Cómo cuidar las orquídeas
Las orquídeas son en realidad toda una amplia familia de plantas, tan variadas que cuentan con más de 25.000 especies. La gran diversidad que presentan en su morfología las ha hecho una de las plantas con flor más populares entre los aficionados a la jardinería y a la decoración porque, pese a su enorme variedad, todas las orquídeas cuentan con grandes y llamativas flores.
Sin embargo, cuidar estas plantas puede no ser tan sencillo a priori. Esta diversidad tan grande también las diferencia en sus necesidades y es básico tener un buen conocimiento de ellas para poder ocuparnos bien de los cuidados de las orquídeas. Si quieres aprender cómo cuidar las orquídeas, acompáñanos en este artículo de EcologíaVerde.
- Tipos de orquídeas
- Luz y ubicación para las orquídeas
- Macetas para orquídeas
- Temperatura y clima para las orquídeas
- Riego para las orquídeas
- Humedad para las orquídeas
- Sustrato y abono para orquídeas
- Poda de las orquídeas
- Cómo hacer para que florezcan las orquídeas
- Cómo cuidar una orquídea que se está muriendo
Tipos de orquídeas
Antes de contarte cómo se cuida una orquídea en casa, queremos dejar claro que este es el primer punto y también el más importante: identificar correctamente la especie de tu orquídea. Las orquídeas más populares entre los aficionados y en las tiendas son las orquídeas Phalaenopsis, entre las que se encuentran las llamadas orquídeas blancas y también son muy populares las rosas o fucsias.
Las Phalaenopsis son orquídeas epífitas, es decir, que en su hábitat natural crecen sujetándose a las ramas y troncos de los árboles, en lugar de enterrar sus raíces como hacen las plantas terrestres. Esta característica afecta mucho a sus necesidades y cuidados, que se distinguen en algunos puntos de los de la mayoría de plantas.
Sin embargo, aunque la mayoría de orquídeas son de este tipo, no todas resultan resultan ser plantas epífitas: también hay orquídeas terrestres, como la Calanthe o la Cymbidium, trepadoras o litófitas, como la Laelia, que crecen sobre rocas y no sobre árboles.
Si te acaban de regalar o has comprado una orquídea, lo primero que necesitas hacer es identificar su especie concreta para poder proporcionarle unos cuidados a su medida. En este artículo vamos a centrarnos en los cuidados que las orquídeas epífitas necesitan, ya que son con diferencia las más comunes y populares y todas ellas comparten necesidades muy parecidas.
Si quieres descubrir más sobre los Tipos de orquídeas, te recomendamos leer esta guía o ver el vídeo de aquí abajo.
Luz y ubicación para las orquídeas
En lo que a sus necesidades de luz respecta, solo hay que mirar al hábitat natural de estas plantas para hacernos una idea de lo que precisan. Dado que en su entorno original se desarrollan sobre las ramas y troncos de árboles, pero siempre por debajo de la cúpula arbórea, no cuesta deducir que las orquídeas necesitan de abundante luz natural, pero siempre de forma indirecta.
Así, en exterior será conveniente ubicar la orquídea en alguna zona iluminada, pero a cubierto especialmente de las horas de mayor incidencia del sol, que habitualmente son las de mediodía. Si se trata, en cambio, de cómo cuidar una orquídea en maceta en casa, lo mejor será situarla en una habitación muy luminosa, cerca de balcones o ventanas donde la incidencia no sea directa o donde unas cortinas filtren o tamicen la luz.
Del mismo modo, es conveniente buscarles un ambiente con una aireación adecuada. Ya que las plantas epífitas obtienen buena parte de sus nutrientes del aire, necesitan de un aire limpio y lo menos cargado posible. Eso sí, no se debe confundir esto con exponerla a corrientes de aire de forma habitual, que secarán a la planta, haciéndole perder las flores con mucha facilidad.
