Calathea makoyana: cuidados, reproducción y hojas amarillas

• La Calathea makoyana es una planta originaria del sur del continente americano.
• Es fuerte pero dócil, resistente y vigorosa.
• Se le conoce también como calatea pavorreal, porque la disposición de los dibujos que tienen sus hojas recuerdan ese animal.
• Sus hojas son algo redondeadas, verde oscuro vibrante, con listones de tonos verde claros, llegando a blancuzcos en ocasiones. En el reverso son de color más oscuro, a veces incluso morado.
• Ha obtenido el premio Mérito del Jardín de la Royal Horticultural Society, por su gran aporte estético.
• Es una planta compacta, que semeja un ramo de hojas, y que puede llegar a medir hasta medio metro de alto.

Es una planta de interior que requiere algunas horas de buen sol, pero no directo. Siempre debe recibir la luz de forma indirecta. Se le puede ubicar cerca de la ventana, a no más allá de dos metros. La temperatura que requiere es tibia, por su origen tropical, de entre 22 y 24 ºC.

La ubicación que le podemos brindar para que se desarrolle bien es en interior, dentro del hogar o en la oficina, cerca de una ventana, lejos de las corrientes de aire frío y nunca cerca de la calefacción o el aire acondicionado, ya que éstos tienden a resecar mucho y matar a la planta. Tampoco deberíamos ubicarla en el jardín de la casa, pues aunque es de ambientes tropicales, no le gusta el sol directo.

El sustrato que requiere esta planta es uno que guarde bien la humedad. Es bien sabido que el suelo que requiere es húmedo, pero ello también se refiere al medio húmedo de su hábitat, que no debe ser seco ni frío.

La tierra húmeda le hará bien, pero no hay que llegar al extremo de encharcar la maceta. Para ello, es ideal la mezcla para sustrato de humus de lombriz junto con un sustrato universal a partes iguales, enriquecido con fibra de coco y vermiculita. El sustrato debe ser algo ácido con muchos minerales.

El abono es indispensable para esta planta. Requiere abono que le permita recuperar los nutrientes que el sustrato va perdiendo con el riego. Puede añadirse una capa de humus de lombriz en primavera, o agregar fertilizante líquido universal.

El riego de la Calathea makoyana es, quizá, la parte importante en su cuidado. Esta planta necesita un ambiente y una tierra húmedos. Esta humedad no se logra sólo añadiendo agua, sino procurando que haya un equilibrio ideal entre luz, ambiente y un sustrato apropiado. El riego podemos brindárselo 1 vez a la semana en primavera y en verano, controlando que se mantenga húmedo pero no encharcado.

En otoño e invierno puede ser cada 15 días. Aquí hay una regla de oro, interesante, pero no muy conocida: si el ambiente en el que vive es seco, regaremos más seguido, pero con menos agua. La maceta sí o sí debe tener agujeros por los que salga, por lo menos, el diez por ciento del agua de riego.

Es importante pulverizar agua sobre las hojas con un atomizador para promover el entorno húmedo. Otra opción es poner un plato con piedrecillas, sobre el que se colocará agua y la maceta encima.

En este post podrás encontrar Las mejores regaderas para plantas.

Esta calathea no necesita poda para crecer mejor. No obstante, sí le ayudará a estar más saludable una poda de mantenimiento. Para ello, solo hay que cortar o retirar las hojas o los tallos secos o enfermos para evitar que la planta pierda energía o haya partes que empiecen a pudrirse.

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Esta planta va generando hijuelos a su alrededor, que pueden separarse para tener nuevas plantas. Cuando quieras reproducir una Calathea makoyana que ya tenga hijuelos, sólo debes separar las plantas jóvenes o hijuelos pero siempre teniendo cuidado para separar las raíces sin dañarlas. Seguidamente, ya podrás llevar estas nuevas plantas a una maceta, preparada con tierra nueva y fibra de coco, que puedes mejorar con algunas gotas de hormona de crecimiento de manera opcional.

Hojas amarillas en la Calathea makoyana

Las hojas amarillas son como un semáforo que nos dice que pronto serán hojas marrones. Es un paso antes de que la planta empiece a morir. En el caso de esta planta, normalmente, suele deberse al exceso de agua, por lo que hay que regarla menos durante un tiempo o, si hay mucho encharcamiento, puede ser necesario cambiar el sustrato por uno nuevo y reducir el riego.

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Hojas secas en la Calathea makoyana

Si las hojas comienzan a estar muy secas o crujientes, la solución es precisamente contraria a la anterior: hay que proveer más agua y más seguido, pues la planta está clamando por mayor humedad. También podríamos moverla hacia un lugar menos soleado.

Hojas oscuras o negras

Si tu planta está mostrando hojas oscurecidas, es que está recibiendo agua de más. Aquí cabe recordar que mucha agua no significa mucha humedad. La humedad se crea sumando diversos factores como medio ambiente, luz y tierra, así que no confundamos mucha agua de riego con buena humedad.

La solución para las hojas ennegrecidas es procurar menos riego. También hay que oxigenar el sustrato, ya sea moviendo la planta a un lugar más soleado y con mejor ventilación, como removiendo la tierra con un palito para que entre el oxígeno a la misma y a las raíces. En este caso, la planta se recuperará pronto si el sustrato no estaba contaminado con hongos resultantes de esa humedad. Si no se recupera en un tiempo breve, hay que retirar toda la tierra, lavar las raíces y replantar en tierra nueva.

Hojas decaídas

Calathea makoyana es una planta que no requiere mucha luz ni sol directo, por eso se ha ganado fama como una buena planta de interior. Sin embargo, si vemos que sus hojas se ven algo decaídas, es por falta de clorofila, que requiere de luz solar para generase. En ese caso hay que mover la maceta por lo menos de vez en cuando a un lugar soleado hasta que se recupere y tal vez reconsiderar su sitio permanente para que cuente con mejores condiciones para su desarrollo.

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