Qué es la corteza terrestre: definición para niños
Caminar no sería posible si no existiese un sustrato que soportase nuestros pasos. De la misma forma que la vegetación no podría crecer sin un soporte que la sustentase y los animales no podrían desplazarse en busca de agua y alimento. En otras palabras, el desarrollo de la vida tal y como la conocemos hoy en día, no sería posible sin la existencia de la corteza terrestre. ¿Sabes lo que es la corteza terrestre?, ¿Conoces sus características? En EcologíaVerde te explicamos qué es la corteza terrestre: definición para niños.
Qué es la corteza terrestre
En primer lugar, debemos conocer la estructura de nuestro planeta. Éste se encuentra formado por cuatro capas concéntricas:
- Núcleo interno.
- Núcleo externo.
- Manto.
- Corteza.
Estas capas son diferentes entre sí por su composición, características y propiedades. De este modo, el núcleo interno se corresponde con el centro de la tierra y sobre él, se disponen el resto de capas, hasta llegar a la corteza terrestre, que es la capa más externa.
Definicón de corteza terrestre
Por tanto, la corteza terrestre, es una especie de revestimiento que envuelve toda la superficie del planeta, proporcionando una base sólida sobre la que nosotros mismos caminamos y sobre la que se asientan, desiertos, bosques, campos y océanos.
Está formada principalmente por rocas de distintas naturalezas (ígneas, metamórficas y sedimentarias) y su espesor varía desde los 5 km en un nivel marítimo, hasta los 70 km de profundidad en zonas de relieve y montañas.
Además la corteza no es una capa uniforme, sino que se encuentra divida en partes denominadas placas, que se encuentran en un estado de flotación permanente, es decir, “flotan” sobre las capas más internas de la tierra, desplazándose muy lentamente y de un modo casi imperceptible para el ser humano. Sin embargo, en algunas ocasiones, se producen movimientos más bruscos, que dan lugar a terremotos o erupciones volcánicas, debido al calor y energía desprendido en el centro de la tierra, que hace que las placas se muevan o choquen unas con otras.
Así pues, la corteza terrestre no es algo único, sino que existen dos tipos de corteza terrestre:
- La corteza oceánica, que cubre la parte del planeta sobre la que se depositan los océanos, dando lugar al fondo marino.
- La corteza continental que cubre el resto de la superficie terrestre.
A continuación te explicamos las características de cada una de ellas.
Corteza oceánica: definición y características
La corteza oceánica ocupa aproximadamente el 60% de la superficie de la Tierra y está compuesta, en su mayoría, por rocas de origen volcánico y color oscuro, como basaltos y gabros, oscilando su espesor entre los 5 y 10 km.
En contra de lo que se creía antiguamente, la corteza oceánica, al igual que la continental, puede presentar relieves y accidentes geográficos, existiendo, por lo tanto, llanuras, montañas, grietas y volcanes submarinos. De hecho, la corteza oceánica no comienza en la costa, sino a varios kilómetros de ella, marcada por una fuerte pendiente o talud.
Además, las placas oceánicas son mucho más jóvenes que las continentales debido al proceso de renovación al que se encuentran sometidas. Este proceso consiste en que, debido al movimiento de las placas, estas se pueden separar haciendo que el material fundido del interior terrestre ascienda y se deposite sobre las capas más antiguas, o bien, en lugar de separarse, las placas se superpongan unas sobre otras provocando el hundimiento de los materiales de mayor edad.
Corteza continental: definición y características
La corteza continental ocupa el 40% de la superficie de la tierra y está compuesta por rocas de distintos orígenes, aunque en su mayoría está formada por rocas metamórficas como el granito y recubierta por rocas sedimentarias como calizas, areniscas o arcillas. Su espesor varía entre los 30 km, en las llanuras y los 70 km en las montañas más altas.
En ella se encuentran variedad de relieves y accidentes geográficos, originados por el movimiento de las placas. Existen zonas que, por el contrario, no han sufrido ningún tipo de fragmentación o deformación en mucho tiempo, denominadas cratones. Los cratones, se suelen encontrar en el interior de los continentes, constituyendo la parte más antigua y estable de la corteza terrestre y se dividen en:
- Escudos: cuando el cratón aflora sobre la superficie.
- Plataforma: cuando el cratón se encuentra enterrado bajo sedimentos.
La corteza continental suele ser mucho más antigua que la corteza oceánica, debido a que esta no está sometida a ningún proceso de reciclaje o renovación, siendo, algunas de las secciones prácticamente tan antiguas como el origen de la Tierra.
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