Nertera granadensis: cuidados, características, riego y reproducción

• La nertera es una planta nativa del hemisferio sur que crece sobre rocas. En Chile, se le atribuyen propiedades medicinales para aliviar heridas y, en general, es una planta muy valorada también en jardinería.
• Su crecimiento es herbáceo, y se cultiva porque produce abundantemente pequeños frutos, entre colores desde amarillo claro hasta naranja y rojo. Son curiosos porque aparte de tener un color mayormente llamativo, solo miden 5 milímetros y son globosos. Las flores son pequeñas y sin mucho valor ornamental.
• Por su parte, las hojas son también pequeñas redondeadas similares a la lentejilla de agua, siendo también decorativas. Los tallos son delgados, y se extienden densamente de forma tapizante de hasta 30 centímetros de largo y 8 centímetros de altura.
• ¿Es Nertera granadensis comestible? Para las aves sí, pero para los humanos no. A pesar de lo atractivo de sus frutos, no es comestible porque puede causar un envenenamiento ligero si llega a comer. Causa mareos, vómito y dolor de cabeza. Por tanto, podemos decir que la Nertera granadensis es venenosa ligeramente.
• Es una planta de ciertos cuidados y no recomendada para principiantes, pero que podrás tener en casa si sigues los consejos que a continuación te presentamos.

Es una planta que crece a la sombra de los árboles, por lo que hay que replicar estas condiciones en casa y tenerla bajo techo. Se desaconseja la exposición solar completa, siendo lo ideal unas horas de sol filtrado. Si se tiene en exterior, de igual forma debe mantenerse en sombra parcial, bajo árboles o alguna estructura que le de sombra para que evite el sol de mediodía y reciba solamente el sol suave de las mañanas o tardes. La temperatura ideal es la temperatura templada, que no baje a más de 9 °C y que tampoco llegue a más de 28 °C.

Por el tamaño compacto que toma esta planta, se utiliza en macetas o contenedores. También se usa en diseño de paisajes como cobertura de suelo bajo árboles, gracias a su rápido y cubriente crecimiento.

En su entorno natural, crece cerca de arroyos o pozas estacionales dentro de los bosques, así que requiere un riego alto en casa. Procura mantener la primera capa de sustrato húmeda, más no encharcada, en la temporada de primavera y verano. En la temporada que no es de crecimiento, es decir en otoño e invierno, deja que el sustrato se seque entre riegos para volver a humedecer, pues su demanda de agua no es tan alta para estos meses.

En lugares muy secos donde el verano llega a ser intenso, procura atomizar los frutos con agua para mantener la planta fresca. Esto ayudará a que se mantengan de buena forma.

Aquí podrás conocer Las mejores regaderas para plantas.

Por la gran demanda de riego que tiene esta planta, es necesario propiciarle un suelo que drene muy bien el agua y que sea similar al sustrato de su entorno natural a la orilla de los ríos. Para ello, vas a mezclar partes iguales de turba, arena y humus de lombriz, con un puñado de perlita.

En primavera y verano, agrega al suelo una vez al mes fertilizante líquido universal para motivar el desarrollo de abundantes frutos.

Esta especie requiere que los frutos que se tornan de un color café o marrón sean removidos, para evitar que se pudran dentro de la planta y ocasione asentamiento de hongos o bacterias.

En cuanto a las hojas, puedes podar en primavera el nuevo crecimiento para que la planta recupere vigor. Haz esto especialmente cuando se extienda más del espacio que tenías designado para ella.

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La mejor forma de propagar es mediante la división de tallos y raíces. Para ello, sigue estos pasos:

1. Desentierra el cepellón.
2. Identifica una planta que puedas separar fácilmente del resto.
3. Llévala a una nueva maceta son sustrato bien preparado, y riega.
4. Una vez asentada, la planta comenzará a dividirse para formar más nerteras.

También es posible propagar mediante semillas que puedes obtener en tiendas especializadas en jardinería, o a partir de los frutos siempre y cuando esperes a que maduren.

1. Prepara un sustrato hecho a partes iguales de turba y arena.
2. Coloca las semillas y cubre ligeramente con el mismo sustrato preparado.
3. Coloca una cubierta de vidrio, o plástico, sobre las semillas para retener la temperatura y humedad.
4. Cuando alcance un buen tamaño de 10 centímetros, retira la cubierta y trasplanta al lugar definitivo.

Por último, también puedes propagarla mediante esquejes, aprovechando su rápido desarrollo de raíces. Para ello:

1. Corta un tallo que tenga bastantes hojas.
2. Corta las hojas que queden de la mitad hacia abajo.
3. Coloca el esqueje en sustrato preparado.
4. Riega y espera a que las raíces aparezcan.

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