Árboles para reforestar

El álamo blanco (Populus alba) es uno de los árboles propios del ecosistema de ribera y uno de los más utilizados a la hora de reforestar o repoblar zonas cercanas a los ríos. Su naturaleza robusta y su crecimiento rápido, lo hacen perfecto para crear en poco tiempo una zona segura. Además, llegan a alcanzar los 30 metros de altura y su corteza de color blanco es muy llamativa, por lo que también son utilizados por su valor ornamental.

El Populus nigra es también conocido como chopo o álamo negro. Es otra de las especies propias de la zona de ribera y utilizada por su altura y gran copa de forma cónica. Su uso como árbol para reforestar es habitual gracias a la fuerza de su sistema radical, que cuenta con una raíz principal que se ramifica a gran profundidad proporcionando estabilidad al terreno.

La encina (Quercus ilex) es un árbol conocido por su resistencia y fuerte estructura, llegando a alcanzar hasta los 25 metros de altura. Cuenta con una amplia copa muy ramificada y poblada. Gracias a ella, se crea un pequeño microclima a su alrededor que favorece la creación de nutrientes y que, a su vez, ofrece un medio óptimo para el crecimiento rápido de pastos. Por ello, es uno de los árboles para reforestar en España más utilizados.

Aunque es más frecuente encontrar esta especie en su forma arbustiva, también puede llegar a alcanzar los 10 metros de altura. El enebro (Juniperus communis) dispone de una copa ramificada y aparasolada y, además, aunque es una especie de crecimiento muy lento, se utiliza con regularidad en trabajos de reforestación por su capacidad de adaptación a casi todo tipo de terrenos.

El fresno (Fraxinus angustifolia) es uno de los mejores árboles para reforestar. Esto se debe a que el fresno cuenta con un amplio foliaje con hojas de tipo compuesto con hasta más de 13 foliólos. Estas sirven de alimento al ganado. Además, cuenta con un fuerte sistema radicular que ofrece protección al terreno. Por último, la sombra que ofrece su copa crea un entorno perfecto para otras especies de tipo arbustivo y herbáceo.

Otro de los árboles para repoblar bosques o zonas naturales más utilizados es el olmo (Ulmus minor). Gracias a su altura de más de 30 metros y porte robusto, a lo largo de la historia también se ha utilizado como árbol protector de las estructuras de iglesias y conventos, mejorando el terreno de la zona y también ayudando a regular el clima.

El pino piñonero (Pinus pinea) mide entre 25 y 30 metros de altura, cuenta con una copa de forma esférica y un tronco cilíndrico de corteza dura y resistente. Su sistema radical es muy potente, por lo que se utiliza para reforestar como especie fijadora y protectora del terreno.

Se diferencia del piño piñero por su copa de forma piramidal y globosa. Además, el pino resinero (Pinus pinaster) es mucho más bajo, llegando alcanzar como máximo los 20 metros de altura. Fue utilizado hace años por su resina, pero ahora es más usado para reforestar áreas desérticas, ya que también soporta bien todo tipo de terrenos y proporciona sujeción al suelo.

Es un árbol de tamaño medio que puede llegar a alcanzar los 20 metros de altura. Su copa puede ser redondeada o alargada y cuenta con un follaje poco denso. Además, su sistema radical es muy potente, ya que dispone de muchas raíces secundarias de las que también brotan retoños, lo cual ayuda a fijar el terreno y por ello se lo usa para reforestar.

El quejigo o roble carrasqueño (Quercus faginea) es un árbol que prefiere los climas cálidos y los terrenos calizos. También soporta bien los yesos e incluso se adapta a los terrenos silíceos.

Este árbol de tipo mediano suele medir entre 4 y 12 metros de altura, aunque dependiendo de los cuidados pueden llegar a alcanzar los 20 metros. Tiene un tronco grueso, retorcido y de color grisáceo.

Aunque la sabina (Juniperus thurifera) es un árbol de crecimiento lento se utiliza por su buena adaptación en climas extremos. A esto se le suma que su madera de color rojizo, es muy dura y resistente tanto a la putrefacción y como a los insectos.

Los sauces (Salix spp.) cuentan con una amplia variedad de especies. Estos van desde pequeños ejemplares de tipo arbustivo hasta árboles que superan los 20 metros de altura. En temas de reforestación, los sauces se utilizan para estabilizar laderas y para proteger repoblaciones de otras especies de árboles, como los pinos y robles. Al igual que sucede con el quejigo, es muy valorado por su fuerte sistema radical.

Terminamos nuestra selección de árboles para reforestar bosques, campos y riberas con el tamariz (Tamarix gallica/ Tamarix africana). Se trata de una de las especies más utilizadas para repoblar ecosistemas de ribera, barrancos y humedales. Este es muy reconocible por sus flores diminutas blancas o rosadas.

Para acabar, también te recomendamos conocer esta otra selección de Árboles que producen más oxígeno, los cuales también son muy buenas opciones para reforestar variedad de zonas. Además, te aconsejamos ver el vídeo de aquí abajo sobre la reforestación.

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