Elaeagnus angustifolia o árbol del paraíso: propiedades y cuidados

• El árbol de paraíso crece como arbusto o árbol de hasta 7 o 10 metros de altura, tamaño máximo que alcanza a los 7 o 10 años de edad.
• Las ramas son flexibles y son de color blanquecino cuando el ejemplar es joven. Pueden tener espinas pequeñas.
• La corteza es de color rojiza a marrón.
• Las hojas simples y lanceoladas miden 10 centímetros de largo y se acomodan de forma alterna en torno al tallo, y recuerdan a las hojas del olivo. La parte de arriba es verde claro y la inferior es blanca. Están cubiertas por escamas que dan un aspecto velludo.
• Es caducifolio y en invierno pierde todas sus hojas.
• Produce flores amarillas pequeñas de cuatro lóbulos, que despiden un aroma fragante. Son observables de mayo a junio, durante el verano.
• De las flores se madura en otoño un fruto carnoso de color blanquecino o plateado, ovalado similar a una oliva y de producción muy abundante.

Los frutos del árbol del paraíso son comestibles y tienen grandes propiedades nutricionales. Son ricos en antioxidantes, vitaminas A, C y E, y tienen 10 veces más licopeno que el tomate. El crecimiento es rápido y a los 3 años ya se podrá disfrutar de los frutos. El mejor sabor se obtiene cuando los frutos se cortan cuando están muy maduros, porque hacerlo antes dejará una sensación desagradable en boca. El sabor recuerda a una mezcla de grosella y arándano. Se pueden comer solos, aunque es frecuente encontrarlos en mermeladas y conservas.

Es un árbol que atrae a aves y a otros animales silvestres que se alimentan del fruto. Esta cualidad puede ser aprovechada para tales fines y traer vida a nuestro espacio, aunque también hay que tener en cuenta que por esta razón se ha convertido un árbol invasor en muchas partes del mundo. Esto se debe a la dispersión involuntaria de semillas que son llevadas a sitios lejanos mediante el transporte por parte de los animales y otros factores, como el viento. También se ha vuelto una planta invasora por su resistencia a climas adversos y ha llegado a desplazar a muchas plantas nativas, figurando en listas de plantas nocivas de ciertos países.

Por otro lado, esta planta ha sido muy utilizada para proyectos de bioremediación y estabilización de suelo, porque ayuda a mejorar suelos erosionados o zonas dañadas. Incluso, crecerán con más fuerza después de fuegos. Esta cualidad se debe a sus raíces que pueden fijar el nitrógeno, lo que nos da ventajas sobre el mantenimiento de la planta.

En temas de jardinería, el árbol del paraíso se utiliza frecuentemente como planta de cobertura, ornamental por sus flores, como cortavientos, barrera o como fondo.

Se desarrolla mejor en condiciones de sol completo, aunque puede tolerar también la semisombra. No se recomienda en zonas donde el verano caliente sea muy húmedo, ni tampoco en lugares donde el invierno traiga heladas.

Puede plantarse en maceta, pero es más útil tenerlo directamente en suelo por su potencial de crecimiento y de cobertura.

Las raíces tienen la capacidad de fijar el nitrógeno del suelo, lo que les permite prosperar en los entornos más áridos e incluso mejorar la capacidad del suelo. Te aconsejamos leer sobre la Función del nitrógeno en las plantas y su importancia.

Tiene una ligera preferencia por los suelos alcalinos. También puede soportar suelos pesados y arcillosos, pero va a apreciar un buen drenaje, así que se recomienda acondicionar el lugar donde será sembrado con un poco de perlita. Tiene alta tolerancia a suelos salinos porque en su hábitat natural crece cerca de las costas. Por estas razones, no tienen grandes requerimientos de suelo.

Por otro lado, hay que considerar que puede sufrir de clorosis, es decir amarillamiento de hojas, si se tiene en un suelo poco profundo o calcáreo. Aquí puedes leer más acerca de la Clorosis en las plantas: qué es y cómo eliminarla.

El requerimiento de agua de esta planta es muy bajo. Soporta bien las sequías. Puede regarse una vez por semana, aumentando la frecuencia en verano para compensar las altas temperaturas que causan evaporación.

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Puesto que es un arbusto que llega a crecer muy alto podremos hacer poda para mantenerlo del tamaño deseado. Para ello, hay que cortar las ramas que sobresalgan del diseño que tenemos en mente. La poda rutinaria ayudará a dar mantenimiento a la planta, y particularmente para esta especie estimula el desarrollo.

Te recomendamos echar un vistazo a Las mejores tijeras de podar.

El método más fácil para reproducir el árbol del paraíso es mediante semillas, que pueden obtenerse en tiendas especializadas o directamente de los frutos maduros. Dentro de cada fruto se encuentra una semilla. Esta se colocará en una servilleta de papel húmeda por unos días para humedecerla bien y después se llevará a un almácigo o semillero hasta que crezca de buen tamaño para trasplantarlo a su lugar final.

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