Macetas para orquídeas
Este es uno de los puntos más particulares en el cuidado de las orquídeas, especialmente si nos referimos a las de tipo epífito, y es que estas plantas son capaces de realizar la fotosíntesis con sus raíces y no solo con sus hojas y tallos, de ahí que sean verdes cuando la planta está sana.
Así, al elegir una maceta para las orquídeas es conveniente que esta sea de un material translúcido, que permita la luz penetrar para que así las raíces también la absorban. Además, de este modo también podremos comprobar con facilidad el estado de las raíces de la planta, un buen indicador de su salud.
Como ocurre en la gran mayoría de casos, también será necesario que la maceta disponga de agujeros de drenaje, dado que, como veremos más adelante, cuando se trata del tema de cómo regar una orquídea, hay que hacerlo por inmersión.
Temperatura y clima para las orquídeas
Puesto que las orquídeas son plantas tropicales y están bien en climas tropicales y templados, no crecen bien en temperaturas ni demasiado altas, como en climas desérticos, ni muy frías. Estas plantas deben mantenerse siempre en un margen de temperaturas de entre 10 ºC y 30 ºC, siendo necesario resguardarlas dentro de la casa si las temperaturas caen o suben más allá de esos límites.
Teniendo en cuenta que en lugares con temperaturas muy altas o muy bajas se usarán aires acondicionados y radiadores, hay que tener en cuenta que al poner estas plantas dentro de casa porque fuera no puedan estar, no las podemos ubicar al lado de estos aparatos mientras se usan, ya que esto las perjudicará y pueden llegar a secarse y morir.
Riego para las orquídeas
El riego tradicional con regadera tiende a no ser adecuado para estas plantas, ya que es probable que acabemos aportando a la planta o demasiado poca agua, o agua en exceso. En su entorno natural, las orquídeas consiguen su agua principalmente de la humedad ambiental y las tormentas tropicales y la mejor forma de replicar esto es con un riego por inmersión. Sumerge la maceta de tu orquídea en agua a temperatura ambiente y sin cal. La del grifo tiende a no ser adecuada dependiendo de la zona, así que puedes usar agua de lluvia o, si no es posible, deja reposar el agua del grifo durante 24 horas antes de usarla para regar, de forma que los minerales se depositen.
Cuánto hay que regar una orquídea
Deja la maceta sumergida en un barreño con suficiente agua durante entre 10 y 20 minutos y luego retírala y deja que el exceso de agua drene por completo por los agujeros del recipiente. Tras esto, puedes devolverla a su ubicación habitual.
Cada cuánto se riega una orquídea
Por lo general, será suficiente con aplicar este proceso 1 vez a la semana durante sus meses de más actividad y cada 15 días en su época de reposo, es decir, en los meses fríos. En cualquier caso, y ante la duda, conviene saber que las orquídeas llevan mejor la sequía que el exceso de agua. Si crees que estás regándola mal, prueba a espaciar ligeramente los riegos y observa los cambios.
Aquí te contamos más sobre Cómo regar una orquídea.
Humedad para las orquídeas
Como plantas tropicales que son, las orquídeas necesitan también de una humedad ambiental elevada. Esto puede conseguirse normalmente mediante dos métodos: usar una bandeja con piedras y agua o, si la tienes colgada, pulverizar agua sobre las hojas.
Al limpiar las hojas de las orquídeas así, las humedecemos y limpiamos también de polvo, mejorando su absorción de agua y nutrientes. En el caso de la bandeja, basta con colocar un poco de agua en una bandeja y cubrirla con piedras, para luego colocar la maceta encima. Esto mantendrá las raíces a salvo del encharcamiento, pero aprovechándose de la humedad del agua conforme se evapora.
Sustrato y abono para orquídeas
Estas plantas no son muy exigentes con su sustrato, ya que sus raíces no buscan alimento en él. Así, lo más importante es que el sustrato sea ligero y poroso, de forma que drene lo mejor posible y a la vez retenga cierto nivel de humedad. Son muchas las tiendas que disponen de sustrato especializado para orquídeas, aunque también puedes preparar tu propia mezcla usando como base materiales como el musgo de esfagno o la fibra de coco. Aquí te explicamos más sobre Cómo hacer sustrato para orquídeas.
