Cuidados del rododendro
El rododendro es un arbusto que, aunque menos conocido para el gran público, resulta toda una estrella entre los aficionados a la jardinería. Las claves de su popularidad son su preciosa floración y su gran resistencia, resultando en un gran aliado para cualquier jardín o espacio verde, que además necesita de pocos cuidados.
Si quieres aprender a cultivar rododendros y hacerlos crecer lo más bonitos posible, no te vayas y sigue leyéndonos en este artículo y guía completa de EcologíaVerde donde te contamos todos los cuidados del rododendro.
Características del rododendro
Hablamos del rododendro, azalea o Rhododendron, un arbusto de hoja perenne que tiene su origen en el Extremo Oriente. La planta se hizo tan popular entre los aficionados y profesionales durante el siglo XIX que su cultivo se extendió por toda Europa, acabando por llegar incluso a Estados Unidos.
En realidad se trata de todo un género de plantas que cuenta con más de 1.000 especies diferentes. Abarca desde pequeños arbustos y plantas de alrededor de 20 cm de altura, hasta grandes árboles que alcanzan hasta los 30 metros, siendo así una de las flores más comunes del mundo.
En jardinería y decoración, lo más común es trabajar con variedades de tamaño medio, siendo arbustos de crecimiento controlado. Como hemos mencionado, una de sus más apreciadas características es su espectacular floración, con inflorescencias agrupadas de vivos tonos rosas, rojos o blancos, que la planta produce en los meses cálidos en gran cantidad, llegando a cubrir casi la totalidad de ella.
Sus flores son muy efectivas atrayendo polinizadores, por lo que el cultivo del rododendro beneficiará a todo el jardín. También es importante mencionar que se trata de plantas venenosas, por lo que hay que tener mucho cuidado si se tienen mascotas o niños pequeños en el mismo espacio, no poniéndolas a su alcance.
En estos otros artículos que te recomendamos puedes consultar los Tipos de árboles de hoja perenne o Cuáles son las plantas más venenosas del mundo
Ubicación y clima para el rododendro
El rododendro puede cultivarse tanto directamente en el suelo del jardín como en maceta, aunque en este último caso es conveniente estar al tanto de qué especie en concreto de rododendro tenemos para poder prever mejor su potencial crecimiento. En cualquier caso, incluso una especie de gran tamaño crecerá mucho menos en una maceta, como ocurre con todas las plantas.
Lo ideal es ubicar la planta a pleno sol, buscando la incidencia directa durante todas las horas posibles. Aunque también es posible cultivarlo en interior en maceta, es importante buscarle una ubicación lo más iluminada posible, junto a ventanas con mucha incidencia durante al menos 4 horas al día.
En cuanto al clima, esta resistente planta puede adaptarse a una amplia variedad de climas. De hecho, es uno de los motivos de su rápida expansión por todo el mundo. Su único punto débil en este aspecto son las temperaturas muy bajas, ya que no soporta las heladas y pueden llegar a ser fatales para la planta, especialmente en sus primeros meses de vida. Si vives en una zona fría, planta tu rododendro después del invierno, de forma que tenga tiempo de crecer y ganar fortaleza antes de que el frío llegue.
Suelo para el rododendro
Si la luz es el punto más importante en el cuidado del rododendro, el suelo es el segundo. Se trata de una planta acidófila, que prefiere y necesita en cierto grado de suelos con un pH bajo. Es necesario procurarle un suelo ácido, o acidificarlo expresamente. Recomendamos usar siempre métodos ecológicos y naturales para esto, como el uso de vinagre o de zumo de limón, que no dañan el suelo.
También es vital que el suelo o sustrato del rododendro ofrezcan un buen drenaje. Las raíces de la planta son sensibles a la pudrición por encharcamiento y un exceso de humedad atraerá plagas y enfermedades muy dañinas para la planta.
Para más información sobre las Plantas acidófilas: qué son, ejemplos y cuidados, no dudes en leer este artículo de EcologíaVerde que te recomendamos.
Riego del rododendro
En verano es mejor regar con más frecuencia y en poca cantidad para asegurarse de no encharcar. Si vives en una zona muy cálida, puedes regar la planta dos veces al día, al amanecer y al anochecer. No riegues los días de lluvia, y reduce mucho la frecuencia y cantidad en los meses fríos.
También es importante no regar con agua corriente si tiene mucho contenido de cal, ya que esta puede volver el suelo alcalino y no apto para el desarrollo de la planta, provocando clorosis férrica. Si ves que tu rododendro muestra hojas amarilleadas, en las que solo el nervio se conserva verde, añade zumo de limón al agua de riego o aumenta el pH del suelo con vinagre. También conviene que dejes reposar el agua con que vas a regar durante 24 horas para que la cal se deposite, sin apurar el fondo del recipiente.
Si quieres saber más sobre la Clorosis en plantas: qué es y cómo eliminarla, lee este post que te sugerimos.
Abono y otros cuidados del rododendro
Se recomienda aportar algo de fertilizante orgánico al rododendro durante los meses cálidos para fortalecer su floración. Bastará con añadir humus de lombriz o compost cada dos semanas al suelo o sustrato, o usar un fertilizante específico para plantas acidófilas.
En cuanto a la poda, basta con mantener la planta limpia de hojas y ramas en mal estado. Sí es importante estar pendiente en cuanto a las plagas, pues las orugas con uno de los mayores peligros para el rododendro. Revisa la planta y retira cualquier oruga que veas, o usa algún insecticida ecológico casero si se volviera necesario.
No dudes en leer estos posts sobre Cómo hacer hummus de lombriz o los Tipos de compost que existen en EcologíaVerde.
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