Típulas: picadura, qué son y qué comen
Las típulas (Tipula oleracea) son insectos voladores de patas muy largas que llegan a parecer mosquitos gigantescos, ¿pero sabías que no son peligrosos ni pican? Es importante que conozcas esta diferencia, por eso, en este artículo de EcologíaVerde te hablaremos sobre estos insectos que injustamente han ganado mala fama para que conozcas más sobre ellos y el esencial papel que juegan dentro del medio ambiente. Sigue leyendo para saber más sobre qué son las típulas, su picadura y qué comen.
Características de las típulas
La típula es a veces llamada “mosquito grande que no pica” porque se parece bastante a los mosquitos: tiene un cuerpo alargado y patas largas. Aun así, realmente la típula se trata de un animal completamente diferente. Aquí te explicamos las características particulares de las típulas.
- No tienen escamas: se diferencian de los mosquitos porque las alas de las típulas no cuentan con escamas y, además, su tórax es en forma de V.
- Son dípteros alados: mantienen sus alas abiertas cuando están en reposo.
- Tienen patas muy largas, delgadas y frágiles: con muchas vellosidades cortas. Estas patas pueden desprenderse de su cuerpo con mucha facilidad.
- Su cuerpo también es largo, delgado y estilizado: son de un color gris a amarillo y dicho cuerpo mide en promedio 5 centímetros, pero sumando las patas su tamaño y volumen aumenta.
- Presentan dimorfismo sexual: las hembras son más gorditas que los machos porque cargan los huevos. Descubre más sobre el Dimorfismo sexual: qué es y ejemplos en este otro artículo que te presentamos.
Hábitat de las típulas
Las típulas pueden encontrarse prácticamente en cualquier hábitat, pero siempre asociados a cuerpos de agua dulce o donde haya humedad y tierra mojada. Cada especie se restringe a zonas geográficas particulares. Una curiosidad sobre las típulas es que según el hábitat pueden tener diferentes tamaños: las especies de los trópicos pueden llegar a los 10 centímetros y las de climas templados son más chicas.
En anteriores años, exactamente en 1930, se observaron típulas donde antes no las habían. Se comenzaron a convertir en plaga en pastizales y praderas, pues las larvas se alimentan de ellas y de sus raíces. Desde entonces se han encontrado como plaga en:
- Alemania
- Bélgica
- Inglaterra
- Francia
- España
- Estados Unidos
- México
- Canadá
Además, se estima que logró cruzar el océano hasta América a través de arena transportada en barcos. Dicha plaga por larvas de típulas, también conocidas como leatherjackets, generan en los pastizales parches sin vegetación, con la evidente pérdida de plantas.
Las típulas pudieron cambiar de hábitat porque los suelos de los nuevos sitios también cambiaron con un aumento de fertilidad y mejora de drenaje. Esto provocó que las larvas que antes morían por condiciones limitantes, ahora lograran sobrevivir hasta sobrepoblar dichos sitios.
Alimentación de las típulas
Las típulas no se alimentan de sangre como sí lo hacen los mosquitos. Así que las típulas no son peligrosos y no pasará nada si te pica uno de estos falsos mosquitos gigantes. De hecho, no cuentan ni si quiera con ningún apéndice capaz de picar y traspasar la piel humana. Es importante no matarlos si llegan a entrar a tu casa. Solamente es necesario que los saques por una venta para que puedan seguir cumpliendo con su papel en la cadena trófica. La alimentación de las típulas depende de su edad:
- Los adultos: se alimentan únicamente de líquidos, principalmente de néctar. Algunas especies no se alimentan para nada durante la etapa de adultos porque su tiempo de vida es muy corto.
- Las larvas: se alimentan de plantas y sus raíces, pueden llegar a ser plaga.
La alimentación de las típulas es importante para los ecosistemas porque durante ella ayudan a procesar residuos para conformar y darle mantenimiento al suelo. Las larvas también lo airean pues cavan galerías subterráneas que tienen salida hacia el exterior.
Reproducción de las típulas
La fecundación de las típulas es interna, y la cópula puede ocurrir en el suelo o durante el vuelo. Además, son animales ovíparos que ponen huevos.
Las hembras cuentan con un ovopositor con el que introducen sus huevos hacia el suelo para que completen ahí su desarrollo embrionario. A las hembras les gusta mucho poner huevos en la base de los tréboles.
Una vez que crecen se desarrollan en larvas, la fase activa que se alimenta. Estas larvas viven siempre enterradas bajo suelo, solamente salen unos instantes durante la noche para buscar alimento. Se alimentan de hojas de pastizales y de raíces. También los tréboles son sus predilectos, y la ausencia de ellos es útil para determinar que hay plaga de típulas.
Cabe destacar que dichas larvas son muy resistentes: pueden soportar heladas en un estado semiletárgico y a encharcamientos en los que flotan con ayuda de lóbulos dispuestos en su cola. Las sequías sí les hacen daño.
Las larvas pasan después a estado de pupa para completar su metamorfosis. Aquí no se alimentarán y estarán encerradas sin contacto en el exterior. Este momento les sirve para usar la energía que obtuvieron como larvas para hacer una transformación drástica.
Una vez terminada la metamorfosis en estado de pupa, emergen como adultos alados para reproducirse y volver a comenzar su ciclo reproductivo. Las hembras ya disponen de huevos desde su estado de pupa y buscarán machos que estén listos para reproducirse.
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- García, A. M. (2011). Origen y evolución de la plaga de Típula de los prados, núcleo primario, agentes limitantes. Pastos, 12(2), 265-271.