Cirrípedos: qué son, características y reproducción

Durante mucho tiempo se creyó que los cirrípedos eran moluscos debido a sus semejanzas morfológicas, pero gracias a estudios realizados se demostró que las larvas de los cirrípedos eran como las de los crustáceos. Hoy en día podemos confirmar que los cirrípedos pertenecen a la subclase Cirripedia y que se encuentran dentro del subfilo Crustacea.

Te invitamos a conocer algunas de las características de estos extravagantes organismos:

• Es el único grupo de crustáceos sésiles: algunos son de vida libre y otros parásitos de animales.
• Viven fijos a un sustrato: la mayoría se ubica sobre la superficie de piedras, objetos flotantes, pilotes o animales, mientras que, aquellos que son parásitos suelen alojarse en cavidades internas de cangrejos y otros animales.
• Su nombre se debe a que presentan 6 pares de apéndices torácicos: son llamados “cirros”, los cuales utiliza para mover el agua y atrapar las partículas que hay suspendidas en ella para alimentarse.
• Tienen una especie de manto: cubre todo el cuerpo de las larvas y también de los adultos, se abre en la parte superior por donde el organismo asoma los cirros. El manto está formado por placas calcáreas ligeramente articuladas o cementadas entre sí.
• Las especies que son parásitas han cambiado su estructura morfológica totalmente: esto lo hacen para adaptarse a su forma de vida, tanto que algunas solo puede identificarse en su estado larval. Te contamos más sobre el Parasitismo: definición y ejemplos, aquí.
• Sufren una metamorfosis a lo largo de su desarrollo: pasando por un estado larval, postlarval, juvenil y adulto. Descubre más detalles sobre Qué es la metamorfosis en el siguiente artículo.
• Se han descrito cerca de 1.300 especies de cirrípedos: entre los cuales hay dos tipos morfológicos bien conocidos; los balanos y los percebes.
• Los balanos presentan un manto cónico y truncado: las placas calcáreas están fusionadas entre sí y se fijan al sustrato por medio de glándulas de adhesión que se encuentran en una base membranosa.
• Los percebes presentan un pedúnculo carnoso: encima del mismo llevan el resto del cuerpo cubierto por placas calcáreas unidas por ligamentos elásticos, asemejándose a las almejas.
• El último estadio larval se llama “larva cipris”: la misma presenta forma bivalva, es capaz de adherirse al sustrato gracias a glándulas cementantes y tiene glándulas antenulares que utiliza para explorar el sustrato.

Los cirrípedos podemos dividirlos en tres grandes grupos, veamos cuáles son y ejemplos de cada uno de ellos:

• Cirrípedos parásitos (infraclase Rhizocephala): como el percebe Sacculina carcini, parasito del cangrejo común de mar (Carcinus maenas).
• Cirrípedos excavadores (infraclase Acrothoracica): como Australophialus pecorus y Kochlorinopsis discoporella.
• Cirrípedos verdaderos (infraclase Thoracica): como Pollicipes pollicipes y Austromegabalanus psittacus, un percebe y un balano respectivamente consumido en la gastronomía. También tenemos a Chelonibia testudinaria y Platylepas hexastylo son balanos epibiontes de tortugas marinas.

Todos los cirrípedos son marinos y algunos otros estuariales, se los encuentra en:

• Litorales rocosos.
• Sustratos artificiales: como plástico, muelles, embarques, madera.
• Organismos vivos: como tortugas, moluscos, cetáceos e incluso otros crustáceos.

Se encuentran ampliamente distribuidos en todo el mundo, uno de los factores que ha permitido su gran desplazamiento y colonización es el transporte de adultos adheridos en cascos de navíos.

Han desarrollado la capacidad de sobrevivir en ambientes extremos, como en zonas de altas temperaturas, en marea baja, bajo el impacto de las olas y hasta en chimeneas hidrotermales. Además habitan en un amplio rango de profundidades, desde zonas intermareales hasta el mar profundo.

Los cirrípedos de vida libre son animales filtradores, muchas especies se alimentan del plancton que logran capturar con sus cirros. Estos apéndices mueven el agua para capturar las partículas que se encuentran suspendidas en ella. En general los cirros posteriores son más largos y se utilizan como colectores de alimento, mientras que los anteriores son más cortos y se utilizan para transportar las partículas hacia la boca.

El tubo digestivo se divide en dos:

• Un estomodeo: en el que las mandíbulas y maxilas bien desarrolladas muelen la comida.
• Un proctodeo: que forma los paquetes fecales, entre ambos esta la zona de digestión.

Por su parte, las especies parásitas internas de animales, penetran en el interior de los tejidos del hospedador y absorben allí los nutrientes directamente.

Los cirrípedos pueden llevar a cabo dos tipos de reproducción, dependiendo de la forma que tengan. Por ello, nos encontramos con que:

• Las formas sésiles (como balanos y percebes): son preferentemente hermafroditas con fecundación cruzada.
• Los cirrípedos parásitos: suelen ser dioicos.

Los ovarios de los cirrípedos se encuentran en las paredes del manto o en el pedúnculo según se trate de especies sésiles o pedunculadas. Los testículos están en la región cefálica y se conectan a través de conductos espermáticos con un pene, el cual se introduce en la cavidad del manto de otro hermafrodita o de la hembra para liberar el esperma y fecundar.

Una particularidad es que el pene puede incrementar varias veces su longitud y así poder fecundar a cirrípedos vecinos que se encuentren más o menos lejos del mismo.

Los huevos son incubados dentro de la cavidad del manto, cuando eclosionan se liberan larvas que sufren sucesivas mudas hasta formar un adulto, la primera larva se llama nauplius, es nadadora y se alimentan del plancton. Luego da lugar a una larva cipris, la cual no se alimenta y tiene un caparazón bivalvo que cubre todo el cuerpo, incluyendo los cirros. Finalmente la cipris sufre una última transformación y da origen al adulto.

Te contamos más sobre los Animales hermafroditas: reproducción y ejemplos en este post de EcologíaVerde.

Como ya sabes qué son los cirrípedos, sus características y reproducción, para cerrar este artículo vamos a contarte dos curiosidades de estos organismos, una vieja y otra actual.

• Antiguamente (en la Edad Moderna) en Europa se creía que las aves barnaclas (Branta sp.) eran el final del proceso de metamorfosis de los percebes: es así que, en épocas de cuaresma, donde sólo se podían comer pescados y mariscos, la gente consumía estas aves, al igual que gansos y patos ya que creían que eran moluscos o crustáceos. De esta manera se “engañó” a la doctrina cristiana hasta el año 1200, cuando el Papa Inocencio III le puso fin a esa costumbre.
• Actualmente causan muchas pérdidas económicas: se adhieren a cascos de barcos, pilotes de muelles, alcantarillas, tuberías y plataformas marinas entre otras cosas, produciendo el deterioro de las estructuras. No solo demanda costos de limpieza y mantenimiento, sino que además la presencia de cirrípedos en los cascos aumenta la fricción de los barcos al navegar y, en consecuencia, incrementan el consumo de combustible.

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