Por qué brillan las luciérnagas

La luz es la partícula que más rápido viaja en el universo, y las luciérnagas aprovechan este principio para tener una comunicación sumamente eficiente a través del espacio. Con ella pueden encontrarse unos con otros durante la noche, y a largos trayectos de distancia entre ellos.

Así pues, las luciérnagas brillan en la oscuridad como parte del cortejo. Ellas tienen patrones de código particulares para su especie, logrando así encontrar a la pareja con la que tendrán éxito reproductivo. Por ejemplo, pueden emitir una pulsación larga, seguida por dos cortas, y este es el código único para una determinada especie.

El macho emite primero la secuencia de luz y si la hembra lo acepta, le responderá de vuelta en señal de que puede acercarse para comenzar la cópula. Dado que se trata de una estrategia de cortejo, la luz solamente es visible en temporada de reproducción.

Otra razón por la que las luciérnagas pueden brillar es para protección. Esto ocurre en las larvas de muchas especies que tienen la capacidad de brillar. Ellas son normalmente presa de aves que basan su alimentación en su depredación, pero al brillar les alertan de peligro si son consumidas, pues contienen sustancias químicas dañinas para quien las consume.

Puede parecer extraño que un ser vivo tenga la capacidad de emitir luz. Pero lo que sucede es que la luz que emiten las luciérnagas no es eléctrica, como sucede con las fuentes de luz artificiales a las que estamos acostumbrados, ni tampoco requiere de una fuente externa que la active.

La luz de la luciérnaga es de tipo químico, y sucede por una reacción química que se lleva a cabo dentro de ellas. El resultado de dicha reacción es energía y esto es lo que percibimos como luz. A este fenómeno se le conoce como bioluminiscencia, por ser luz fabricada por el mismo organismo.

La luz bioquímica no despide calor, por lo que también se le conoce como luz fría. Ahora bien, la luz de las luciérnagas puede ser de diferentes colores. El más común es verde, pero también puede ser amarilla, roja o naranja.

En este artículo encontrarás más información sobre Qué es la bioluminiscencia y ejemplos.

La bioluminiscencia de las luciérnagas sucede en el abdomen, en órganos lumínicos especializados. Aquí se aloja un compuesto llamado luciferina que es oxidado con ayuda de la enzima luciferasa, lo que produce dos compuestos: oxiluciferina y la luz que observamos.

Al proceso también se le conoce como reacción luciferina-luciferasa, por la forma en que las dos deben entrar en contacto para que se lleve a cabo la producción de luz. Respecto a la diferencia en los colores, esto sucede por diferencias en la estructura de la luciferasa que puede ser diferente de especie a especie, dando como resultado luces en diferentes gamas de colores.

Las luciérnagas son típicas de zonas boscosas húmedas, que pueden ser por cercanía a cuerpos de agua o por la llegada de la temporada de lluvias que va de junio a agosto. Requieren de zonas con mucha vegetación y de temperatura cálida.

Pueden encontrarse en todo el mundo, excepto en zonas Árticas. Abundan especialmente en latitudes tropicales, con muchas concentraciones en Asia, Centroamérica y Sudamérica. Para poder avistarlas lo mejor es encontrar un lugar alejado de poblaciones humanas, porque la luz interfiere con la visibilidad. Entre más oscuridad haya, más visibles serán.

A continuación, te decimos lugares específicos donde se pueden ver luciérnagas:

• Nanacamilpa, en el estado de Tlaxcala, México: en esta zona se encuentran muchos santuarios específicos y con tours guiados para el avistamiento de luciérnagas.
• Cuenca del Tajo, en los Montes de Toledo, España: dado que tiene una gran cantidad de bosque conservado es posible observar las luciérnagas volando por los claros que entre ellos se abren.
• Bosque Nacional Allegheny, Pensilvania, Estados Unidos: aquí se alojan 15 especies diferentes de luciérnagas, y cada año se celebra el festival de las luciérnagas entorno al espectáculo que representan.

Lamentablemente, las luciérnagas son cada vez menores a causa del impacto humano. Están cerca de desaparecer a causa de la contaminación lumínica nocturna proveniente de las luces de poblaciones humanas, puesto que ellos dependen de los intercambios de luz propios para poder reproducirse.

Otras razones que los amenazan son el cambio climático que afecta las condiciones de su entorno, por la degradación de hábitats boscosos de donde son propios, y por último, a causa del uso indiscriminado de plaguicidas que amenaza sus poblaciones.

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