¿Se puede tener un mapache como mascota?

Hoy en día, resulta más que habitual encontrar mapaches en los ecosistemas de España y esto se debe al creciente abandono de dichos ejemplares, ya que, al alcanzar la edad adulta, muchas veces se hace del todo imposible su tenencia en casa.

Estos animales, en la gran mayoría de casos, son abandonados por sus propietarios como consecuencia de que son muy sensibles a estar confinados en pisos y espacios pequeños, como la mayoría de las viviendas en zonas urbanas, y a que, volviendo a hacer hincapié en el carácter complicado de estos animales, se pueden volver agresivos cuando son adultos.

Concretamente, desde que en el año 2001 se descubrieran los primeros ejemplares en libertad en España, hoy en día nos encontramos con un problema de gran envergadura, traducido en la existencia de crecientes colonias de mapaches en diversos puntos del país, las cuales ya han sido catalogadas como "plaga" y de "verdadero problema ecológico", ya que su presencia en estos ecosistemas amenaza seriamente a especies autóctonas, lo cual puede acabar con la desaparición de las mismas y esto supondría una pérdida ecológica irreparable.

La respuesta es contundente, en España NO es legal tener un mapache como mascota, ello se debe a que el mismo se encuentra incluido en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, esta inclusión lleva consigo una serie de consecuencias jurídicas muy importantes:

En el artículo 64, 5. de la Ley del patrimonio natural y la biodiversidad, se establece que:

"La inclusión en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras conlleva la prohibición genérica de posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos...".

Además, en el mismo texto legal, concretamente en el artículo 80, se establece que:

"La introducción, mantenimiento, cría, transporte, comercialización, utilización, intercambio, reproducción, cultivo o liberación en el medio natural de especies exóticas invasoras tales como el mapache, se calificarán como infracciones graves o muy graves, dependiendo de los efectos dañinos producidos, sancionándose desde 3.001 a 200.000 euros las graves y desde 201.000 a 2.000.000 de euros las infracciones muy graves, pudiendo establecerse una cuantía superior en función de la Comunidad Autónoma en la que se produzca el daño.".

Como se ha comentado anteriormente, muchos mapaches que comienzan como "mascota" al alcanzar la edad adulta y debido a la falta de encontrarse en un medio que no resulta adecuado para ellos y su correcto desarrollo, se vuelven agresivos o bien destructivos con su entorno, lo que ha hecho que muchos de ellos terminen siendo liberados en la naturaleza o las calles, es decir, abandonados. Pues bien, esta conducta se encuentra tipificada en el Código penal, más concretamente en su artículo 333, el cual establece que:

"El que introdujera o liberara especies de flora o fauna no autóctona de modo que perjudique el equilibrio biológico, contraviniendo las leyes o disposiciones de carácter general protectoras de las especies de flora o fauna, será castigado con la pena de prisión de cuatro meses a dos años...".

Efectivamente, los efectos adversos derivados de la liberación de especies catalogadas como invasoras, suponen un delito recogido en el código penal que lleva aparejadas penas de hasta 2 años de cárcel, y ello sin excluir las sanciones anteriormente descritas, que pueden superar los 2.000.000 de euros. Habrá personas a las que les resulte excesivo o desproporcionado pero, ¿qué valor tiene la pérdida irreparable de una especie, a causa de la introducción de animales que no pertenecen a ese hábitat?

No hay que ignorar que la constante reproducción y el aumento de ejemplares de mapache en el medio natural de este país, tiene como consecuencia directa la toma de medidas para capturar a estos ejemplares. Por ejemplo, en la última década en la comunidad de Madrid se han llegado a capturar más de 800 ejemplares en los alrededores de los ríos^[1] y la situación no es muy distinta en el resto de las regiones donde se ha encontrado la presencia de estos animales.^[2] El destino de la mayoría de estos mamíferos una vez capturados, aunque no el de todos ellos, es el sacrificio, debido a la imposibilidad de reintroducirlos en un entorno adecuado para ellos, junto con la falta de medios de los centros de fauna para alojarlos a todos. Por tanto, la introducción y tenencia de animales considerados especie invasora, como es el mapache, por muy bonitos y adorables que nos parezcan, es un comportamiento tan innecesario como irresponsable.

A través de estas palabras reflejadas en EcologíaVerde, como amante y defensora de los animales que soy, quiero concienciar a todas aquellas personas que tienen o han pensado alguna vez en tener un mapache como mascota y, más allá de las sanciones tanto penales como administrativas que conlleva tener y liberar a estos pequeños animales, animarlas a reflexionar sobre que realmente resulta necesario tener en cuenta el destino que les espera. Así, os invitamos a pensar en que si realmente nos consideras amantes de estos animales, la forma adecuada de demostrarlo es siendo responsables y pensar siempre en el bienestar de estos, que no es ni más ni menos, que vivir en libertad en el ecosistema al que pertenecen.

En este otro artículo de EcologíaVerde, que también te puede interesar, hablamos sobre las Especies invasoras en España y sus consecuencias.

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