La importancia de una correcta manipulación de alimentos para cuidar nuestra salud
Saber cómo manejar los alimentos que vamos a consumir es fundamental para cuidar tanto de nuestra salud como de la de nuestro entorno. La manipulación de alimentos hace referencia a los distintos procesos (preparación, transformación, almacenaje, etc.) a los que son sometidos los ingredientes que acaban en nuestros platos. Una incorrecta manipulación puede generar problemas, como la contaminación cruzada, que implica el intercambio de bacterias y/o alérgenos entre distintos alimentos, o las intoxicaciones. Por ello, existe el carnet de manipulador de alimentos, que se obtiene a través de una formación específica que permite tratar los alimentos con la máxima seguridad y trabajar en este sector.
Además, manejar los alimentos de forma adecuada ayuda a conservar sus propiedades, aprovechar mejor sus nutrientes y evitar el despilfarro, contribuyendo a la sostenibilidad. En EcologíaVerde hablamos de la importancia de una correcta manipulación de alimentos para cuidar nuestra salud y la del medio en el siguiente artículo.
Qué es el carnet de manipulador de alimentos
Con el objetivo de aprender a manipular correctamente los alimentos que se van a consumir, existe una formación específica que permite conseguir el certificado o carnet de manipulador de alimentos, un documento que da fe de que se poseen los conocimientos necesarios en este ámbito.
Se trata de una formación en higiene y seguridad alimentaria, obligatoria para los profesionales que trabajan con alimentos, que explica cómo manejarlos sin riesgos, tanto para ellos mismos como para los consumidores. En definitiva, ofrece un protocolo de manipulación de alimentos para la salud de los consumidores y el personal.
Por qué es importante una correcta manipulación de alimentos en el trabajo y en casa
Aunque podemos pensar que la correcta manipulación de alimentos solo es importante en los trabajos relacionados con la comida (hostelería, carnicerías, reponedores de alimentos, etc.), lo cierto es que cualquier persona debería tener nociones mínimas sobre el manejo de los alimentos en su hogar, en especial cuando estos están crudos.
De esta manera, evitamos contaminar los alimentos de forma directa o indirecta durante el proceso de preparación, cocinado y conservación. Hay que tener en cuenta que los alimentos son vegetales o animales que están sometidos a procesos de descomposición natural, contaminación por microorganismos y distintas modificaciones relacionadas con el cocinado, que no siempre serán visibles para los consumidores.
La correcta manipulación no solo es una cuestión de salud, que sería la ventaja más evidente, pues un manejo incorrecto puede llevar a la contaminación de los alimentos, la transmisión de enfermedades o las alteraciones a nivel digestivo (vómitos, diarrea, etc.). Igualmente importante es la relación que existe entre la manipulación de alimentos y la sostenibilidad alimentaria, ya que una correcta manipulación favorece un buen uso de los recursos naturales y reduce el impacto medioambiental, lo cual todavía es más importante cuando hablamos de alimentos ecológicos, que no van a contener productos químicos, conservantes, etc., con lo que requerirán un mayor cuidado en su manejo y conservación. ¿Por qué es importante saber manipular los alimentos? Resumimos los principales motivos:
- Minimizar el riesgo de contaminación.
- Evitar la contaminación cruzada.
- Mantener los alimentos en buen estado por más tiempo, conservando sus propiedades organolépticas, como el sabor o la textura, y su inocuidad.
- Controlar la proliferación de bacterias y hongos, que, con frecuencia, contaminan los alimentos.
- Evitar las enfermedades transmisibles a través de los alimentos o las intoxicaciones, como la salmonelosis, que son especialmente graves para personas con el sistema inmune debilitado o inmaduro, como niños, ancianos o enfermos.
- Reducir el desperdicio y mejorar la sostenibilidad, ya que se incrementa la vida útil de los alimentos, tirando menos a la basura al conservarlos en buen estado durante más tiempo y con sus propiedades nutritivas preservadas.
- Ahorrar dinero gracias a asegurar el aprovechamiento idóneo de los alimentos, comprando menos al no deteriorarse tanto.
Normas generales para una buena manipulación de alimentos
En general, estos son los principios básicos que debemos tener en cuenta para una buena manipulación de los alimentos:
- Lavarse las manos escrupulosamente con agua y jabón antes y después de manipularlos.
- Usar agua potable siempre para cocinarlos o lavarlos.
- No fumar, toser, sonarse o tocarse el pelo mientras se manipulan.
- Lavar perfectamente los alimentos vegetales, como verduras, hortalizas o frutas que vayamos a consumir en crudo. Pueden usarse desinfectantes específicos para alimentos.
- De ser necesario, utilizar guantes o apósitos si tenemos alguna lesión en las manos.
- Limpiar a fondo las superficies y los utensilios de trabajo y hacerlo con frecuencia, como tablas de cortar o cubiertos.
- No mezclar alimentos en crudo, es decir, si en una tabla cortamos carne, no debemos cortar también verdura. Además, los alimentos crudos y los cocinados deben estar separados para evitar que los microorganismos que puedan encontrarse en los crudos pasen a los ya cocinados.
- Conservar los alimentos que requieren refrigeración siempre en frío. Hay que vigilar que todos ellos se encuentren en el rango de temperaturas consideradas seguras para su conservación sin que proliferen patógenos.
- No romper la cadena de frío de los alimentos congelados y descongelarlos correctamente.
- Guardar en la despensa, en recipientes o envases bien cerrados, aquellos alimentos que no necesitan conservación en frío.
- No dejar alimentos cocinados a temperatura ambiente.
- Protegerlos de los animales, como insectos, roedores, animales de compañía o, en general, de cualquier otro animal.
- Cocinar a las temperaturas y los tiempos adecuados para que los alimentos queden perfectamente hechos y se haya eliminado cualquier microorganismo patógeno.
- Almacenarlos adecuadamente para conservar sus propiedades y protegerlos de potenciales contaminaciones, separando los cocinados de los crudos.
- No consumir alimentos si dudamos de su procedencia y/o manejo.
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