El Sistema Solar: explicación para niños

Uno de los elementos que hay que tener en cuenta para explicar a los niños qué es y cómo funciona el Sistema Solar es que sepan ubicarlo en su realidad, lo que implica que sepan marcar el camino desde su realidad inmediata hasta algo tan grande. En otras palabras, esto significa que, antes de enfrascarnos en la tarea de explicar el Sistema Solar a los niños, tendremos que asegurarnos de que conocen las realidades más “pequeñas” y que están a medio camino entre el ser humano y los cuerpos celestes.

De esta forma, habrá que pasar de menos a más. Un buen ejemplo será partir de algo cotidiano como pueda ser la casa, después el edificio, la ciudad, la región, el país, los continentes, el planeta Tierra, la Tierra y la Luna, otros planetas y el Sol y, solo cuando el niño comprenda que existen estas realidades, se le podrá explicar que todo ello, en conjunto forma el denominado Sistema Solar.

Otra forma muy efectiva de explicarle a los niños qué es y cómo funciona el Sistema Solar es valiéndose de maquetas o dioramas, así como cualquier otro material didáctico que permita visualizar a escala la estructura del Sistema Solar. En este caso, estamos ante uno de esos ejemplos en los que, como dice el refrán, una imagen vale más que mil palabras, y la verdad es que un niño va a poder entender el Sistema Solar de una forma mucho más sencilla viéndolo que imaginándolo.

En este sentido, son especialmente útiles las maquetas que incluyen las órbitas de los planetas alrededor del Sol, ya que permiten a los niños interactuar con cada uno de los elementos que lo conforman. Además, se trata de un ejercicio de manualidades relativamente sencillo que se puede hacer un fin de semana en casa con materiales bastante sencillos de adquirir o reciclar, por lo que será una oportunidad estupenda de pasar más tiempo con los niños al mismo tiempo que aprenden jugando.

Esta es la pregunta que surge de forma natural en la mente curiosa de cualquier niño una vez que ha comprendido qué es el Sistema Solar y el lugar que ocupa como ser humano dentro de uno de los planetas que lo conforman. Llegados a este punto, se estará en condiciones de explicarle que los sistemas estelares son muchos y que, cada estrella que se ve en el cielo por la noche es igual que nuestro Sol, pero situado a mucha distancia.

Además, llegados a este punto, se le podrá explicar al niño qué es un “año luz”, que será una medida de distancia más sencilla de entender para la mente de un niño de lo que pueda parecer en un principio. Finalmente, se podrá llegar a las escalas más grandes de estructuras conocidas en el Universo, que incluyen las galaxias y los cúmulos de galaxias. Para ello, será fundamental valerse nuevamente de material didáctico, que podrán incluir maquetas, fotografías o animaciones.

Será la siguiente pregunta que el niño formulará de forma natural y, llegados a este punto, será necesario explicarle que, sencillamente, no lo sabemos con certeza, al menos por el momento. Los niños tienden a creer que los adultos tenemos las respuestas a todas sus preguntas. Sin embargo, es evidente que no es así, por lo que también es importante que los niños comprendan que hay cosas que, simplemente, todavía no sabe nadie.

En este sentido, y llegados a este punto de la explicación, también será un buen momento para explicarles que las cosas que sabemos las hemos conseguido a partir de estudiar el Universo mediante el uso de las diferentes disciplinas y gracias a la experimentación, por lo que será una oportunidad muy buena para sembrar en los más pequeños el interés (y el gusto) por la ciencia, así como por las grandes posibilidades que este método implica para el avance de la sociedad humana en todos los aspectos.

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