Para qué sirve la energía solar
Muchas canciones infantiles siempre han reflejado la importancia que tiene el Sol por los seres vivos, por lo que desde pequeños ya podemos hacernos una idea. El Sol es la estrella más grande del Sistema Solar, la que nos proporciona luz y calor y la que ha posibilitado la vida en la Tierra desde hace millones de años. En el Sol ocurren una serie de transformaciones químicas, en las que el hidrógeno se transforma en helio y en las que se liberan cantidades ingentes de energía que se libera hacia el espacio. Esa energía llega a la Tierra y es la que conocemos como energía solar. Para saber más sobre para qué sirve la energía solar continúa leyendo en EcologíaVerde porque te mostramos la respuesta.
Qué es la energía solar
La energía solar es aquella que procede de los rayos solares. Esta estrella emite una radiación electromagnética que llega a la Tierra en forma de luz y calor. Cada año nuestro planeta recibe 180 billones de kilovatios de potencia procedentes del Sol, aunque una parte se devuelve al espacio por la reflexión que produce la atmósfera. Esto se traduce en que en un día soleado a la superficie terrestre puede llegar 1 kilovatio por metro cuadrado.
El sol lleva alumbrándonos 4.543.000.000 de años y la comunidad científica considera que aún lo hará por quinientos mil más. Debido a su carácter inagotable, actualmente es uno de los recursos energéticos renovables o recursos naturales inagotables más importantes en el mundo. La energía solar es una fuente de energía alternativa sostenible y que tiene un menor impacto ambiental; no genera residuos ni emite gases tóxicos. Sin embargo, tiene el inconveniente de que la luz del sol es intermitente y no llega por igual a todas las zonas del planeta.
Por ejemplo, España, por su geolocalización y clima, dispone de una de las mayores tasas de radiación solar de Europa, una cifra similar a la de los países latinoamericanos. Se estima que por metro cuadrado recibe una cantidad de 1.500 kilovatios por hora durante el año. Por desgracia, no nos encontramos entre los países que más basan su producción energética en la energía solar. Nos superan países como China, y en Europa, Alemania lidera en producción energética solar.
La energía solar tiene numerosas aplicaciones, tanto en el mundo natural interactuando con todos los seres vivos, como en la economía humana. El sol nos proporciona a todos los seres vivos luz, energía y calor, pero los humanos sacamos más provecho para nuestro estilo de vida. Con esta energía conseguimos electricidad, calor, transporte y mucho más. A continuación, te describimos los usos más importantes de la energía solar.
Para qué sirve la energía solar en la naturaleza
Como hemos dicho antes, la energía solar la usamos todos los seres vivos y estos son los principales usos que se le da en la naturaleza a esta fuente de energía:
Fotosíntesis
Gracias a la energía solar las plantas, algas y cianobacterias pueden realizar la fotosíntesis. La fotosíntesis, como ya sabemos, es el proceso por el cual estos seres vivos obtienen la materia orgánica y energía que necesitan para vivir. La energía solar es captada por la clorofila, un pigmento muy sensible a la luz que se encuentra en las células vegetales, concretamente en unos orgánulos llamados cloroplastos. Además, para que ocurra la fotosíntesis se necesita agua y dióxido de carbono. La luz solar provoca la fotólisis, es decir, la rotura de las moléculas de agua separándose en hidrógeno y oxígeno. El oxígeno se libera a la atmósfera y el hidrógeno se utiliza en otras reacciones que permiten al organismo obtener materia orgánica y energía. La importancia de la fotosíntesis reside en que nos proporciona el oxígeno que necesitamos para vivir, disminuye los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera (reduciendo el efecto invernadero) y sobre todo transforma la energía solar en energía disponible para el resto de los seres vivos.
Te recomendamos aprender más leyendo este otro post sobre Fotosíntesis: qué es, proceso e importancia.
