Siembra de nubes: qué es, cómo funciona y problemas

La siembra de nubes es una alternativa artificial cuyo principal objetivo se asocia con cambiar la cantidad o el tipo de precipitaciones que se producen en determinada región. En otras palabras, es una manipulación del tiempo por parte del ser humano que fue descubierta por Vincent Schaefer en julio del año 1946 y que busca potenciar un proceso natural de la atmósfera, incrementando el número de núcleos de condensación que existen en las nubes mediante técnicas de siembra aéreas o terrestres. La siembra de nubes no solo es utilizada con el objetivo de aumentar las precipitaciones, sino que puede evitar la formación y caída de granizo e incluso suprimir la niebla.

La siembra de nubes consiste principalmente en colocar una proporción adecuada de núcleos de condensación o de cristalización, siendo los más utilizados el yoduro de plata (altamente insoluble en agua con una estructura similar a la del hielo), hielo seco o nieve carbónica e incluso sal (partícula higroscópica). Para que este proceso ocurra es necesario que las nubes sean susceptibles a la siembra, siendo las ideales muy frías con temperaturas que oscilan entre los -10° y -20 °C, y con cantidades significativas de agua sobreenfriada. Las cumulonimbus (nubes de desarrollo vertical) suelen ser las elegidas para este proceso. Cabe destacar que a través de este mecanismo no se pueden formar nubes donde no existen y que si bien muchas veces se piensa que se utiliza el yoduro de plata para que no llueva, en realidad es para evitar otro tipo de precipitación más peligrosa: el granizo.

A continuación presentamos diferentes pasos para explicar cómo funciona la siembra de nubes aérea y terrestre.

Siembra de nubes aérea

1. En primer lugar, el avión (medio más utilizado para la siembra de nubes) atraviesa una nube que cumple con las condiciones necesarias para ser sembrada. Los aviones poseen bengalas y otros dispositivos eyectables que liberan el yoduro de plata en las nubes.
2. Las partículas de yoduro actúan como núcleos de condensación y atraen las gotitas de agua.
3. Las gotitas que se encuentran a más de 0 °C se adhieren al compuesto formando posteriormente cristales de hielo.
4. El cristal de hielo cae por su propio peso.
5. Al pasar el nivel de congelación, las gotas pasan a ser líquidas y dan inicio a las precipitaciones.
6. Al caer las gotas de agua, generan corrientes de aire caliente que se elevan, provocando una mayor cantidad de lluvia.

Siembra de nubes terrestre

1. En primera instancia, se quema el yoduro de plata con acetona líquida. El producto resultante es humo que se eleva hacia la nube que reúne las condiciones necesarias para producir la siembra.
2. Luego, las corrientes de aire ascendentes permiten que el yoduro de plata se eleve y llegue a las nubes.
3. En el interior de la nube, existen gotas de agua que no logran unirse por sí solas para producir lluvia, por lo que el yoduro de plata actúa como una partícula aglutinante y las pequeñas gotas de agua se unen a él.
4. Finalmente, las gotas de agua aumentan de tamaño y caen por su propio peso en forma de lluvia.

Te recomendamos leer este artículo sobre las Nubes cumulonimbus: qué son y cómo se forman.

Por lo general, la fertilización de nubes utiliza principalmente pequeñas concentraciones de yoduro de plata que puede generar un impacto negativo en las personas y el ambiente. No obstante, existen estudios que han demostrado que a corto plazo no existe ningún riesgo, ya que:

• Se utilizan pequeñas cantidades en el sembrado.
• Es insoluble, poco móvil y de baja biodisponibilidad.
• La pequeña proporción que puede resultar tóxica que se disocia, tiende a adsorberse y en el caso de que llegue a determinados organismos, las tasas de retención no superan el 10%.

Es importante destacar que la siembra de nubes es una técnica controvertida y que aún existen muchas dudas sobre sus efectos a largo plazo y es importante que se realicen más investigaciones para comprender mejor los impactos potenciales de la siembra de nubes antes de que se implemente a gran escala.

En la actualidad existen más de 37 países alrededor del mundo en el que se siembran nubes con distintos objetivos. La República Popular China posee uno de los sistemas más impresionantes, aumentando la cantidad de lluvia en numerosas regiones áridas, incluyendo su capital, Pekín. Asimismo, Estados Unidos utiliza la siembra de nubes con el propósito de aumentar las precipitaciones en zonas con elevada sequía, para reducir el tamaño del granizo y la cantidad de niebla presente en los aeropuertos. De hecho, esta metodología también es utilizada para aumentar las nevadas en centros importantes de esquí. En el sudeste asiático se ha utilizado este proceso para mejorar la calidad del aire. Otro país que también utiliza el método de la siembra de nubes o la lluvia artificial es Dubai.

Por otra parte, la siembra de nubes en España tiene una larga historia. Entre 1979 y 1981, se llevó a cabo el Proyecto para la Intensificación de la Precipitación (PIP), coordinado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) cuyo objetivo era estudiar la viabilidad de la siembra de nubes para aumentar las precipitaciones, evitando pérdidas económicas en agricultura por sequía. Sin embargo, a pesar de los experimentos del pasado, la siembra de nubes no se utiliza actualmente de forma regular, ya que no hay consenso científico sobre su efectividad. Otros países como Argentina, Chile, Venezuela y México también utilizan este mecanismo de modificación artificial del tiempo.

Ahora que ya sabes qué es la siembra de nubes y cómo se hace la lluvia artificial, te puede interesar este artículo sobre los Hidrometeoros: qué son y tipos.

Si deseas leer más artículos parecidos a Siembra de nubes: qué es, cómo funciona y problemas, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Fenómenos meteorológicos.