Curiosidades de Mercurio


Mercurio es el planeta más pequeño, denso y el más cercano al Sol del sistema solar. Resulta el planeta más difícil de observar y, a diferencia de otros planetas, presenta una atmósfera tenue, un campo magnético débil y una órbita excéntrica. Además, un día en Mercurio equivale a dos tercios de su año. ¿Quieres saber más? En el siguiente artículo de EcologíaVerde te contamos todo lo que necesitas saber acerca de las curiosidades de Mercurio. ¡No te lo pierdas!
- Mercurio: el planeta más pequeño, denso y cercano al Sol
- Un día en Mercurio equivale a dos tercios de su año
- Presenta una atmósfera tenue
- Por la noche hace mucho frío y por el día mucho calor
- Su campo magnético es débil pero significativo
- Presenta una excéntrica órbita
- Es difícil de observar
- Su superficie presenta diversos cráteres
- Presenta dobles amaneceres
- Misiones espaciales enviadas a Mercurio
Mercurio: el planeta más pequeño, denso y cercano al Sol
Este es el planeta más pequeño y el más próximo al Sol del sistema solar. Presenta un diámetro de unos 4.880 km lo que lo vuelve más pequeño incluso que algunos satélites de Júpiter, como Ganímedes, y de Saturno, como Titán. Además, es el planeta más denso del sistema solar ya que 2/3 partes de Mercurio son de hierro.
En este otro post de EcologíaVerde te contamos más sobre Cuál es el planeta más pequeño y el más grande del Sistema Solar.

Un día en Mercurio equivale a dos tercios de su año
Mercurio gira en torno a su eje de forma muy lenta. Si lo comparamos con la Tierra, esta da una vuelta en 24 horas mientras que Mercurio lo hace en 59 días, lo que equivale a casi dos meses. Sin embargo, da una vuelta alrededor del Sol en tan sólo 88 días terrestres. Por ende, si bien su rotación es lenta, su movimiento de traslación no y, por esta razón, un día en Mercurio equivale a dos tercios de su año.
Presenta una atmósfera tenue
La gravedad de Mercurio es demasiado débil para mantener una atmósfera como la de la Tierra. Por ello, su atmósfera es extremadamente tenue y está compuesta principalmente de helio e hidrógeno, con pequeñas cantidades de sodio, posiblemente liberado de sus rocas. Esta delgada capa no protege al planeta de los impactos de objetos espaciales ni del viento solar, ni tampoco permite retener el calor. Como consecuencia, Mercurio está directamente expuesto a la radiación y a las partículas cargadas del viento solar, lo que provoca extremas fluctuaciones de temperatura en su superficie.
Por la noche hace mucho frío y por el día mucho calor
A causa de que presenta una atmósfera tenue incapaz de mantener el calor, las temperaturas durante la noche descienden hasta -180 °C, mientras que en el día la cara del planeta expuesta al Sol es de más de 400 °C. Si bien la atmósfera se encarga de retener el calor durante la noche, al ser tan débil este escapa rápidamente y el planeta se enfría. De hecho, radiotelescopios han demostrado que existe hielo en los cráteres que están bajo sombra, próximo a los polos, donde el frío alcanza 200 ºC bajo cero. Científicos estiman que el "hielo" podría ser sílice o algún otro compuesto congelado.
Su campo magnético es débil pero significativo
Mercurio posee un campo magnético aproximadamente 100 veces más débil que el de la Tierra. Los científicos consideran que este campo se genera a causa del núcleo de hierro líquido que es una gran parte del volumen del planeta. Estudios realizados por misiones espaciales como Messenger han revelado que el campo magnético de Mercurio es asimétrico, con una intensidad mayor en el hemisferio norte que en el sur. Este peculiar comportamiento sigue siendo objeto de estudio para los científicos, quienes buscan comprender mejor el funcionamiento interno del planeta.

Presenta una excéntrica órbita
Mercurio destaca por tener la órbita más excéntrica o extraña de todos los planetas de nuestro Sistema Solar. Su distancia respecto al Sol cambia notablemente entre 46 y 70 millones de km, lo que provoca cambios significativos en sus condiciones a lo largo de su trayectoria orbital. Esta variación define las extremas temperaturas de su superficie e influye en su dinámica interna y externa.
Es difícil de observar
Mercurio está relativamente cerca de la Tierra y brilla lo suficiente como para verlo sin ayuda, de hecho, en ocasiones brilla más que la estrella Sirio. Sin embargo, es difícil de observar porque está muy cerca del Sol. Sólo puede verse antes del amanecer o después del atardecer. En el hemisferio Norte, el mejor momento para observarlo es durante el atardecer en los meses de marzo y abril y al amanecer en septiembre y octubre. En el hemisferio Sur, es posible de observar en septiembre y octubre al atardecer y en marzo y abril al amanecer.
Su superficie presenta diversos cráteres
Al igual que la superficie de la Luna, Mercurio presenta numerosos impactos de meteoritos de grandes dimensiones. Algunos de ellos son recientes, mientras que otros más antiguos han sufrido un intenso proceso erosivo debido a los bruscos cambios de temperatura. Estos impactos han sido intensos ya que su débil atmósfera es incapaz de desintegrar o frenar el impacto de las rocas. Entre los cráteres más importantes y más grandes del sistema solar está la Cuenca Caloris con un diámetro de 1.550 km.
Presenta dobles amaneceres
Uno de los datos curiosos de Mercurio más sorprendentes es que presenta dobles amaneceres. Este fenómeno ocurre debido a la combinación de la lenta rotación del planeta y su órbita excéntrica. Durante momentos específicos del año mercuriano, alguien situado en la superficie del planeta llegaría a presenciar cómo el Sol parece salir, pararse, retroceder hacia el horizonte y salir de nuevo antes de continuar su recorrido por el cielo.
Esto sucede porque la velocidad de rotación y la velocidad orbital de Mercurio no son constantes a lo largo de su órbita. Al aproximarse al perihelio, que es el punto más cercano al Sol, la velocidad orbital de Mercurio incrementa lo suficiente como para superar por un instante su rotación. Esto crea la ilusión de un doble amanecer, un evento que no se observa en ningún otro planeta del Sistema Solar.

Misiones espaciales enviadas a Mercurio
A lo largo de la historia, solo tres misiones han sido dedicadas al estudio de Mercurio.
- La primera, Mariner 10, llegó en los años 70 y realizó varios sobrevuelos, capturando los primeros fotogramas de su superficie.
- Décadas después, en 2004, la sonda Messenger fue enviada para orbitar el planeta, convirtiéndose en la primera misión en lograrlo. Gracias a ella, se obtuvo información sobre la composición, su geología y su campo magnético.
- Ahora, la misión europea-japonesa BepiColombo, que salió en 2018, se encuentra en pleno viaje hacia Mercurio. Se cree que alcanzará su destino en 2025, marcando un nuevo capítulo en la exploración del planeta.
Ya conoces algunas curiosidades de Mercurio, por lo que ahora no te pierdas las Curiosidades de Urano y las Curiosidades de Júpiter.
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- Planetario Galileo Galilei. “Turismo por el sistema solar: Mercurio”. Disponible en: https://planetario.buenosaires.gob.ar/sites/default/files/2018-02/1-S_SOLAR-mercurio.pdf