Sociedad y cultura

Qué es la bioeconomía: definición y ejemplos

Enrique Arriols
Por Enrique Arriols, Periodista especializado en ecología y medio ambiente. Actualizado: 16 enero 2019
Qué es la bioeconomía: definición y ejemplos

Con el desarrollo de la economía industrial surgieron una serie de problemas derivados de su actividad. Entre los principales problemas de esta actividad, cabe mencionar el impacto que tiene en el medio ambiente y en las sociedades humanas, que no se benefician de forma conjunto de la actividad capitalista pese a lograr generar pingües beneficios. Sin embargo, es evidente que, para satisfacer las necesidades humanas, es necesario el desarrollo de las actividades económicas en todos sus ámbitos. Debido a esta tesitura, en la segunda mitad del siglo XX surgen diversos sistemas destinados a conjugar la economía capitalista con modelos más respetuosos y sostenibles con el entorno y todos los individuos que forman parte de él. Uno de estos modelos es el que ha dado en llamarse bioeconomía, que pretende unificar la economía tradicional con la biología adaptándola a los mismos procesos llevados a cabo por la naturaleza a la hora de gestionar los recursos existentes. Si quieres profundizar un poco más en qué es la bioeconomía, su definición y ejemplos, sigue leyendo EcologíaVerde y te lo contamos.

Índice

  1. Qué es la bioeconomía: definición sencilla
  2. La bioeconomía y la idea del progreso
  3. Bioeconomía y desarrollo sostenile: ejemplos

Qué es la bioeconomía: definición sencilla

Existen diferentes autores que hacen mención al concepto de bioeconomía y, según el caso que tomemos de referencia, veremos que cada uno tiene sus propios matices y aporta sus elementos concretos en el paradigma. Sin embargo, en todos los casos, al hablar de bioeconomía se está haciendo referencia a una idea original, que es la gestión que realiza la biología de los recursos naturales. Para la bioeconomía, los ecosistemas son entornos que deben gestionar los recursos disponibles de forma similar a como lo hace la economía humana. En ambos casos, los individuos deben gestionar los recursos disponibles con el fin de satisfacer sus necesidades.

Sin embargo, a diferencia de lo que sucede con la economía tradicionalmente humana, la economía biológica de los ecosistemas se articula en un modelo de simbiosis en el que participan todos los individuos del ecosistema. De este modo, se establecen ciclos económicos holísticos y perfectamente integrados con el conjunto del sistema, lo que garantiza la gestión más eficiente de los recursos disponibles, así como permite reducir los efectos de la entropía derivados de la actividad económica.

El modelo de bioeconomía parte de esta realidad y asume que la economía humana es una evolución más de la economía natural biológica pero que, en este caso, se debe reformular para no contabilizar únicamente el aspecto monetario, sino en el conjunto formado por todos los elementos que conforman su actividad. Es decir, que los efectos que la actividad económica humana tiene en el ecosistema también deberá ser contabilizado como parte del impacto. Así, el modelo bioeconómico aspira a reformular la economía humana de forma que esté en simbiosis con el ecosistema biológico en su conjunto, minimizando el impacto en el medio ambiente y garantizando modelos sostenibles a largo plazo mediante un aprovechamiento responsable de los recursos disponibles que permita la reproducción eficiente de dichos recursos.

La bioeconomía y la idea del progreso

Uno de los elementos fundamentales de la bioeconomía es su concepción de progreso, radicalmente opuesta a la idea más clásica de la misma. Según la versión tradicional de la economía clásica, el progreso se deberá entender desde una visión puramente darwinista. Es decir, la competición por los recursos disponibles propiciará la supervivencia de los organismos más fuertes, mientras que los más débiles serán eliminados y, por ello, expulsados del ecosistema.

Por el contrario, la bioeconomía afirma que esta visión darwinista es insuficiente, ya que, aunque en la naturaleza exista competición, es realmente la cooperación la que garantiza la supervivencia de los organismos. En este caso, la bioeconomía reformula la teoría evolutiva original de Darwin y establece que el objetivo de la vida, efectivamente, es la supervivencia, pero niega la necesidad de que esta deba llevarse a cabo únicamente a través de la competición. Por el contrario, afirma que los organismos que más capacidad de supervivencia y evolución tienen no son los más fuertes, sino los que más capacidad de cooperación tienen tanto con su propia especie como con el ecosistema en su conjunto.

Según esta visión, los organismos más independientes, al estar también más aislados, son los que tienen una menor capacidad de progresar y, en consecuencia, son los que antes serán eliminados y expulsados de la ecuación del ecosistema. De esta manera, la bioeconomía considera el progreso como la capacidad de alinearse con el ecosistema en su conjunto, entendiendo como una necesidad del progreso humano que este se lleve a cabo inserto dentro del mundo biológico al que pertenece, no a través de la separación o explotación del medio ambiente y del mundo biológico.

Qué es la bioeconomía: definición y ejemplos - La bioeconomía y la idea del progreso

Bioeconomía y desarrollo sostenile: ejemplos

Con todo lo anterior, la bioeconomía apuesta por modelos de actividad económica que sean sostenibles a largo plazo, así como modelos que se puedan insertar de forma holística en el medio ambiente y el ecosistema en el que se emplacen.

Un buen ejemplo de bioeconomía o economía biológica es el pastoreo, que permite el desarrollo de una actividad económica humana al mismo tiempo que se lleva a cabo la labor de limpieza de los montes mediante la trashumancia, o pastoreo en continuo movimiento. Otro ejemplo sería la rotación de cultivos, que consiste en alternar el tipo de plantas que se siembran en un mismo suelo. Esto permite que el suelo en cuestión no se agote y termine siendo estéril, dado que cada planta tiene unas necesidades concretas, el suelo se puede recuperar sin problemas al mismo tiempo que sigue siendo útil en la actividad económica en la que se ha ubicado. Así mismo, los ejemplos de la bioeconomía no se limitan al sector primario de la economía, sino que también se podrían encontrar en modelos de turismo sostenible, gestión de residuos que permitieran la creación de modelos de economía circular, industrias locales y sostenibles con el medio ambiente y con la sociedad, etc.

En realidad, la bioeconomía se podría aplicar a cualquier actividad económica, ya que su característica fundamental pasa por la implementación de dicha actividad económica pero haciéndolo dentro de un modelo holístico y simbiótico con el resto del ecosistema que tiene alrededor.

Ahora que ya conoces qué es la bioeconomía, con su definición y ejemplos, puede que también te interese leer sobre Qué es el capitalismo natural.

Qué es la bioeconomía: definición y ejemplos - Bioeconomía y desarrollo sostenile: ejemplos

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