Marmota: características, hábitat y alimentación
Cada mes de febrero y desde hace más de cien años, Phil se encarga de pronosticar la llegada de la primavera. Phil sólo trabaja un día al año y, aunque podríamos pensar que es un hombre muy afortunado, en realidad no se trata de una persona, sino una marmota. Esta es una tradición de la localidad de Punxsutawney (Estados Unidos) según la cual, cuando Phil sale de la madriguera después de la hibernación, pronostica el final de las bajas temperaturas según si se vuelve a esconder en la madriguera o si finalmente sale de ella.
Las marmota (Marmota) son mamíferos muy comunes en los Estados Unidos, pero ¿sabías que también son muy populares en Europa y Asia? En este artículo de EcologíaVerde te contamos más sobre las marmotas y sus características, hábitat y alimentación.
Características de las marmotas
Las marmotas son roedores de la familia Sciuridae, a la que también pertenecen las ardillas. Siendo de los roedores más grandes de Europa, las marmotas suelen pesar entre los 3 y los 7 kilogramos dependiendo de la especie. Algunas de las características de las marmotas más destacadas son:
- El cuerpo y la cabeza son grandes.
- Las patas y las orejas son pequeñas: como adaptación a las bajas temperaturas, evitando así la pérdida de temperatura a través de ellas.
- Su pelaje es grueso y lanoso: para protegerse del frío.
- Su color suele ser marrón: aunque esta característica de las marmotas depende de la especie. Algunas partes son más claras o amarillentas, mientras que otras son más oscuras o negras.
- Cuentan con un segundo pelaje: formado por cabellos largos y ásperos. La punta de estos cabellos suele ser de un color más claro que el resto, lo que le da a algunas especies una apariencia canosa.
Hábitat de las marmotas
Las marmotas sólo habitan el Hemisferio Norte. En Norte América, la distribución de la marmota ocupa la mayor parte de Canadá, así como también Alaska y el noreste de los Estados Unidos. En Eurasia, habitan los Alpes Europeos, el territorio de los Himalaya, Asia central y el noreste de Siberia. A mediados del siglo XX fueron reintroducidas en los Pirineos.
Aunque hay una especie que vive en zonas de baja altitud (Marmota monax), la mayoría de las 15 especies existentes tienen preferencia por zonas de gran altitud. Estos hábitats pueden ser estepas o prados alpinos y subalpinos, pero también tundras y márgenes de los bosques. Dependiendo de la especie su hábitat varía, pero todas ellas evitan los bosques densos y las zonas pantanosas.
Están adaptadas a las condiciones de los territorios periglaciares, es decir, a los territorios situados a los márgenes de las zonas glaciares, por lo que se cree que su distribución está relacionada con la extensión de las glaciaciones en el pasado. Cuando los glaciares retrocedieron, las marmotas siguieron viviendo en esos lugares, donde se aislaron de otras poblaciones y se diferenciaron de ellas, dando lugar a distintas especies.
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Alimentación de las marmotas
Como el resto de roedores, las marmotas tienen unos incisivos afilados que les permiten procesar rápidamente diferentes tipos de vegetación. Se alimentan principalmente de hierbas y flores, aunque la mayoría de las especies también añaden a su dieta insectos, zanahoria y huevos.
El objetivo es poder acumular el máximo de grasa corporal posible antes de que llegue el invierno y la hierba quede cubierta por nieve o desaparezca a causa de las bajas temperaturas.
Mientras los miembros de un grupo de marmotas se alimentan en los prados o estepas, hay un tipo de marmota controla la presencia de posibles depredadores. Esta marmota controla el entorno y, si detecta un posible peligro, emite un sonido muy agudo que alerta a las demás, las cuales se esconden en sus madrigueras.
Comportamiento de las marmotas
Todas las especies de marmota son diurnas y la mayor parte de las especies son sociales, especialmente las que viven en Europa y Asia. La marmota alpina (Marmota marmota) es una de las especies que muestra un comportamiento más social de todas. Hay otras, como la Marmota monax, que viven en solitario y no interactúan con otros individuos a no ser que sea la época de apareamiento.
Al vivir en espacios abiertos, excavan madrigueras para poder protegerse de los depredadores. Estos túneles pueden llegar a medir 20 metros de largo y algunos llegan a los tres metros de profundidad. Algunas especies usan la misma madriguera durante todo el año, pero otras construyen una madriguera distinta para cuando llega el tiempo de la hibernación.
La hibernación en las marmotas
Durante ese tiempo de hibernación, las marmotas entran en sus madrigueras, donde pasan los meses de otoño e invierno sin comer ni beber, sobreviviendo gracias a las reservas de grasa acumuladas durante la primavera y el verano.
La duración de la hibernación depende de la especie y del hábitat. Además, hay algunas especies que salen de la madriguera en alguna ocasión pero hay otras que no salen nunca durante el tiempo que dura el periodo de hibernación.
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Reproducción de las marmotas
La mayoría de las especies crían cada año, aunque la marmota olímpica (Marmota olympus) lo hace cada dos. Generalmente dan a luz entre cuatro y cinco crías. Las crías finalizan su desarrollo sexual a los tres años, aunque en algunos casos las hembras no se reproducen hasta los cuatro años de vida. A los tres años de edad, los individuos juveniles deben abandonar la madriguera de su madre y empezar su vida adulta.
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