El calentamiento global: explicación para niños

Lo primero que hay que tener en cuenta es que será más fácil explicarles las consecuencias que las causas. De este modo, lo más fácil para que los más pequeños puedan llegar a comprender realmente qué es el calentamiento global, será empezar por los efectos del calentamiento global más que por sus causas, aunque no parezca lo más lógico a priori.

En este sentido, será importante explicar a los niños que el calentamiento global es un proceso en el que la temperatura del planeta sube y cada vez está más caliente. Esto conlleva muchos problemas, ya que, al estar más caliente el planeta, los ecosistemas se ven afectados y desequilibrados. De hecho, un buen ejemplo que los niños pueden entender con facilidad es del deshielo de los polos. Al hacer más calor, el hielo del océano Ártico y de la Antártida se descongelan, lo que, entre varios efectos, provoca el aumento del nivel del mar. Esto significa que, si no se frena, en algunas décadas, sería posible que muchas de las ciudades costeras que los propios niños conocen llegasen a inundarse. Consulta aquí las Ciudades que desaparecerán bajo las aguas por el deshielo mundial.

Este ejemplo, aunque no constituye una representación de toda la problemática asociada al calentamiento global, sí que permite que los niños entiendan que se trata de un problema que afecta a todos, lo que puede ser un buen punto de partida para comprenderlo.

Otro ejemplo sencillo es que como los polos se derriten animales que viven allí como el oso polar están quedándose sin hogar, sin hábitat, y que están en peligro de extinción.

Naturalmente, una vez que los niños conozcan y comprendan qué es el calentamiento global, la siguiente pregunta será cuál es su causa. En este punto, es importante tener en cuenta la edad y los conocimientos de los niños en cuestión, ya que explicarles que hay ciertos gases que capturan el calor del Sol con más fuerza que otros, a lo que se denomina efecto invernadero, y que esto conlleva, de forma paulatina pero constante, el aumento de la temperatura global, puede ser un poco complicado. No obstante, si se adecua la explicación a los conocimientos de los niños, es muy probable que la explicación pueda ser satisfactoria.

Lo más recomendable será partir explicándoles que hay diferentes gases en el aire, y que, cada tipo de gas, tiene unas propiedades. De este modo, hay gases “buenos”, como el oxígeno, que ayudan a que el planeta se enfríe más rápido, y gases “malos”, como el dióxido de carbono, que hace que el planeta se caliente más rápido. Llegados a este punto de la explicación, es importante que los niños comprendan que, si reducimos el CO2 presente en la atmósfera, el calentamiento global se invertiría, o al menos se frenaría en un principio. Este elemento es importante en la explicación, ya que es el que va a permitir que los niños comprendan que la aceleración del calentamiento global es una consecuencia de nuestras acciones y que, llevando a cabo otras acciones, se puede conseguir el efecto contrario.

Explicar a los niños qué es el calentamiento global sin mencionar el efecto invernadero es bastante complicado o, al menos, sería una explicación sesgada. Una vez que los niños hayan comprendido cuáles son los efectos del calentamiento global, así como la presencia de diferentes gases con diferentes propiedades en la atmósfera, y que estos gases afectan de un modo u otro al calentamiento global, se podrá estar en disposición de explicar a los niños qué es el efecto invernadero.

Para explicarles qué es el efecto invernadero lo mejor será partir de la idea de que se trata de un problema que está entre medias de las acciones del ser humano y el calentamiento global. Para ello, lo más fácil será decirles que el efecto invernadero es lo que se produce cuando el calor del Sol no consigue escapar del aire del planeta debido a que la cantidad de los “gases malos” es muy elevada, lo que hace que se produzca y acelere el calentamiento global. Así mismo, un buen ejemplo que puede ayudarles a comprender el efecto invernadero es, simplemente, visitar un invernadero de verdad. De este modo, los niños podrán comprobar de primera mano la diferencia térmica que existe entre el interior y el exterior del invernadero en cuestión, lo que servirá para ilustrarles de que, con el planeta y los gases de efecto invernadero, sucede lo mismo.

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