Peces eléctricos: ejemplos y características

Los peces eléctricos son animales que han desarrollado órganos capaces de producir un campo eléctrico. Algunos son también llamados peces eléctricos porque tienen la capacidad de percibir electricidad de su entorno.

Los animales, incluyéndonos a nosotros, tienen células por las que recorre electricidad, específicamente en canales de sodio que funcionan como motores musculares con pequeñas cantidades de electricidad. Aun así, en algunos peces eléctricos los tejidos musculares o neuronales se han modificado al nivel de poder generar descargas eléctricas. Esto ocurre por una modificación genética y tiene la función de brindar ventajas a los peces que la tienen.

Estos peces se encuentran tanto en aguas dulces como saladas. Al ser el agua un gran medio que conduce la electricidad, estos peces pueden usar funcionalmente su sistema eléctrico. Las sales del agua también ayudan a conducir mejor las descargas, por eso hay más peces marinos con capacidades eléctricas.

Su electricidad puede ser usada para capturar presas o para defenderse. Algunos pueden interpretar la electricidad circundante para encontrar a otros de su misma especie, en rituales de cortejo o para detectar alimento.

Es así como los tipos de peces eléctricos se pueden dividir en dos grupos:

• Los que emiten electricidad.
• Los electroreceptivos o que reciben descargas y las interpretan.

Se estima que aproximadamente el 30% de los peces son electroreceptivos, y el 5% de estos pueden emitir electricidad. Revisemos algunos ejemplos.

Este pez no sólo tiene la capacidad de producir electricidad, sino que también puede recibirla. Usan un sistema similar a la ecolocalización de murciélagos o delfines. En peces emiten pulsos eléctricos que serán devueltos para que interprete la información recibida a partir del cambio en las ondas. A esto se le llama electrolocalización y sirve para detectar alimento o depredadores.

En la cola tiene el órgano que emite las descargas eléctricas y en toda la piel tiene células sensoriales para recibir la electricidad a las que se les llaman electroreceptores. El pez emite ondas de alta frecuencia y estas son las que detectan con los electroreceptores tuberosos.

También puede percibir las de baja frecuencia que provienen del exterior, a lo que se le llama elecectrorecepción pasiva. Estas ondas son percibidas por órganos ampulares o de Lorenzini, que son poros en la piel con mucus dentro.

Las descargas que emite no son letales, sino que sirven únicamente para ubicarse.

El siguiente ejemplo de pez eléctrico forma parte de la familia Malapteruridae y se le conoce como pez gato eléctrico. El órgano que usan para generar electricidad se llama electrocito o electroplaca, y es una derivación de su musculatura anterior. Pueden generar descargas de hasta 350 voltios, con lo que pueden electrocutar a sus presas. Vive en África y los egipcios antiguos usaban a los más pequeños para tratar la artritis.

La anguila eléctrica es vermiforme y sus descargas eléctricas también son letales. Una sola puede descargar 850 voltios sobre sus presas, y son emitidas por el órgano de Hut. Pero además de estas descargas, tiene otro órgano llamado el órgano de Sachs, con el que lanza descargas muy bajas, de apenas 10 voltios, usadas para ubicarse dentro de su entorno mediante electrolocalización.

Estas rayas parientes de los tiburones tienen al lado de la cabeza dos órganos eléctricos muy grandes. Estos son nervios centrales ramificados en forma de panal. Pueden emitir descargas de 220 voltios y las usan para capturar a sus presas. Viven en el suelo marino y mimetizándose con él para esperar pacientemente a su alimento que consta principalmente de invertebrados.

Este pez es alargado y emite descargas eléctricas de pocos voltios con la finalidad de ubicarse. Incluso puede nadar de reversa tan bien como lo hace de frente, gracias a estas descargas electrolocalizadoras. Estas descargas las usa no para alimentarse, sino como ayuda sensorial.

Tienen una prolongación en su boca que los hace parecer elefantes. Además, son peculiares por su capacidad electroreceptora que les ayuda a encontrar alimento, y para ubicarse cuando el agua está muy turbia y no pueden depender de su visión. También se encuentran con otros peces elefante reconociendo sus particulares descargas eléctricas.

Su cerebro es particularmente grande en relación a su cuerpo, e incluso es el más grande entre todos los peces. Se sugiere que esto se debe a la gran cantidad de información que recibe por sus órganos receptores de descargas. Así como el pez cuchillo, también tiene dos tipos de células eléctricas: las de Lorenzini y las tuberosas. Ambas derivan de células musculares modificadas para poder recibir y enviar energía eléctrica.

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