Cómo se forman los remolinos de agua

Los remolinos de agua son movimientos verticales descendentes que se forman bajo el agua de modo concéntrico y cónico. La explicación a cómo y por qué se forma un remolino de agua la explicamos a continuación. Se debe a causas como:

• La diferencia de velocidades: como por ejemplo sucede cerca de las orillas donde las olas salientes chocan con las olas entrantes, generando así dos velocidades que se enfrentan y forman un remolino. Estas olas pueden presentarse a modo de corrientes o mareas; estas últimas influidas por la fase lunar. Las corrientes de diferentes velocidades pueden ser generadas por el choque del agua con estructuras como rocas, por romper en la costa marina o, incluso, por el viento.
• Los cauces estrechos que reciben agua de una fuente mayor: al transitar por este estrechamiento, el flujo del agua se reduce provocando que transite más rápido. Aquí el agua se junta de golpe con otra corriente de velocidad más lenta y genera el remolino. Esta es una versión más compleja pero sigue el mismo principio que el origen por diferencia de velocidades.
• Las irregularidades del suelo: en forma de depresiones en torno a las que el agua es atraída y succionada. Es la forma más común de cómo se forma un remolino de agua. En las depresiones se forman vórtices que causan que el remolino sea más activo. Dicha actividad depende de la cantidad de movimiento del centro.

Los remolinos de agua pueden presentarse tanto en mares y océanos, como en ríos o lagos. Si quieres conocer más curiosidades sobre el tema, no dudes en leer estos artículos que te recomendamos sobre Cuál es la diferencia entre océanos y mares o Por qué son importantes los ríos y los lagos.

Imagen: 24horas

A lo largo de la historia de la humanidad han sucedido todo tipo de fenómenos meteorológicos que nos han dejado asombrados. Los remolinos de agua no son menos. Por ello, aquí están algunos ejemplos de los remolinos de agua más importantes:

Remolino del estrecho de Messina

Se trata de uno de los tres remolinos de agua más grandes del mundo. Se ubica en Italia, en el estrecho de Messina. En la mitología griega, Caribdis y Escila eran monstruos marinos que habitaban a cada lado del estrecho. Succionaban y devolvían agua mientras se llevaban a su paso a los marineros que por ahí cruzaban, incluyendo a personajes de la Odisea. Lejos de la mitología griega, este monstruo es realmente el remolino de Messina, que recibe rápidas corrientes de 10 kilómetros por hora. Hoy este estrecho es evitado por marineros durante temporadas de fuertes vientos, lunas llenas y nuevas por el riesgo de ser succionados.

Bairuzú

El remolino de agua de Bairuzú no es ni más ni menos que tres remolinos de agua que se juntan para formar uno de gran tamaño en el río Paraná, que recorre Brasil, Argentina y Paraguay. Este remolino es muy violento. El movimiento de sus aguas pueden escucharse en la distancia e, incluso, se ha tragado embarcaciones. Por este motivo, era parte de mitos aborígenes donde se creía que una serpiente gigante se alimentaba de barcazas. Se ha registrado con profundidades de hasta 57 metros, pero esto depende de la cantidad de agua que lleve el río.

Maelström

En las costas de las islas Lofoten en Noruega se presenta dos veces al día un potente remolino denominado Maelström, de 10 metros de diámetro por 5 metros de profundidad. Se origina porque dos corrientes se encuentran en el pequeño estrecho de Saltstraumen, conocido por recibir 400 millones de metros cúbicos de agua a 40 kilómetros por hora con fuertes mareas. Esto se traduce en una violenta diferencia en las corrientes, a lo que también se suma una peculiar inclinación terrestre que provoca que se junte marea alta y marea baja. En tiempos antiguos este remolino era un verdadero problema para los navegantes, ya que sus barcos de vela quedaban indefensos ante la potente fuerza de tracción del vórtice. Viajeros del siglo XIX han relatado cómo el remolino destrozaba barcos e incluso mataba ballenas. Afortunadamente, la tecnología de hoy ha logrado que los barcos no estén tan indefensos a este tipo de causas externas.

Hay quienes usan el término Maelström para referirse a remolinos de agua gigantes, pero se utiliza mayormente para referirse al que tiene lugar en Noruega.

Remolinos de Naruto

Entre el mar interior de Seto y el canal de Kii, en Japón, ocurren varios remolinos originados por la diferencia de mareas. Se presentan únicamente con el influjo de la marea por la luna, específicamente con la luna llena o nueva. Durante la primera y verano, con las llamadas mareas del rey, pueden alcanzar un diámetro de 20 metros y velocidad de 20 kilómetros por hora. El conjunto de remolinos de Naruto es uno de los tres más grandes del mundo. En torno a él se ha creado un puente turístico para que el espectáculo acuático sea apreciado desde 45 metros de altura.

Remolino del Niágara

Este remolino ocurre en el río del Niágara, en la frontera entre Canadá y Estados Unidos. Se generó hace 4200 años por la erosión del declive escarpado del suelo a causa del flujo del agua ascendente. El agua que sale de la garganta del Niágara sobre esta erosión genera el remolino, que tiene una profundidad de 38 metros. El agua gira a favor de las manecillas del reloj con un flujo de agua normal, pero cuando el agua es mayor el sentido gira a la inversa.

Es importante que cuando salgas a un sitio desconocido investigues lo más posible para conocer las particularidades del entorno. Aún cuando una superficie acuática se vea tranquila, un remolino puede jalarte hacia abajo, así que es vital conocer su presencia para evitar riesgos. Los remolinos más peligrosos son los oceánicos. Es indispensable saber nadar si es que quieres entrar al agua con presencia de remolinos, porque el modo de salir de él es nadando. En sencillos pasos, lo que debes saber para entender cómo salir de un remolino de agua es lo siguiente:

1. Mantener la calma.
2. Tomar aire cuanto antes para transitar el proceso.
3. Dejarte llevar por el remolino: nadar a contracorriente solamente te agotará.
4. Alcanzar la corriente inferior de menor fuerza: gracias a dejarte llevar por el remolino. Para poder hacerlo, primero tienes que aumentar tu peso, para lo que debes formar una bola tomando tus extremidades.
5. Bajar a lo largo del remolino de agua: conforme bajes, sentirás que la corriente pierde fuerza y te soltará. Es en ese momento cuando puedes nadar fuera del remolino.
6. Nadar a una distancia corta bajo el agua: para salir a la superficie lejos del remolino y no ser introducido de nuevo.

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