Temporada de alcachofas: cuándo es y cómo se cosechan

En el hemisferio norte, la temporada de alcachofas inicia entre el otoño y la primavera, dependiendo del clima concreto local y de la variedad del cultivo de alcachofas. Las variedades de otoño suelen cosecharse en España alrededor de septiembre y octubre, mientras que las variedades de primavera se recogen a partir de la segunda mitad de febrero. Además, las variedades de otoño no se cultivan bien en climas fríos, por lo que es más habitual encontrar cultivos de alcachofas de primavera en las zonas más al norte.

En España, encontramos zonas en que el consumo de esta planta tiene una larga tradición gastronómica, formando parte de la cocina autóctona. Un ejemplo de esto son las alcachofas de Cataluña, que se cultivan en zonas como El Prat, y con las que se elaboran las típicas alcachofas a la catalana, que se cocinan con guisantes, tomate y jamón, entre otros ingredientes.

También están las alcachofas de Navarra, donde se cultivan únicamente de la variedad Blanca de Tudela, una particularmente apreciada por gastrónomos y gourmets. Es fácil de distinguir por el pequeño agujero que sus hojas forman en el extremo, al no llegar a cerrarse del todo.

También en el hemisferio norte, pero al otro lado del Atlántico, encontramos alcachofas en México, con una producción anual de más de 2.000 toneladas de alcachofas, cultivadas principalmente en Puebla, Michoacán y Guanajuato.

Chile es un gran productor internacional de alcachofas, siendo el séptimo del mundo, con 50.000 toneladas de producción anual, de las cuales más de la mitad se cultivan en Coquimbo. Debido a sus características geográficas tan distintas a las de España, prácticamente opuestas, de hecho, la temporada de cosecha es muy distinta.

La temporada de alcachofas en Chile se inicia en abril, llegando a extenderse hasta noviembre en función de la variedad cultivada. Es común usar la variedad Argentina para las primeras alcachofas de la temporada, pues se trata de una variedad particularmente temprana y por ello muy popular.

Precisamente en Argentina, la alcachofa es también un cultivo de gran importancia y valor social. Las alcachofas en Argentina se consumen principalmente en fresco, industrializándose alrededor de solo un 10% de la producción.

Cuando hablamos del consumo de alcachofas, lo que en realidad se cosecha no es un fruto, sino la flor de la planta, que se cosecha antes de que se abra, dando lugar a esa forma de piña o capullo que todos conocemos, en la que lo que consumimos son en realidad las brácteas cerradas.

La planta no cuenta con una gran producción, siendo la cabeza apical la primera en producir alcachofas, dando lugar después a una cosecha escalar, en la que primero las ramas principales y después las ramas secundarias también producen.

Las alcachofas de mayor calidad son siempre las del ápice del tallo, siendo también las de las ramas principales de buena calidad. Las alcachofas de las ramas secundarias, en cambio, son de menor calidad, y tienden a usarse para otros productos como la conserva en aceite.

Cosechar la alcachofa en sí no es un proceso complicado en absoluto, siendo necesario únicamente contar con una herramienta afilada y limpia que permita cortar el tallo a entre 5 y 10 cm de la cabeza, dañando la planta lo mínimo posible. Hay que tener cuidado, eso sí, con los pinchos que tiene la planta de la alcachofa, siendo aconsejable usar guantes o protección.

Aquí te indicamos varios consejos para conservar las alcachofas y así poder aprovecharlas al máximo:

• Tras la cosecha, es importante aprender a conservar adecuadamente las alcachofas, ya que su consumo en fresco solo es adecuado entre 7 y 10 días después de la recolección, siempre guardadas en el refrigerador.
• Existe una infinidad de recetas para aprovechar las alcachofas durante este tiempo, pero si se quieren conservar más allá de los 10 días, será necesario congelarlas o conservarlas en aceite o escabeche.
• Para congelar las alcachofas lo recomendable es cocinarlas primero de la forma deseada.
• Para su conservación en aceite de oliva se usan las alcachofas frescas si son pequeñas, o cortadas si son de mayor tamaño. Basta con poner las alcachofas en un frasco con cierre hermético y rellenarlo hasta el límite de aceite de oliva, asegurándonos de que las cubra por completo. De aquí se pueden consumir directamente como aperitivo o ingrediente, rellenando con más aceite si es necesario tras sacar alguna del frasco. Así durarán hasta 6 meses.
• También son posibles otras formas de conserva, como las alcachofas escaldadas o hervidas.

Ahora que has aprendido todo esto sobre la temporada de alcachofas en el hemisferio norte y en el sur, te recomendamos leer más sobre plantas para tener en el huerto y, así, cultivar tus alimentos:

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