Qué es la contaminación acústica y cómo nos afecta
A pesar de tratarse de uno de los tipos de contaminación menos tangibles, la contaminación acústica nos afecta de manera decisiva al desarrollo y bienestar tanto de los seres humanos como de los demás animales que la padecen. En términos generales, la mayoría de las personas considera que la contaminación acústica es el “ruido” que se genera por la actividad humana, pero la definición va más allá y sus implicaciones son muchas, comprender este tipo de contaminación y cómo nos afecta puede llegar a ser bastante más complejo.
En el siguiente artículo de EcologíaVerde te contamos qué es la contaminación acústica y cómo nos afecta a nuestra calidad de vida.
Definición de contaminación acústica, ¿qué es?
A pesar de identificar la contaminación acústica (o contaminación sonora) con el simple ruido, en realidad la contaminación acústica es siempre ruido molesto pero manifestado de forma excesiva y hasta el punto en el que altera negativamente las condiciones adecuadas de vida a nivel ambiental de una zona concreta.
Una de las características que la identifican y que presenta este tipo de contaminación es que, a diferencia de otros tipos, no deja residuos físicos, ni se traslada ni se mantiene en el tiempo. Sino que se trata de una contaminación localizada y determinada por las actividades humanas que tienen lugar en un lugar específico.
Ejemplos de contaminación acústica
Para que un exceso de ruido sea considerado como contaminación acústica debe proceder de alguna actividad humana. Como es lógico, cuanto mayor sea el ruido que produce la actividad en cuestión, mayor será el nivel de contaminación acústica producido.
Contaminación acústica: ejemplos
Algunos de los ejemplos más comunes de contaminación acústica los encontramos en las siguientes actividades humanas:
- Tráfico: las carreteras y los núcleos urbanos son espacios con un nivel de contaminación acústica muy elevado precisamente al ruido procedente del tráfico rodado, independientemente de que se trata de vehículos de pasajeros o de transporte de mercancías.
- Actividad industrial: las diferentes actividades industriales producen un nivel de contaminación acústica considerable. En esta actividad se incluyen desde fábricas manufactureras a actividades de explotación de recursos naturales como las minas.
- Locales de ocio: se trata de un tipo de contaminación acústica que se suele localizar en los núcleos urbanos y que está relacionado, sobre todo, con el ocio nocturno, que tiene lugar cuando la contaminación acústica resulta más molesta y perjudicial, que son las horas de sueño.
- Estaciones, puertos y aeropuertos: de todos, el tráfico aéreo resulta el más molesto, pero la actividad cercana a los puertos marítimos y a las estaciones también conlleva un alto nivel de contaminación acústica.
Cuándo se considera que un ruido produce contaminación acústica
Según la OMS, se considera ruido cualquier tipo de sonido que sea superior a los 65 decibelios, que es la medida usada para medir el impacto acústico de cualquier actividad que implique contaminación acústica.
Por otro lado, la legislación actual (la que dice cuándo un nivel de ruido es excesivo y se puede sancionar por producirlo) depende de los Ayuntamientos. Es decir, que según la localidad en la que nos encontremos, podremos encontrarnos con diferentes tipos de límites a la hora de considerar que una actividad está produciendo contaminación acústica que sobrepase los límites estipulados por la ley y que, por lo tanto, se pueda avisar a las autoridades competentes para que puedan proceder a tomar las medidas pertinentes.
Así mismo, estos límites dependen de la franja horaria en la que nos encontremos, diferenciando entre el día y la noche. Por lo general, el nivel máximo de decibelios que están permitidos en una calle urbana se sitúa entre los 50 y los 65 decibelios por el día, mientras que por la noche se localiza entre los 40 y los 55.
Sin embargo, estos límites muchas veces no se respetan, y es entonces cuando la contaminación acústica empezará a producir verdaderos problemas de salud tanto en las personas como en los animales.
Consecuencias de la contaminación acústica en nuestra salud
La contaminación acústica afecta tanto a las personas como a los animales. Si bien es cierto que, en la mayoría de los casos, quienes se van a ver más afectados son las personas y animales domésticos, esto se debe a que son quienes viven en los núcleos urbanos, que son los lugares donde el nivel de contaminación acústica es mayor.
Sin embargo, si pensamos en la contaminación acústica producida por el tráfico aéreo de un aeropuerto, esta afectará a toda la fauna local que viva en un radio de varios kilómetros a la redonda de las pistas de despegue y aterrizaje.
La contaminación acústica, especialmente cuando es prolongada en el tiempo, afecta a la salud desarrollando diversos tipos de enfermedades. Así mismo, estos cuadros médicos acostumbran a ir en aumento en el caso de que no se solvente el problema.
Algunas de las consecuencias más comunes de la contaminación acústica son:
- Insomnio
- Irritabilidad
- Fatiga
- Dolor de cabeza
- Falta de concentración
- Estrés
- Aislamiento social
- Depresión
- Ansiedad
- Histeria
- Neurosis
Por otro lado, además de estas enfermedades, padecerlas puede desencadenar en otro tipo de enfermedades como consecuencia de la falta de un descanso correcto durante la noche, como pueden ser aquellas relacionadas con el sistema respiratorio, enfermedades del corazón, aumento de peso, fracaso escolar, conductas violentas, o pérdida de audición entre otras.
Soluciones para la contaminación acústica
Las soluciones contra la contaminación acústica podrán ser de dos tipos:
- Soluciones preventivas: en el caso de las preventivas estaremos hablando de soluciones que eliminen las fuentes que producen la contaminación acústica. Un ejemplo de ello sería peatonalizar una calle, lo que evitará el tráfico rodado y, en consecuencia, la contaminación acústica que se deriva del mismo.
- Soluciones curativas: mientras que en el caso de las curativas estaremos contrarrestando, en la medida de lo posible, el impacto que la contaminación acústica produce. Por ejemplo, el uso de tapones para los oídos o contar con ventanas que amortigüen el sonido del trafico rodado, haciendo que la contaminación acústica no llegue al interior de la vivienda o que, en caso de hacerlo, haya sido minimizada lo más posible.
Si deseas leer más artículos parecidos a Qué es la contaminación acústica y cómo nos afecta, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Contaminación.