En cuanto al abono, este es otro de los puntos clave en el mantenimiento de las orquídeas. Dado que las plantas epífitas consiguen sus nutrientes minerales del agua de lluvia y lo que esta arrastra por la corteza del árbol al que están sujetas, tienen unas necesidades bastante diferentes de las plantas terrestres comunes. No uses fertilizantes orgánicos ni químicos universales, ya que podrían quemar y dañar sus raíces. En su lugar, lo mejor es recurrir a fertilizantes y abonos específicos para orquídeas o plantas epífitas.
Poda de las orquídeas
También hay que pensar encómo cuidar las orquídeas después de la floración. Aquí es cuando toma importancia la poda de las orquídeas, ya que es el paso más importante sobre el cuidado de estas tras su floración.
Cuando las flores ya hayan caído, prepara unas tijeras de poda esterilizándolas y corta el tallo justo por debajo de la primera yema o pseudobulbo. Tampoco debes tener prisa por realizar esto ya que, si te preguntas cuánto duran las flores de la orquídea, te diremos que estamos ante una de las más longevas de las plantas con flor: ¡nada menos que hasta 12 semanas!
Es importante hacer esto para que la planta no desperdicie energías intentando alimentar tallos que se están secando y no van a servir más. De forma, estará más fuerte y podrá volver a florecer en la temporada siguiente. Aprende más sobre ello con este otro post sobre Cómo podar una orquídea.
Cómo hacer para que florezcan las orquídeas
Lo primero que debes saber es que las orquídeas pueden tardar varios años en florecer. Si tu planta es joven, es normal que no dé flores durante los primeros años: algunas tardan hasta 5 años en hacerlo. Tras tener en cuenta esto, es importante tener en cuenta los siguientes cuidados de las orquídeas para que florezcan:
- Prestar atención a que los niveles de humedad son adecuados comprobando que tanto sus hojas como raíces muestren un verde saludable.
- Asegurarse de que la planta recibe abundante luz no directa.
- Comprobar que no está expuesta a cambios bruscos de temperaturas ni a corrientes de aire.
- Abonarla adecuadamente con abono específico para este tipo de plantas.
- Ten presente que el más importante de los cuidados de las orquídeas cuando se caen las flores es una poda adecuada, si tu orquídea no florece este año puede deberse a una mala poda, o a no haberla podado directamente, la temporada pasada.
Si cumples todos estos pasos, tu orquídea no tardará en producir esas bonitas flores que la caracterizan.
Cómo cuidar una orquídea que se está muriendo
Dado que estas plantas son un tanto exigentes en sus cuidados, es posible que un descuido o unos días fuera de casa te hayan costado una desagradable sorpresa al volver. Cuando necesitas saber cómo revivir una orquídea, es importante distinguir si la planta se encuentra al límite por sequía o por exceso de riego.
Cuidados de una orquídea que se está muriendo por sequía
Si está aparentemente seca, prueba a sumergirla durante media hora en agua a temperatura ambiente y luego deja que escurra el agua sobrante, como en un riego común por inmersión pero más prolongado. Si es la primera vez que ocurre, lo más probable es que tu orquídea se recupere.
Cuidados de una orquídea que se muere por exceso de agua
Si lo que ocurre es que la has ahogado por riego excesivo, será necesario trasplantar la planta para liberarla de todo ese sustrato con exceso de humedad. Prepara un nuevo sustrato y un recipiente también nuevo, y poda con unas tijeras desinfectadas todas las hojas o raíces que se vean podridas u oscurecidas. Puedes ayudar también a las raíces cubriéndolas con carbón activado en polvo, en una solución fortalecedora, durante un día completo. Tras ello, muévela a su nuevo recipiente de trasplante.
En este otro artículo puedes aprender más acerca de Cómo revivir una orquídea y en el vídeo de aquí abajo te mostramos 7 errores comunes al cuidar orquídeas para que aprendas y los evites o corrijas a tiempo.
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