Fuente de vitamina D
Siempre hemos escuchado aquello de “ponte un ratito al sol para coger vitamina D”. Aunque el Sol no nos proporciona directamente la vitamina D, sí es cierto que los rayos ultravioleta activan la maquinaria enzimática de nuestras células de la piel para fabricarla. La vitamina D permite al organismo fijar el calcio que es tan importante para nuestros huesos, para el movimiento de los músculos, la transmisión del impulso del nervioso y ayuda al sistema inmune a luchar contra los organismos patógenos. Gracias al Sol y su energía se puede ayudar a prevenir enfermedades como la osteoporosis, el raquitismo, la fibriomalgia y las depresiones entre otros. Por tanto, el Sol nos proporciona otro servicio muy importante, el de la salud.
Regulación de la temperatura corporal
Para que el metabolismo de los animales sea el adecuado se necesita una temperatura determinada. A nivel fisiológico los animales pueden clasificarse en endotermos o ectotermos en función de si son capaces o no de regular su propia temperatura corporal. La temperatura corporal de los endotermos o antiguamente llamados animales de sangre caliente, como aves y mamíferos, depende de las reacciones químicas que ocurren en su cuerpo. Sin embargo, la temperatura de los ectotermos o antiguamente denominados animales de sangre fría; reptiles, anfibios, peces e invertebrados, depende del medio en el que viven. Para ellos es muy importante la energía solar, pues de ella depende que se active su metabolismo y puedan moverse, cazar, huir de los depredadores y buscar refugio. Pueden obtenerla directamente de la luz solar o por el contacto con superficies previamente calentadas por el Sol.
Para qué sirve la energía solar en la vida cotidiana de las personas
Aparte de lo básico que proporciona a todos los seres vivos, la energía solar nos sirve para lo siguiente en nuestra vida cotidiana:
Electricidad
La energía solar se convierte en electricidad gracias a los paneles fotovoltaicos. Los paneles foltovoltaicos están compuestos por celdas o células fotovoltaicas. Estas celdas están construidas con materiales semiconductores, es decir, materiales capaces de comportarse como conductores de electricidad o como aislantes. Los semiconductores más utilizados son el silicio y el arseniuro de galio y se combinan con otros elementos como el fósforo o el boro para generar una diferencia de cargas negativas y positivas y, así crear la electricidad. La electricidad se define como el movimiento de los electrones desde el polo negativo al positivo. Cuando los fotones de los rayos solares excitan a los electrones, comienzan a moverse hacia las cargas positiva y es en ese momento cuando se produce la corriente eléctrica.
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Calor y frío
La energía solar también se utiliza para producir el calor que necesitamos en nuestros hogares, por ejemplo para la calefacción o para calentar la comida. Para ello se emplean paneles solares térmicos. Consisten en unos espejos parabólicos que concentran los rayos solares y los dirigen hacia un punto concreto, normalmente un tanque con agua. El agua se calienta y fluye hasta nuestras casas donde se puede utilizar en la ducha, para cocinar e incluso en la calefacción
Esta tecnología también puede utilizarse para generar aire frío como el que sale por los aparatos de aire acondicionado, a esta alternativa ecológica se la conoce como “frío solar”. Se sigue el mismo proceso que antes solo que se añade un absorbente de calor, el bromuro de litio, que permite que el aire se vuelva frío.
Medios de transporte
Gracias a la energía solar podemos conseguir medios de transporte más sostenibles y ecológicos. Aunque ya existen vehículos eléctricos se podría dar un paso más si esa electricidad que consumen procediera de energías limpias y renovables. Instalando paneles solares fotovoltaicos se lograría la energía eléctrica necesaria para que coches, tranvías e incluso aviones pudieran moverse.
Riego artificial
La tecnología de la energía solar también se emplea para los sistemas de riego en jardines, fincas y cultivos. Existen las bombas de agua solares que permiten la extracción y el transporte de masas de agua gracias a la electricidad que se produce por los paneles solares fotovoltaicos que tienen conectados. Además, algunas de estas bombas contienen baterías que acumulan la energía para seguir funcionando cuando no hay luz solar disponible.
Para terminar, aquí puedes ver un vídeo educativo sobre la energía solar.
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