¿Por qué los cocodrilos no atacan a los capibaras?

Los cocodrilos no atacan a los capibaras por múltiples razones que los alejan de ser una presa ideal. Más que tener una relación depredador-presa, se puede decir que tienen una relación simbiótica, en donde uno se beneficia del otro o una relación de convivencia dentro de un mismo espacio.

En primer lugar, los cocodrilos no atacan a los capibaras porque el comportamiento de los capibaras es bastante tranquilo. Es silencioso al caminar y no se inquieta en presencia de otros animales, ni huye. Por lo tanto, el cocodrilo no responde con la típica conducta agresiva como sí lo hace con presas que se muestran nerviosas.

Es posible que los capibaras no consideren a los cocodrilos como depredadores, pues la mayor parte del tiempo están tendidos, inmóviles tomando el sol, a diferencia de otros depredadores de conducta más amenazante, creándose así la confianza entre ambos por ambas vías.

Por otro lado, los capibaras son demasiado grandes para ser engullidos por los cocodrilos, además de que el contenido alimenticio no es el favorito del cocodrilo. La piel es muy gruesa y con mucha grasa, así como demasiado pelo rígido que no es muy palatable para el cocodrilo. Hay que tener también en cuenta que los cocodrilos no pueden masticar, sino que tragan la presa completa. Para los cocodrilos, desmembrar un animal tan compacto puede ser difícil, a diferencia, por ejemplo, de un venado con las patas largas.

Finalmente, los capibaras son de ayuda para los cocodrilos como defensa de posibles amenazas, pues emiten ladridos cuando ven depredadores acercándose. A cambio, los cocodrilos transportan a los capibaras, como se han visto peculiares casos de un capibaras encima de un cocodrilo, usándolo como un taxi acuático para cruzar sobre el agua.

Imagen: Carlos Reis. Flickr.

Los capibaras solamente habitan de forma silvestre en el Cono Sur, desde Venezuela hasta Argentina, a orillas de cuerpos de agua, y los cocodrilos sudamericanos están ligados a entornos acuáticos como ríos o lagunas. Esto significa que cocodrilos y capibaras pueden convivir de forma silvestre en ambientes acuáticos de Sudamérica. Algunos lugares destacados en donde se pueden encontrar conviviendo son en:

• La selva amazónica en Brasil, Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador y Bolivia.
• Los llanos de Venezuela y Colombia.
• El delta del río Paraná, en Argentina.

Ahora bien, la mayoría de los reptiles de grandes fauces que habitan en Sudamérica no son propiamente cocodrilos, sino que son caimanes. Popularmente se les suele decir indistintamente cocodrilos a ambos, pero lo más correcto es hacer la distinción. Las especies del orden Crocodilia que pueden convivir con los capibaras son:

• Caimán de anteojos (Caiman crocodilus): es el más abundante en Sudamérica, con presencia en Colombia, Brasil, Perú y Venezuela.
• Caimán negro (Melanosuchus niger): se le encuentra en el Amazonas.
• Caimán yacaré (Caiman yacare): habita en el Pantanal, un importante humedal tropical ubicado en Bolivia y Paraguay.
• Cocodrilo del Orinoco (Crocodylus intermedius): habita en Venezuela y Colombia.
• Cocodrilo americano (Crocodylus acutus): habita en la parte más al norte del cono Sur.

Además de poder encontrarse en la vida silvestre, por la gran popularidad que han alcanzado los capibaras en últimos años, ya hay muchos zoológicos alrededor del mundo que los tienen. Es posible que en estos entornos artificiales también puedan convivir ambas especies, y que incluso sean incentivadas como atractivo para el público.

Te recomendamos leer estos otros artículos acerca del Hábitat del cocodrilo: ¿dónde vive? y Diferencia entre cocodrilo y caimán.

La duda sobre el por qué los cocodrilos no atacan a los capibaras surge por la alimentación completamente carnívora y depredadora de los cocodrilos. Estos se alimentan de un gran número de presas, que capturan cuando se acercan a abrevaderos a tomar agua o que son de naturaleza completamente acuática. Los cocodrilos que esperan en el agua los avistan desde lejos y cuando están lo suficientemente cerca, los atacan hasta ahogarlos.

No obstante, habitualmente, los cocodrilos y caimanes que conviven con los capibaras de forma silvestre se alimentan de presas pequeñas como son peces, crustáceos, aves, anfibios y pequeños mamíferos. Pueden complementar también con carroña.

La realidad es que los capibaras no están exentos de ser atacados por los cocodrilos. Siempre existen excepciones en la naturaleza, así que no podemos decir que jamás haya sucedido que un cocodrilo ataque a un capibara, como también los casos de convivencia entre cocodrilos y capibaras podrían ser realmente pocos.

El ataque de un cocodrilo a un capibara dependerá del estado del cocodrilo. Si no ha comido y tiene a un capibara cerca, lo atacará y comerá sin duda como única fuente de alimento cercano.

Imagen: Bernardo Lopez. Flickr.

El que los cocodrilos no depreden a los capibaras no quiere decir que estén libres de ser cazados. Existen otros animales que naturalmente son depredadores de los capibaras, como son:

• Jaguares
• Pumas
• Anacondas
• Zorros vinagre
• Ocelotes

Existen otros casos curiosos de impensables amistades entre depredadores y posibles presas, algunos son:

• Camarones y morenas: existen camarones que viven en simbiosis con las morenas marinas. Los camarones ayudan a estos peces a mantenerse limpios, mientras ellas les dan un lugar donde vivir.
• Humanos y grandes felinos: llaman la atención aquellos casos de grandes felinos como leopardos, pumas, panteras o leones que han logrado entablar estrechas relaciones con humanos sin que los ataquen. Esto puede deberse a entrenamiento desde edades tempranas.
• Coyotes y tejones: se han registrado varias asociaciones curiosas entre estos animales que bajo las reglas de la naturaleza deberían ser presa y depredador, pero que son una de las muchas excepciones en el mundo animal. Una cámara logró capturar a un alegre coyote que caminaba junto a un tejón de paso lento para pasar por un debajo de un puente y cruzar a salvo una carretera, animando el coyote al tejón a saltos mientras lo espera pacientemente. También se ha visto que ambos trabajan en equipo para encontrar presas, desenterrando el tejón las que están bajo tierra, y alcanzando el coyote las de la superficie.

Ahora que ya sabes más acerca de por qué los caimanes y los cocodrilos no atacan a los capibaras, te animamos a aprender más sobre estos animales en este otro artículo de EcologíaVerde: Capibara: qué es, dónde vive y qué come.

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