Rosa del desierto: cuidados

La Adenium obesum, que es el nombre científico de la rosa del desierto, tiene las siguientes características:

• Es un arbusto perenne de la familia Apocynaceae. Puede llegar a alcanzar alturas de hasta 3 metros, aunque lo habitual es que sea de alrededor de 1 metro o menos, sobre todo en jardines y macetas.
• Uno de los rasgos más distintivos de esta planta es su peculiar tallo, que va engordando conforme la planta crece, debiendo a esta característica su nombre científico. Como planta suculenta que es, la planta almacena sus depósitos de agua en su grueso tallo, en lugar de en las hojas como hacen otras.
• La adenium da unas llamativas flores tubulares con cinco pétalos, habitualmente de un color rosa muy intenso y bonito, aunque también pueden ser rojas o blancas.
• Se trata de una planta muy común en decoración, así como el bonsái de rosa del desierto por su peculiar forma.
• Es importante tener en cuenta que su savia es tóxica, por lo que debemos tener cuidado con ponerla al alcance de niños o mascotas, que podrían intoxicarse si la muerden o ingieren por error.

El adenio, como muchas suculentas, tiene unos requisitos bastante estrictos en cuanto al clima y la humedad a la que se expone, por lo que conviene prestar especial atención a estos puntos. Si quieres que tu planta se mantenga lo más en forma posible, sigue estas indicaciones sobre los cuidados de la rosa del desierto:

• Clima y temperatura: necesita temperaturas altas y aguanta muy bien el calor. No soporta las temperaturas bajas, sobre todo si bajan de los 10 ºC.
• Ubicación y luz: debido a las temperaras que necesita, hay que ponerla en el sol para que tenga mucha luz una buena temperatura.
• Riego: una vez cada 10 o 15 días en los meses cálidos y una vez al mes durante los meses algo fríos si está en exterior.
• Sustrato: es necesario que tenga un sustrato bastante poroso para favorecer el drenaje y evitar encharcamientos. Asegúrate de que el suelo drena bien o de que la maceta tenga agujeros.
• Abono: usa solo abono para suculentas y aplica un poco en los meses de verano.

Seguidamente, ampliaremos la información de los cuidados del adenio o rosa del desierto.

Esta planta tiene su origen en zonas muy calurosas y secas de África y Arabia, por lo que, solo con esto, ya podemos hacernos una idea bastante clara de cuáles son sus necesidades en cuanto a temperatura y ambiente. La rosa del desierto es muy resistente al calor, pero no tolera temperaturas por debajo de los 10 ºC.

Teniendo esto en cuenta, es muy probable que necesites plantar tu adenio en una maceta, para así poder resguardarlo en interior en los meses fríos, o deberás trasplantarla si en tu zona las temperaturas caen por debajo de los 10 ºC en los meses fríos.

Como hemos indicado antes, nada mejor que fijarse en las condiciones del entorno original de una planta para saber cuáles son sus necesidades. Por tanto, la rosa del desierto, fiel a su nombre, debe ser ubicada a pleno sol, incluso en verano y en zonas calurosas.

Esta planta necesita de una gran cantidad de iluminación para desarrollarse correctamente y, aunque puede ser cultivada en interior, necesitará de una ubicación con la mayor cantidad de luz directa posible, tanto en los meses fríos como en los cálidos.

Como ocurre a una gran cantidad de plantas crasas, el adenium es especialmente sensible al exceso de humedad, que es el factor más peligroso. Riega siempre sin mojar la planta ni sus flores, sobre todo cuando les da el sol, y no lo hagas hasta que el sustrato esté casi seco del todo. Para acertar con el riego, ten en cuenta que, normalmente, será suficiente con un riego cada 10 o 15 días en los meses cálidos, y de una vez al mes en los fríos.

Lo más importante con la tierra o sustrato de esta planta es que proporcione un drenaje tan efectivo como sea posible. Para esto, lo mejor es mezclar turba con arena de río u otros materiales porosos que contribuyen a este efecto, como la fibra de coco. No es necesario que sea un suelo muy rico en nutrientes, pero si el drenaje no es suficiente, la rosa del desierto sufrirá. Si plantas tu rosa del desierto en una maceta, asegúrate de que cuenta con agujeros de drenaje.

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En los meses más cálidos, la planta agradecerá un aporte extra de nutrientes en su sustrato para desarrollarse bien y llegar a florecer. Para ello, usa siempre abono específico para plantas suculentas o crasas, y aplícalo siguiendo las instrucciones concretas del envase, no más de dos o tres veces en verano. Si abusas del abono, la planta puede sufrir exceso de alguno nutrientes que conlleven una enfermedad.

Se puede podar el adenio para darle la forma que más nos guste, como hacen los que aplican en él la técnica del bonsái. Sin embargo, es bueno fertilizar adecuadamente antes de cada poda para que la planta esté fuerte, y resulta básico hacer los cortes de forma que no se acumule agua en ellas. Aplicar en los cortes canela en polvo ayudará a que cierren antes y sin infecciones por hongos.

Hay que tener cuidado al utilizar la poda como estimulante de la floración, pues no debe usarse a menos que sea muy necesario, ya que este tipo de poda en concreto resulta muy agresiva para la planta.

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