Cuándo podar un olivo y cómo hacerlo

Hay dos temporadas adecuadas para podar un olivo: o bien al final de la recogida, cuando el árbol está entrando ya en reposo vegetativo, o bien al inicio de la primavera, cuando el árbol está despertando.

Ambos momentos ofrecen sus pros y sus contras, aunque si nos referimos al olivo como árbol ornamental y no en una explotación agrícola, resulta bastante indiferente cuál de los dos elegir. En cualquier caso, debes evitar siempre podarlo antes de que lleguen heladas, igual que ocurre con cualquier otro árbol.

Se distinguen varias formas de poda en el olivo. Una de las principales es la de formación, cuyo objetivo es dar la forma deseada al olivo en sus primeros años de vida, y que cuenta con los beneficios de producir un árbol de las características que necesitamos, sin ramas que se perjudiquen las unas a las otras.

La poda de producción se practica a árboles ya formados, y su objetivo es el desarrollo sano de las ramas del olivo, de forma que crezcan adecuadamente y dando la mayor cantidad de frutos posibles.

Por último, también existe la poda de renovación, que solo se aplica a olivos que estén empezando a envejecer, y procura estimular la producción de ramas jóvenes y más fuertes.

Estas son las indicaciones a seguir según el tipo de poda del olivo que quieras practicar:

Poda de formación del olivo

La poda de formación del olivo se realiza durante sus primeros años de vida, y lo que debes hacer es, en los primeros años, dejar solo las ramas principales al árbol y podar sus brotes secundarios, de forma que vayas dándole la estructura base sobre la que después el árbol crecerá. El primer año se aconseja dejar sólo una rama principal, la que sea más robusta y fuerte, y a partir de ahí ir guiándole cada temporada.

Poda de producción del olivo

La poda de producción no es tan importante en un árbol ornamental, y lo que buscaremos es simplemente eliminar las ramas que se perjudiquen entre ellas, de forma que las hojas del olivo de las ramas superiores no priven del sol a ramas principales más bajas. Poda aquí dejando sitio para las ramas jóvenes, procurando despejar las zonas más densas. Es importante también eliminar los chupones que puedan haber aparecido.

Evidentemente, si se trata de un árbol de gran tamaño necesitarás de escalera y herramientas adecuadas. Recuerda desinfectar las herramientas de jardinería para poda siempre y mantenerlas lo más afiladas posible.

Si tienes plantado tu olivo en una maceta, tu prioridad al podarlo será la de mantenerlo en un tamaño adecuado para su recipiente. Pódalo una vez al año de la misma forma que debe hacerse con los olivos de exterior, pero procura aquí mantener controlado el crecimiento de sus ramas.

Además, el equilibrio de peso entre sus distintas ramas es especialmente importante con un olivo en maceta, ya que cuando dé frutos podría desequilibrarse y llegar a caer en casos extremos. Mantén una poda de formación que le dé la forma que busques para decorar tu hogar. La poda de producción deberá estar más orientada a mantener la salud del árbol que a buscar una gran cantidad de producción de olivas.

Para terminar, te damos algunos consejos para podar olivos:

• El olivo es un árbol de crecimiento lento y, por ello, no debes practicarle la poda de formación antes de su tercer año de vida.
• Podarlo antes podría frenar mucho su desarrollo y exponerlo, además, a enfermedades o ataques de parásitos. En este otro artículo de EcologíaVerde te hablamos sobre Las plagas del olivo y su tratamiento natural.
• Es aconsejable usar productos cicatrizantes después de podar tu olivo, sobre todo en sus primeros años. Te asegurarás, así, de que las heridas de la poda no comporten complicaciones.

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