Cencellada: qué es, cómo se forma y tipos

La cencellada es un fenómeno meteorológico que se presenta en condiciones específicas de temperatura y humedad. Se trata de la formación de una capa de hielo en superficies expuestas, como ramas de árboles, hojas, hierba y otros objetos, debido a la congelación del vapor de agua presente en el aire.

Este fenómeno se produce en ambientes con humedad relativa alta y temperaturas cercanas al punto de congelación. Cuando la temperatura ambiente es lo suficientemente baja, el vapor de agua en el aire se condensa directamente en forma de hielo sobre las superficies mencionadas, creando una fina capa de cencellada. Aunque visualmente se asemeja al escarchado, la cencellada se distingue por su formación a partir de la deposición directa de hielo, sin pasar por la fase líquida.

El proceso de cencellada es más común en ambientes rurales y en paisajes naturales, donde las superficies expuestas permiten que el hielo se acumule con mayor facilidad. Además, la cencellada puede dar lugar a paisajes pintorescos, transformando la apariencia de los elementos naturales al cubrirlos con delicadas capas de hielo. Aunque la cencellada puede ofrecer escenas visuales impresionantes, también puede representar un desafío para la movilidad y la seguridad, ya que las superficies afectadas pueden volverse resbaladizas.

La formación de la cencellada implica una combinación específica de factores meteorológicos. En primer lugar, se requiere una atmósfera con una cantidad significativa de vapor de agua. Este vapor puede provenir de diversas fuentes, como la evaporación de cuerpos de agua cercanos, la transpiración de plantas o incluso la humedad del suelo.

La siguiente condición clave es la temperatura ambiente. La cencellada generalmente ocurre en condiciones cercanas al punto de congelación del agua, que es 0 grados Celsius. En estas circunstancias, el vapor de agua en el aire se enfría lo suficiente como para pasar de la fase gaseosa a la fase sólida, formando directamente pequeños cristales de hielo sobre las superficies expuestas.

La presencia de superficies en las que los cristales de hielo pueden depositarse también es esencial. Ramas de árboles, hojas, hierba y otros objetos al aire libre sirven como puntos de anclaje para que los cristales de hielo se acumulen y creen la característica capa de cencellada. La forma en que estos cristales se distribuyen y se agrupan depende de la dirección del viento y de otros factores locales.

La cencellada se distingue de otros fenómenos similares, por el hecho de que los cristales de hielo se forman directamente por la condensación del vapor de agua en la superficie, sin pasar por la fase líquida. Este proceso puede resultar en la creación de patrones intricados y delicados, a menudo otorgando a la cencellada una apariencia visual única.

Aunque el término "cencellada" se utiliza comúnmente para describir el fenómeno general de formación de hielo en superficies expuestas, se pueden observar variaciones en la apariencia y la intensidad de este fenómeno dependiendo de las condiciones atmosféricas específicas. Vamos a ver cuáles son los principales tipos de cencellada que existen, aunque no existe una clasificación estricta oficial de este fenómeno:

• Cencellada leve: ocurre en condiciones de humedad y temperaturas cercanas al punto de congelación, pero puede no ser tan visible o extensa. Aunque los cristales de hielo se forman, es posible que no cubran completamente las superficies, y la capa resultante puede ser más delgada.
• Cencellada densa: en condiciones atmosféricas más favorables, la cencellada puede ser más intensa, creando capas de hielo más gruesas y extensas. Esto suele ocurrir en ambientes donde la humedad es considerable y la temperatura está justo por debajo del punto de congelación.
• Cencellada radial: algunas veces, los cristales de hielo pueden formarse de manera más organizada, creando patrones radiales en las superficies afectadas. Este tipo de cencellada puede dar a las ramas de los árboles o a las hojas una apariencia particularmente pintoresca.
• Cencellada espinosa: en condiciones especiales, la cencellada puede formar cristales de hielo con bordes más puntiagudos, dándoles una apariencia espinosa. Esto suele ocurrir cuando la cencellada se acumula en objetos más pequeños y puntiagudos, como hierba o arbustos.
• Cencellada enredada: en áreas con vientos variables, la cencellada puede formarse de manera enredada y desordenada. Esto resulta en patrones más caóticos y formas de hielo entrelazadas, especialmente cuando las condiciones atmosféricas cambian rápidamente.

Aunque la cencellada y la escarcha comparten similitudes en cuanto a la formación de hielo en superficies expuestas, existen diferencias clave entre estos dos fenómenos meteorológicos.

• Formación: la cencellada se forma directamente por la congelación del vapor de agua presente en el aire. Los cristales de hielo se depositan sobre las superficies expuestas sin pasar por la fase líquida, mientras que la escarcha se forma cuando el vapor de agua en el aire se condensa en gotas líquidas sobre las superficies, y luego estas gotas se congelan, creando una capa de hielo.
• Temperatura: la cencellada ocurre en condiciones cercanas al punto de congelación, generalmente con temperaturas ligeramente por debajo de cero grados Celsius. Por otro lado, la escarcha se puede formar a temperaturas más bajas que la cencellada, incluso en condiciones de congelación más intensa.
• Aspecto visual: la cencellada tiende a formar patrones más intrincados y delicados. Los cristales de hielo se depositan de manera más directa y pueden crear estructuras más finas y complejas. En el caso de la escarcha, normalmente tiene una apariencia más gruesa y uniforme. La capa de hielo resultante puede ser más robusta y menos elaborada en comparación con la cencellada.

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