Cuál es la importancia de los bosques y selvas
Selvas como el Amazonas y bosques como los de Rusia o Canadá son dos de los ecosistemas terrestres más importantes de la Tierra. Estas masas arbóreas que pueden estar conformadas por distintas especies y ocupando distintas regiones del planeta, comparten una misma característica, la importancia que tienen para el planeta y los organismos que habitan en ellas. El otro lado de la moneda es que bosques y selvas también comparten las mismas amenazas.
En EcologíaVerde vamos a hablar de cuál es la importancia de los bosques y selvas en el planeta, así como de sus principales amenazas. Pero, para ello, es necesario describir primero qué son los bosques y las selvas, así que continúa leyendo para descubrirlo.
Qué son los bosques
La palabra bosque procede del germánico busch o busk y se define como un lugar habitado por árboles y arbustos. Por tanto, podemos definir como bosque cualquier área con una densidad importante de árboles.
Estas masas densas de árboles pueden clasificarse de distintas maneras. En función de su historia u origen se distinguen los bosques primarios o nativos, que son los que han aparecido de forma natural; los bosques secundarios que son aquellos que se han regenerado tras una primera tala y, por tanto, se ve la acción del hombre y, por último, están los bosques artificiales, plantados por el ser humano.
En función del tipo de vegetación podemos diferenciar los bosques de coníferas (por ejemplo, pinos, abetos, secuoyas, etc.), los de frondosas (selvas o junglas) y los bosques mixtos. Por otro lado, pueden diferenciarse por la estacionalidad de la vegetación, es decir, si los árboles pierden o no sus hojas. En ese caso estarían los bosques perennifolios donde los árboles no pierden las hojas con el cambio de las estaciones, los caducifolios donde normalmente la caída de las hojas se produce en la época desfavorable y los mixtos.
Por último, los bosques también se pueden clasificar en función de su ubicación y, sobre todo, en función de la latitud. De este modo, los bosques se consideran tropicales o subtropicales en torno al Ecuador y a los Trópicos (Cáncer y Capricornio), los bosques templados que están entre los trópicos y los círculos polares y, finalmente, los bosques boreales o taigas localizados próximos al círculo polar Ártico.
Qué son las selvas
Como hemos mencionado anteriormente las selvas son bosques frondosos que además se encuentran normalmente en climas tropicales o subtropicales. Se trata de densas masas arbóreas que albergan una gran diversidad de especies vegetales sobre todo de hoja ancha, fuertes y cubiertas por cera, tienen en su copa forma de dosel cerrado (la luz no puede alcanzar el suelo), sotobosque y varios estratos vegetales.
A su vez, esta falta de luz y las altas precipitaciones favorecen el desarrollo de un ambiente húmedo donde, además, pueden crecer numerosas especies de hongos y líquenes. Se calcula que en las selvas se puede encontrar aproximadamente 2/3 de la biodiversidad vegetal del planeta.
Cuál es la importancia de los bosques y las selvas
Ahora que ya hemos aclarado qué es cada uno, pasamos a explicar la gran importancia de lo bosques y las selvas:
Absorción de dióxido de carbono
Selvas y bosques han sido considerado tradicionalmente los pulmones del planeta. Pero estos pulmones son diferentes a los nuestros ya que, en vez de respirar oxígeno y emitir dióxido de carbono (CO2), hacen lo contrario. Por tanto, los bosques contribuyen a reducir la contaminación por gases de efecto invernadero, como el CO2, en la atmósfera.
Puntualmente, también se ha señalado que por ejemplo la selva del Amazonas es capaz de producir el 20% del oxígeno total que hay en el planeta y eso que esta selva solo supone el 30% de toda la selva tropical que existe. Si bien es cierto que las plantas también producen CO2, la cantidad de oxígeno que liberan es mucho mayor, aunque el mayor productor de oxígeno que existe es el fitoplancton oceánico. Además, la producción de oxígeno en los bosques es especialmente alta en aquellos bosques jóvenes ya que las plantas que están creciendo necesitan más CO2 para desarrollarse.
