Distribución y dinámica de las aguas oceánicas

Comenzamos el presente artículo explicando qué son las aguas oceánicas. Antes de ello, es conveniente saber que al conjunto de todas las aguas que hay en la Tierra se le denomina hidrosfera. Las aguas oceánicas son una gran parte de la hidrosfera y se corresponden con toda el agua que hay contenida en océanos y mares. Mares y océanos en conjunto contienen una inmensa cantidad de agua, se calcula que en total más de 1.332 millones de kilómetros cúbicos.

Las aguas oceánicas tienen una mayor salinidad que las aguas que hay sobre los continentes o aguas continentales. Esto se debe a las sales que han transportado los ríos hasta ellas, estando presentes predominantemente los iones de cloro (Cl^-) y sodio (Na⁺). Esta mayor salinidad hace que no sean aguas aptas para beber o para regar, entre otros usos.

En este otro artículo podrás aprender más sobre las Aguas oceánicas: qué son, características e importancia.

Continuamos este tema contándote ahora dónde se encuentran las aguas oceánicas. Son 5 los océanos que encontramos en nuestro planeta: Océano Pacífico, Océano Atlántico, Océano Índico, Océano Ártico y Océano Antártico. En cuanto a los mares (los cuales son más cerrados y también menos extensos y profundos que los océanos), hay 60 mares principales según la Organización Hidrográfica Internacional, algunos de estos son: Mar Mediterráneo, Mar Caribe, Mar Negro, Mar Báltico, Mar Rojo, etc.

¿Te has preguntado qué aguas son más abundantes: las oceánicas o las continentales? Océanos y mares ocupan casi tres cuartas partes de la superficie terrestre y el porcentaje de aguas oceánicas es de nada menos que el 97% del agua total presente en todo el planeta. Por otra parte, el agua presente en los casquetes polares representa alrededor del 2%, mientras que el agua existente en los continentes en forma de ríos, lagos y aguas subterráneas no llega al 1%. La pequeña fracción restante se ubica en la atmósfera y en la biosfera.

También es importante destacar que la distribución de las aguas oceánicas no es igual en ambos hemisferios. Así, en el hemisferio sur la proporción de agua con respecto a la presencia de continentes es mucho mayor que en el hemisferio norte.

La dinámica oceánica estudia los diferentes movimientos y recorridos del agua oceánica, los cambios en estos y también cómo influyen en el terreno. En este apartado daremos respuesta a cómo se genera la dinámica de las aguas oceánicas, con la que se producen 3 tipos de movimientos. Sin más demora, te contamos cuáles son los 3 tipos de movimientos de las aguas oceánicas y sus principales características:

• Olas: debido a la acción del viento, el agua se mueve en forma de cilindro y, cuando el cilindro llega a la costa y roza el fondo, se logra desequilibrar la masa de agua y la ola rompe. Una variante son los tsunamis, los cuales son olas gigantes causadas por erupciones volcánicas en el lecho marino o seísmos. Aquí abajo te mostramos un breve vídeo sobre las olas.
• Mareas: las mareas son originadas por la fuerza de atracción gravitatoria conjunta que la Luna y el Sol ejercen sobre la Tierra. Consisten en subidas y bajadas del nivel del mar que se producen de forma periódica (cada 6 horas aproximadamente). Tendremos marea alta o pleamar si el nivel del mar asciende y marea baja o bajamar cuando el nivel del mar desciende.
• Corrientes oceánicas: pueden ser causadas por las diferencias de salinidad y de temperatura existentes entre unas masas de agua y otras; es el caso de las corrientes oceánicas profundas, también llamadas corrientes termohalinas. Asimismo, pueden ser originadas por los vientos, por el movimiento de rotación terrestre y por la obstaculización que suponen las masas continentales; este es el caso de las corrientes oceánicas superficiales. En el mapa que hay en la imagen de portada al inicio de este artículo puedes ver las corrientes marinas y oceánicas, tanto cálidas como frías.

¿Cuál es la importancia de los movimientos de las aguas oceánicas? Su importancia radica en la erosión y transporte de materiales que permite la formación de diferentes tipos de ecosistemas en las costas, como son las playas, las marismas o las rasas mareales. No menos importante es la función que desempeñan en el transporte de nutrientes, imprescindibles para el desarrollo de poblaciones y comunidades de animales marinos y vegetales en dichos ecosistemas.

Además, las corrientes oceánicas se encargan de transportar calor desde el ecuador terrestre hacia los polos, haciendo que las diferencias de temperaturas entre unos y otros no sean más acusadas, es decir, tienen un papel crucial en la termorregulación del planeta.

También desempeñan una importante función en nuestra sociedad: puesto que todas las masas de aguas oceánicas están interconectadas, nos sirven de nexo entre los diferentes países y continentes del globo a la hora de viajar y transportar mercancías. Por último, no hay que olvidar que es un gran reservorio de recursos naturales para nuestro desarrollo.

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