Plantas suculentas tóxicas y peligrosas

Las euphorbias son uno de los géneros de plantas con más variedad, y es que cuentan con más de 2000 especies reconocidas. Debido a esta gran diversidad, existen euphorbias de todo tipo de portes y tamaños, desde arbóreas a herbáceas, aunque las más comunes en cuanto a cultivo doméstico tienen forma de cactus de tamaño variable.

Esta familia de plantas se caracteriza por contener una savia o látex blanco en sus hojas que resulta considerablemente tóxico incluso para humanos adultos, por lo que debemos manipularlas siempre con guantes y, si nos manchamos con esa savia, lavar las manos de inmediato con abundante agua y jabón. Bajo ningún concepto debe ingerirse este látex y, si ocurre, es vital acudir cuanto antes a un centro de atención médica.

Aquí te presentamos una variedad de las euphorbias: la Corona de Cristo: cuidados.

El kalanchoe es otra suculenta muy popular entre los aficionados a las plantas, ya que resulta muy fácil de cuidar y, por tanto, apta para principiantes. Es una planta que tiene su origen en la isla de Madagascar y destaca por sus bonitas hojas verdes y los llamativos ramilletes de pequeñas flores, que pueden ser de colores amarillos, rojos, anaranjados o rosas. Su cultivo más habitual es como planta de interior, ya que no resiste las temperaturas particularmente bajas que frenan mucho su desarrollo.

Existen kalanchoes de muchos tipos, con o sin flores y de variados tamaños y portes, siendo algunos tan grandes como el kalanchoe arborescens, de hasta 8 metros, u otros pequeños y de porte colgante como el kalanchoe Tessa, de no más de 30 cm.

En cualquier caso, el kalanchoe tiene un bajo grado de toxicidad que, aunque no se considera peligroso para los seres humanos, sí puede hacer daño a mascotas como perros y gatos. Si tu mascota se come una hoja de kalanchoe rara vez será letal, pero debes acudir cuanto antes al veterinario porque la intoxicación la hará enfermar y necesitará tratamiento.

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Como ocurre con muchas suculentas, el llamado árbol de jade es una planta muy querida por lo sencillo de sus cuidados, que la ponen al alcance de cualquier aficionado a la jardinería y las plantas.

Se trata de una planta que tiene su origen en Mozambique. Destaca por sus hojas carnosas, de entre 3 y 7 cm de longitud, que a veces adoptan un llamativo tono rojizo en sus bordes cuando la planta recibe mucho sol. La crassula ovata almacena agua en sus hojas y tronco y corre el rumor de que es una de esas plantas con la capacidad de atraer la buena suerte. De hecho, el Feng Shui le atribuye la propiedad de aportar abundancia y prosperidad al hogar.

Sin embargo, el árbol de jade es también un peligro para nuestras mascotas, pues si lo ingieren les provocará vómitos, disminución de la frecuencia cardíaca y descoordinación a causa de la grave intoxicación. Por eso, si tienes esta planta en casa y también mascotas, debes ponerla fuera de su alcance para evitar accidentes, sobre todo si tu perro o gato suelen mordisquear las plantas, aunque sea de forma ocasional. Si ves que tu mascota tiene síntomas de intoxicación, acude de inmediato al veterinario.

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No se trata de plantas tóxicas ni realmente peligrosas, pero estas suculentas tienen hojas bastante duras terminadas en una afilada espina, acompañadas en ocasiones de otras pequeñas espinas en los bordes.

Un adulto despistado, un niño o una mascota pueden llegar a hacerse bastante daño con estas espinas si la mala suerte acompaña, por lo que siempre se recomienda tener cuidado alrededor de estas plantas y, de manipularlas, hacerlo con guantes y ropa que proteja.

Ocurre parecido con algunas especies de yuca, cuyas espinas pueden dar más de un susto en algunas ocasiones. El aloe vera, conocido por sus propiedades beneficiosas y sus usos terapéuticos, se distingue de los agaves en que sus hojas no acaban en púa y, aunque tienen bordes dentados, estos difícilmente pueden hacer daño alguno.

Hay infinidad de cactus con espinas de todo tipo, pero por lo general los más grandes son menos peligrosos para las personas por el simple hecho de que sus espinas son visibles y tendemos a evitarlas por razones obvias.

Sin embargo, no hay que menospreciar el daño que los cactus de púas pequeñas pueden provocar, pues con un simple roce basta para clavarse un sinnúmero de ellas, que pueden provocar grandes molestias. Ubica estas plantas en lugares donde te asegures de no rozarlas por error al pasar o alargar la mano.

Ahora que ya has descubierto cuáles son las plantas suculentas tóxicas y peligrosas, también te puede interesar saber cuáles son las Suculentas y cactus comestibles.

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