Conservación del suelo
Los bosques y selvas ayudan a evitar la erosión del suelo. Esto es especialmente importante ya que el suelo se define como la parte más externa o superficial de la corteza terrestre y que es biológicamente activa que proviene de los cambios y alteraciones físicas y químicas de las rocas y de los residuos que provienen de los seres vivos que habitan en o sobre él. Esto significa que el suelo es una fuente de nutrientes, permite que las raíces de los árboles puedan penetrar en la corteza terrestre para así sostenerse y además supone el hábitat de otras comunidades de seres vivos. Los árboles de los bosques y selvas hacen que disminuya la fuerza del agua cuando llueve, también previene de que haya fuertes torrentes y reduce el efecto de las inundaciones y crecidas de los ríos evitando así la pérdida del suelo.
Regulación del clima
Bosques y selvas contribuyen a regular el clima y la temperatura. A pesar de que las plantas absorban el agua que cae, también liberan una importante cantidad que es lo que se conoce como evapotranspiración.
Para hacernos una idea mejor de qué es la evapotranspiración podríamos compararla con la sudoración de los animales. Las altas temperaturas hacen que la planta libere el agua que tienen en su interior. Este proceso es especialmente importante en las selvas o bosques tropicales donde las temperaturas y las precipitaciones son altas. En estos casos debido a la evapotranspiración de las plantas se pueden formar grandes nubes que se desplazan por el viento y vuelven a precipitar en otros lugares o de nuevo en la selva. Estas grandes nubes pueden llegar a cubrir todo el espacio aéreo de las selvas, lo que hace que la radiación del Sol se refleje y por tanto la temperatura del planeta disminuya.
Cobijo y alimento de otros seres vivos
Los bosques y las selvas están formados por numerosas especies vegetales y las condiciones climáticas que existen en ellos permiten que se establezcan otros organismos como hongos, líquenes y animales. En estos bosques existen zonas de claros y sombras, zonas más húmedas y otras más secas, etc. que se convierten en el hábitat de muchas especies. Además, hay especies que se han acostumbrado a vivir en los árboles, en el suelo, sobre los mismos árboles que forman los bosques y selvas (plantas epífitas como las bromelias) y, en muchos casos, los organismos han establecido relaciones mutualistas con otros. Por otro lado, los bosques y las selvas se encuentran en el origen de arroyos, ríos y otros ecosistemas acuáticos que suponen nuevos hábitats para otras formas de vida.
Estos ecosistemas también tienen complejas relaciones o redes tróficas con distintos niveles, ya que las fuentes de alimento son numerosas y variadas. Por ejemplo, una planta es comida por una mariposa, que es comida a su vez por un sapo, este por una serpiente y finalmente esta es comida por un búho. Además, cuando estos animales mueren existen organismos descomponedores (hongos, bacterias, invertebrados) que transforman los restos orgánicos en nutrientes y minerales que pueden volver a ser utilizados por los organismos productores.
Cuáles son las amenazas de bosques y selvas
Por último, es importante matizar que la supervivencia de los bosques y selvas se encuentra amenazada por la actividad humana. Históricamente los bosques fueron utilizados para la obtención de alimento, plantas medicinales y madera para las construcciones humanas (viviendas, herramientas, barcos, ferrocarril, etc.). Especialmente esta última causó la desaparición de muchos de los bosques que cubrían casi todo el planeta hace miles de años. Actualmente, los bosques solo cubren en torno a un 25-35% de la superficie terrestre.
Tras las revoluciones industriales de los siglos XVIII y XIX y del aumento de la población, la tala de los bosques se intensificó para obtener madera, ampliar las superficies de cultivo y obtención de carbón entre otros. También sucedió que durante mucho tiempo se pensó que los bosques eran el refugio de malhechores, delincuentes y furtivos, y por desgracia, se talaron otras muchas hectáreas forestales para prevenir la delincuencia.
Actualmente, el incesante crecimiento de la población, la búsqueda de recursos energéticos y minerales, los incendios forestales y la contaminación están haciendo desaparecer los bosques que aún quedan sobre el planeta y, por tanto, poniendo en peligro la existencia de numerosas especies y la nuestra propia, puesto que si los bosques desaparecen los beneficios que obtenemos de ellos también lo harán.
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