadas.

En regiones que no están acostumbradas a nevadas intensas, las consecuencias pueden ser aún más perjudiciales, ya que carecen de los preparativos necesarios para hacer frente incluso a una pequeña cantidad de nieve.

Para facilitar viajes más seguros y convenientes, así como para mitigar los efectos duraderos de nevadas importantes, la nieve acumulada se retira lo más rápido posible. Esta tarea implica el uso de palas quitanieves y quitanieves, a menudo acompañada de la aplicación de sal u otras sustancias a base de cloruro que reducen el punto de fusión de la nieve. En ciertas regiones, como la prefectura de Yamagata en Japón, donde son comunes las fuertes nevadas, las personas recolectan y almacenan nieve en casas de hielo aisladas. Esta práctica permite el uso de nieve para fines de refrigeración y aire acondicionado durante los meses de verano, reduciendo significativamente la dependencia de métodos de refrigeración convencionales y minimizando el consumo de electricidad.

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