Cómo podar un ficus

La mejor época para podar un ficus es casi siempre a finales de invierno, que es cuando la planta se encuentra en reposo vegetativo, con una actividad mucho menor, y, por tanto, cuando menos savia perderá y menos daño le hará la poda.

Sin embargo, si vives en una zona de clima lo bastante suave o sin inviernos muy fríos, también puedes podar tu ficus en otoño, ya que el frío no será un factor tan preocupante. Los excesos de ramas aún verdes, que todavía no se hayan lignificado, sí puedes podarlos en cualquier momento en que lo creas conveniente.

Las herramientas necesarias para la poda de un ficus no son distintas de la de la mayoría de especies de su tamaño. Unas tijeras de poda bien afiladas y adecuadamente desinfectadas antes y después de cada uso serán más que suficientes para las ramas de menos de 1 cm de grosor, mientras que las ramas mayores, ya lignificadas (con aspecto de madera), pueden requerir del uso de una sierra de mano, también debidamente desinfectada.

Esterilizar las herramientas es siempre muy importante, incluso entre distintas plantas, para no contagiar enfermedades entre ellas.

El ficus benjamina se caracteriza por sus hojas de menor tamaño y por su menor crecimiento, aunque puede llegar a alcanzar alturas de hasta 15 metros. Así, en jardines de pequeño tamaño o como planta de interior, cultivado en maceta, será necesario realizar podas suaves y constantes entre una y dos veces al año, evitando podas drásticas o muy agresivas. Para podar el ficus benjamina sigue estos consejos y pasos:

• Recorta todas las ramas entre 2 y 5 cm con unas tijeras o tenazas, dependiendo del tamaño de tu ficus. Esta poda puede realizarse en torno al inicio de la primavera, o un poco antes, y ayudará a controlar el crecimiento de la planta y a darle una copa más tupida y densa.
• También es habitual el uso de los ficus benjamina con la técnica del bonsái. Evidentemente, el cuidado de un bonsái de ficus benjamina requiere de bastantes más cuidados y podas, aunque sigue siendo un bonsái considerablemente sencillo de cuidar. En este caso, la poda se realiza al inicio de la primavera y durante esta y el verano se pinza constantemente. En otoño se alambran las ramas para darles la forma deseada.

Te recomendamos leer estas guías de Cuidados del ficus benjamina y de Cuidados del bonsái ficus benjamina.

Al podar el ficus robusta o elástica hay que tener cuidado de no mancharse la piel con el látex de sus tallos, que resulta irritante en piel y ojos. Como en el ficus benjamina, será necesario utilizar una tijera de poda o una sierra de mano en función del grosor de la rama y seguir estos consejos:

1. Poda todas las ramas viejas o en mal estado, incluyendo aquellas que no tengan hojas, así como aquellas que se orienten de forma indeseable para la planta.
2. Si buscas eliminar una rama de forma permanente, poda en su base de crecimiento, mientras que si quieres que siga creciendo, hazlo después de un nudo.
3. Recuerda realizar siempre un corte oblicuo y no recto.
4. Cuando el ficus robusta se trasplanta, es habitual realizarle también una poda de raíces, que ayude a la planta a seguir desarrollándose de forma saludable.

Si tu ficus se está desarrollando demasiado de forma horizontal y no hacia arriba, necesitarás practicarle una poda de formación, como haríamos con la mayoría de arbustos o árboles. Sigue estos consejos y pasos para podar un ficus para que crezca hacia arriba recto y no se extienda tan horizontalmente:

1. Busca las ramas principales que quieres que se desarrollen hacia arriba y practícales una poda severa después de un nudo, de forma que se estimule el crecimiento de las mismas.
2. Comprobarás cómo las ramas podadas dan lugar a nuevos brotes más fuertes, que debes ir podando también para controlar el plano de crecimiento de tu planta.
3. También es vital eliminar las ramas que no quieras y retirarle a la planta los chupones y ramas enfermas, que le robarán nutrientes a las otras.

Normalmente es mejor evitar las podas drásticas con estos árboles, pero un ficus viejo o maltratado puede necesitar una poda de rejuvenecimiento para recuperar un buen estado. En este caso hay dos opciones:

• Si la planta es vieja pero fuerte, podemos cortar toda su parte aérea a ras de suelo, asegurándonos de cuidarle el corte y proporcionándole riego y abonos adecuados.
• Si el ficus no tiene un tronco en un mínimo buen estado que indique que no tiene bastante fuerza para aguantar una poda tan drástica, cortaremos la mitad de sus ramas al nivel de su inserción, manteniendo las otras solo a la mitad o a un tercio de su longitud en su brote más fuerte.

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