¿Hay animales que se suicidan?
Entendemos el suicidio como el quitarse voluntariamente la propia vida, desencadenado por niveles bajos de serotonina o circuitos cerebrales deficientes. Esto sucede en humanos, pero ¿ocurre también en animales? En humanos no solamente está reducido a estas dos variables, sino que son situaciones complejas que surgen por múltiples factores. Similar es el caso en animales, y quizás no sea tan correcto llamarlo suicidio. Sigue leyendo este artículo de EcologíaVerde para descubrir si hay animales que se suicidan y, en todo caso, cuál es este comportamiento suicida en animales.
¿Hay animales que se suicidan o no?
Lo cierto es que en biología existe la palabra suicidio, pero no se refiere a lo mismo que el suicidio en humanos. Filósofos[1] explican que el suicidio es una acción específicamente humana por ser una acción consciente, libre, interpretable y sujeta a juicios morales, y que el uso de esta palabra en realidades no humanas lleva al uso erróneo de la palabra.
En animales existe el “suicidio celular”, científicamente llamado apoptosis. En este mecanismo, las células pueden inducir su muerte si sufren daño o están envejeciendo. Esto ocurre a nivel celular en todos los seres vivos. Existen también genes suicidas con capacidades reguladoras similares.
Si vamos a ejemplos de organismos completos podemos definir el suicido en animales como el quitarse la vida, normalmente ante riesgos externos o por un bien mayor: como por ejemplo para responder a una conciencia colectiva o al altruismo, que ocurre cuando un organismo se pone en peligro para salvar a otros de su especie.
Ahora bien, no se puede hablar propiamente de un suicidio porque no podemos conocer la mente de los animales a fondo. Por ejemplo, respecto a la conciencia sobre la propia vida, no se ha podido asegurar científicamente que sea por una decisión consciente ni voluntaria, como sí ocurre en humanos. De hecho, se han conducido cientos de estudios y no se ha registrado a ningún animal que se suicide, por lo que implica la verdadera definición de la palabra.
Estos términos se prestan a interpretaciones por ser conceptos humanos, por lo que hace más difícil su definición en animales. En el altruismo podría decirse que el animal no quiere matarse, sino que expone su vida para proteger a otros.
Dentro de las diferencias en las interpretaciones, tenemos también los mitos falsos, como los lemmings. Este es uno de los animales suicidas más famosos. Un documental de Disney los presentaba lanzándose al vacío, pero esto no ocurre así, sino que más bien no pueden sortear las barreras geográficas que se interponen durante sus migraciones, haciendo parecer que se lanzan al mar o al vacío.
Aun así, a continuación te presentaremos animales que tienen conductas análogas al suicido en humanos.
Perros (Canis familiaris)
Los animales de compañía como los perros y los gatos han desarrollado vínculos sumamente estrechos con sus cuidadores, especialmente porque dependen completamente de ellos para cumplir sus necesidades básicas, como la alimentación o hasta el ejercicio físico.
Hay registro de mascotas separadas de sus dueños que desarrollan tendencias autodestructivas. Por ejemplo, perros que no ven a sus dueños pueden dejar de comer durante largos periodos, lo que acaba por matarlos de hambre.
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Mono Rhesus (Macaca mulatta)
Los animales en cautiverio, es decir, en confinamiento en lugares restrictivos se enfrentan a condiciones no naturales. El aislamiento, separación y deprivación social son condiciones que los someten a estrés, llevándolos a conductas de tendencia suicida como es la autolesión.
En monos Rhesus se ha observado que se hieren a sí mismos después de un evento muy estimulante. Acompañan también las autolesiones con conductas similares a las que ocurren en situaciones de lucha. Se descubrió que a nivel cerebral estos monos tenían los mismos mecanismos que los humanos encarcelados.
Recordemos que no es correcto satanizar a los zoológicos pues ellos atribuyen en gran medida a la conservación de especies. Lo que sí es cierto es que es necesario que tengan zonas de enriquecimiento animal para el correcto desarrollo de las especies.
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Pulpos (Cephalopoda)
Se condujo un experimento donde se colocó a pulpos juveniles solos en un tanque completamente vacío. El agua estaba en perfectas condiciones, pero los pulpos prefirieron salir y dejarse morir por desecación. Se repitió el experimento agregando enriquecimiento como corchos y juguetes y los pulpos cesaron de suicidarse.
Este es otro ejemplo de suicidio en animales en cautiverio y lo que el confinamiento puede hacer. Otras condiciones de estrés excesivo puede derivar en autocanibalismo en pulpos, una forma extrema de suicidio.
Descubre Cómo se reproducen los pulpos en este otro artículo que te recomendamos.
Antequinos (Antechinus spp.)
Son animales marsupiales australianos que buscan la mayor cantidad de hembras para aparearse, porque todas tienen el celo al mismo tiempo que coincide con la disponibilidad de alimento. Pero no solo esto, sino que lo hacen continuamente sin descansar hasta 14 horas consecutivas.
Esta intensa carrera por reproducirse los lleva a altísimos niveles de estrés que terminan por matar a los machos. A esto se le conoce como reproducción suicida, y están en peligro de extinción por tan extrema conducta. Ocurre también en plantas, como por ejemplo en las yucas que al producir su flor, mueren.
Mariposas (Lepidoptera)
Algunas especies de mariposas, cuando están infestadas por parásitos sin esperanza de sobrevivir, o cuando están cerca a morir, se ofrecen a sus depredadores para que las coman. Puede ocurrir en mariposas adultas o en el estadio de larva. Es común que los parásitos modifiquen la conducta de sus hospederos. En este caso puede que sea una estrategia de parte de los parásitos para colonizar nuevos organismos.
No te pierdas estos artículo sobre El ciclo de vida de una mariposa: etapas e imágenes y la relación entre Depredadores y presas: ejemplos y características.
Toxoplasma gondii en roedores
Similar al caso anterior, T. gondii es un parásito que al ser consumido por roedores provoca que se vuelvan más activos y que reduzcan su capacidad para detectar a los gatos. Los roedores son un hospedador intermediario y el gato es el definitivo. Así, este parásito causa una conducta suicida de roedores hacia gatos para lograr completar su ciclo de vida.
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- .Vilarroig, J., & Esteve, J. M. (2019). Del suicidio celular a la apoptosis humana. Naturaleza y Libertad. Revista de estudios interdisciplinares, (11).
- Preti, A. (2007). Suicide among Animals: A Review of Evidence. Psychological Reports, 101(3), 831–848.
- McGrath, M. (2018). El hábito sexual suicida que tiene a un par de especies de marsupiales en riesgo de extinción. Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-44146281