Estrategias eficientes de captación de agua ambiental
El abastecimiento de agua es un grave problema en muchas zonas. A consecuencia del cambio climático y de un despilfarro sistemático de ese valioso y limitado recurso, cada vez son más las áreas que sufren eventos extremos, es decir, sequías crónicas y periodos de lluvias intensas, afectando al suministro de agua para uso industrial, agrícola y residencial hasta el punto de obligar a hacer cortes y restricciones constantes.
Además de constituir un recurso escaso en mayor o menor medida, y siempre de gran valor, si algo caracteriza al agua es que resulta necesaria e imprescindible. Sin embargo, cuando el recurso hídrico es insuficiente, demasiado a menudo se convierte en un lujo inaccesible, haciendo necesario recurrir a estrategias eficientes de captación de agua ambiental, tal y como mostramos en EcologíaVerde.
Almacenar agua de lluvia
Cuando existe una irregularidad de las precipitaciones es interesante aprovechar estos periodos de lluvias intensas para captar y almacenar agua de lluvia. En los hogares, suele utilizarse el mismo sistema de bajantes para dirigir el agua de lluvia hacia un colector, que puede ser desde un barril de agua hasta un cisterna (convencional o flexible, exterior o externa) o contenedor de cualquier otro tipo, como los fabricados para tal fin o, por ejemplo, un pequeño estanque o algibe.
Si se precisa recolectar una importante cantidad de agua, superior a la necesaria para el uso doméstico, existen diferentes sistemas de captación de lluvia a gran escala, obras públicas que adoptan distintas formas según presupuestos, condiciones meteorológicas y del terreno.
Algunas cubren una pendiente en una ladera con el objeto de canalizar el agua hacia depósitos que normalmente están enterrrados para aprovechar espacio y también la misma fuerza de la gravedad para hacerla llegar hasta los depósitos. Su uso es común como alternativa al costoso tratamiento del agua marina y otras aguas no aptas por presencia de metales pesados u otra contaminación.
DrainDrops o el Ecomuro Cisterna son inventos muy ingeniosos con similar propósito. Ambos recogen el agua de lluvia utilizando botellas de plástico para su almacenamiento, pero mientras el primero lo hace a través de un canalón que va distribuyéndola, el Ecomuro Cisterna crea un sistema de módulos con envases PET (es interesante ver el vídeo) que, como su propio nombre indica, forman un depósito con forma de muro.
Recolectar agua del aire
La recolección de agua a partir de la niebla se realiza a gran escala extendiendo unos grandes paneles, tipo pancarta, fabricados con un material que atrapa la humedad del aire. A partir de esa captura, se va canalizando gota a gota, por lo que se trata de un método que requiere de materiales muy eficientes para ofrecer resultados mínimamente interesantes.
Se trata de un método de gran potencial en zonas con elevada humedad ambiental, aunque como tecnologías todavía ha de mejorar mucho. Aún así, ya está obteniendo buenos resultados. Para hacernos una idea, un colector grande, de unos 40 m2 produce alrededor de 200 litros diarios, con una producción muy irregular. En los mejores días se llegan a recoger hasta en los que se llega a recoger hasta 1.000 litros.
Aprovechar el paso de las nubes bajas (niebla) puede mediante un pequeño captador fabricado con un fino enrejado para atrapar las gotitas y conducirlas a un contenedor puede ofrecer resultados interesantes para un uso doméstico. Encontraremos artilugios sencillos, e incluso podemos hacerlos nosotros o, si queremos tecnología de vanguardia y hasta control domótico, el mercado nos ofrece soluciones que más bien parecen de ciencia ficción.
Dándole a la moviola del tiempo, las llamadas "Geria" son unas construcciones tradicionales que encontramos en la isla de Lanzarote para proteger los cultivos y atrapar la humedad ambiental. Se realizan en el campo para proteger las viñas del viento, con la doble ventaja de que además durante la noche se captura la humedad ambiental y se filtra hacia la tierra.
Son muchas construcciones que buscan aprovechar el agua del rocío, pero hay pocas tan antiguas e ingeniosas como el denominado condensador de Zibold, de origen ucraniano, que aprovechaba la condensación del rocío en las piedras calientes. Al enfriarse, simplemente se canalizaba, pero tengamos en cuenta que, en general, el agua de lluvia es baja en minerales, por lo que hay que vigilar este aspecto en el consumo a largo plazo.
Captación de aguas de escorrentía
Como complemento o alternativa a la captación de agua de lluvia puede ser interesante recurrir a sistemas de captación de agua de escorrentía, procedente de cauces temporales que se crean cuando hay lluvias torrenciales e inundaciones o se derrite la nieve. Suelen almacenarse en balsas y tanques de almacenamiento de gran capacidad, y su posterior uso suele requerir de una bomba eléctrica.
Otra opción es la captación aguas subterráneas. Si a nivel industrial implica sondeo previo, perforación mediante distintos sistemas y una serie de obras que ya poco tienen que ver con el tradicional pozo, aunque la esencia es similar, si bien se realizar excavando a mayor profundidad y con un diámetro bastante menor.
Su construcción artesanal se remonta a tiempos ancentrales, normalmente en terrenos de fácil perforación y mediante ladrillo o piedra, al estilo de los pozos árabes. Se puede combinar con la construcción de una alberca, estanque o depósito en superficie como otras formas de poder aprovecharla.
Por último, los alambiques o el horno solar son idóneos si nuestro objetivo es purificar el agua del mar para el consumo particular, un invento del italiano Gabriele Diamanti que es de inestimable ayuda para comunidades con escasos recursos.
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