Huracanes: qué son, cómo se forman y categorías

Los huracanes son fenómenos meteorológicos extremos que se desarrollan en océanos cálidos, especialmente en regiones tropicales. Estos eventos son conocidos como ciclones tropicales en algunas partes del mundo y tifones en el Pacífico noroeste. Estas son sus principales características:

• Son sistemas complejos que involucran procesos atmosféricos y oceánicos, y su formación suele estar asociada con aguas oceánicas con temperaturas superiores a los 26.5 grados Celsius.
• El proceso de formación de un huracán comienza con la interacción de aire caliente y húmedo sobre la superficie del océano. Cuando este aire asciende, crea una baja presión en la superficie, y el aire circundante es atraído hacia el centro de la baja presión. A medida que el aire se eleva, se enfría y condensa, liberando calor latente y alimentando el sistema.
• La fase inicial se denomina depresión tropical, donde los vientos alcanzan velocidades de hasta 63 km/h.
• A medida que el sistema se fortalece y los vientos superan los 63 km/h, se clasifica como tormenta tropical. En esta etapa, se le asigna un nombre, siguiendo un sistema establecido por las agencias meteorológicas regionales.
• Si la tormenta tropical continúa intensificándose y alcanza vientos sostenidos de al menos 119 km/h, se convierte en un huracán.
• Los huracanes se clasifican en cinco categorías según la escala de vientos de Saffir-Simpson, que va desde la categoría 1 hasta la categoría 5, siendo esta última la más intensa.
• El ojo del huracán es una característica distintiva, una región de calma relativa en el centro del sistema, rodeada por una pared de nubes densas y tormentosas.
• La energía liberada por el huracán es fenomenal, y la capacidad destructiva está asociada con los fuertes vientos, las lluvias torrenciales y las marejadas ciclónicas.

La formación de un huracán implica un conjunto de condiciones atmosféricas y oceánicas específicas.

1. Los huracanes se forman sobre aguas oceánicas cálidas, generalmente con temperaturas superiores a los 26.5 grados Celsius. El calor del agua actúa como una fuente de energía que alimenta el sistema.
2. El aire cálido y húmedo se eleva desde la superficie del océano.
3. A medida que asciende, se enfría y se condensa, liberando calor latente en el proceso.
4. Este calor libera más energía en la atmósfera, alimentando el desarrollo del sistema.
5. La evaporación del agua y la liberación de calor crean una zona de baja presión en la superficie.
6. El aire circundante es atraído hacia esta área de baja presión, creando vientos convergentes que alimentan la circulación del huracán.
7. Como la rotación de la Tierra desvía los vientos hacia la derecha en el hemisferio norte y hacia la izquierda en el hemisferio sur, crea un patrón de rotación en el sistema. Este efecto es esencial para la formación de ciclones tropicales y les proporciona su característica forma de espiral.
8. Cuando la circulación de aire se organiza y los vientos alcanzan velocidades sostenidas de al menos 63 km/h, se forma una depresión tropical. En esta etapa, se le asigna un número para su identificación.
9. Si la depresión tropical continúa fortaleciéndose y alcanza vientos sostenidos de 63 km/h o más, se clasifica como tormenta tropical y recibe un nombre.
10. Cuando los vientos superan los 119 km/h, la tormenta se convierte en un huracán. La intensidad se clasifica en las categorías de la escala de Saffir-Simpson.

Las categorías de los huracanes se clasifican según la escala de vientos de Saffir-Simpson, que proporciona una medida de la intensidad de un huracán en función de la velocidad de sus vientos sostenidos. Esta escala va desde la categoría 1 hasta la categoría 5, siendo la categoría 1 la menos intensa y la categoría 5 la más devastadora:

• Categoría 1 (Vientos de 119-153 km/h): huracanes de esta categoría suelen causar daños mínimos. Los vientos pueden derribar árboles pequeños, causar daños a infraestructuras ligeras y provocar inundaciones costeras. Las preparaciones y evacuaciones son a menudo suficientes para gestionar los riesgos asociados.
• Categoría 2 (Vientos de 154-177 km/h): los huracanes de categoría 2 presentan un riesgo significativamente mayor. Los vientos más fuertes pueden causar daños extensos, derribar árboles grandes y provocar cortes de energía prolongados. Las áreas costeras pueden experimentar inundaciones más severas.
• Categoría 3 (Vientos de 178-208 km/h): se considera que los huracanes de categoría 3 son "mayores" y tienen el potencial de causar daños devastadores. Los vientos pueden derribar árboles grandes, destruir estructuras y provocar cortes de energía generalizados. Las inundaciones costeras son significativas.
• Categoría 4 (Vientos de 209-251 km/h): los huracanes de esta categoría son extremadamente peligrosos y pueden causar daños catastróficos. Los vientos pueden derribar la mayoría de los árboles, destruir residencias y generar inundaciones importantes. La evacuación es esencial para garantizar la seguridad pública.
• Categoría 5 (Vientos de 252 km/h o más): los huracanes de categoría 5 son los más intensos y destructivos. Los vientos pueden causar daños generalizados, destruir estructuras y provocar inundaciones masivas. Las áreas afectadas pueden enfrentarse a condiciones extremadamente peligrosas y la evacuación es crucial para minimizar pérdidas de vidas.

Algunos de los huracanes más fuertes de la historia han dejado huella y graves consecuencias. Estos son los siguientes:

• Huracán Patricia (2015): Patricia es considerado como el huracán más fuerte registrado en el hemisferio occidental. Alcanzó la categoría 5 con vientos sostenidos de 345 km/h antes de tocar tierra en México. Afortunadamente, gran parte de su impacto directo fue en áreas menos pobladas, lo que ayudó a minimizar las pérdidas humanas.
• Huracán Irma (2017): Irma fue un huracán extremadamente poderoso que afectó a varias islas del Caribe y la Florida. Alcanzó la categoría 5 con vientos sostenidos de 298 km/h durante un período prolongado. Aunque perdió algo de intensidad antes de llegar a Florida, dejó una amplia destrucción en su camino.
• Huracán Haiyan (2013): conocido localmente como Yolanda, Haiyan golpeó las Filipinas y Vietnam, siendo uno de los tifones más fuertes jamás registrados. Alcanzó la categoría 5 con vientos sostenidos de 315 km/h. Aquí puedes conocer mejor Qué es un tifón y cómo se forma.
• Huracán Allen (1980): Allen es recordado como uno de los huracanes más intensos en el Atlántico, alcanzando la categoría 5 en tres ocasiones diferentes durante su trayectoria. Aunque no causó impactos directos significativos en tierra firme, su fuerza extrema y su trayectoria errática lo hicieron destacar en la historia de los huracanes.
• Huracán Wilma (2005): Wilma es conocido por ser el huracán más fuerte registrado en el Atlántico en términos de presión atmosférica. Alcanzó la categoría 5 con vientos sostenidos de 295 km/h. Impactó México y el sur de Florida, causando daños significativos y pérdidas materiales considerables.

Ya has aprendido más acerca de qué son los huracanes, cómo se forman y cuáles son sus categorías, te recomendamos leer sobre la Diferencia entre huracán y tifón y Qué diferencia hay entre huracán y tornado.

Si deseas leer más artículos parecidos a Huracanes: qué son, cómo se forman y categorías, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Fenómenos meteorológicos.