Qué son los ciclones y anticiclones
Muchos de los cambios y movimientos que suceden en la atmósfera de nuestro planeta, vienen determinados por los movimientos de la Tierra y las características irregulares de la superficie terrestre. La atmósfera terrestre está en constante movimiento, y eso se debe a la fluctuación de aire cálido que fluye desde los trópicos a los polos, y retorna frío des de los polos al ecuador. La capa de la atmósfera más cercana a la superficie terrestre, se llama troposfera, y es la que contiene el aire que respiramos y dónde se producen los fenómenos meteorológicos que determinan el clima de la Tierra. La corriente atmosférica, es decir, el aire que fluctúa travesando mares y océanos alrededor del mundo, puede sufrir cambios físicos a lo largo de su trayectoria y de los factores ambientales que lo rodeen. Estos cambios pueden ser, por ejemplo, en su temperatura o en su humedad, y en función de las características que tenga el aire, será más o menos ligero y permanecerá más o menos tiempo en la misma región.
En este artículo de EcologíaVerde se explicará qué son los ciclones y anticiclones, unos fenómenos meteorológicos que suceden cuando hay variaciones en la presión de la atmósfera.
Movimiento de la Tierra y el viento: el efecto Coriolis
La rotación de la Tierra hace que el aire que fluye por la troposfera se curve, es decir, que las masas de aire están sometidas a una fuerza que desvía su trayectoria. Esta fuerza, conocida comúnmente como efecto Coriolis, implica que las columnas ascendientes de aire del hemisferio Norte se deflactarán en sentido a las agujas del reloj (sentido horario) y las del hemisferio Sur se desviarán en sentido inverso (sentido anti horario).
Este efecto produce movimientos muy importantes no solo en el aire, si no que también en masas de agua. Este efecto se ve potenciado como más cerca del ecuador se produzca, ya que la superficie de la Tierra en esa zona es mayor y además resulta ser la zona más alejada del centro de la Tierra.
Qué es un ciclón y sus tipos
Los ciclones son un fenómeno muy común, normalmente considerados como vientos intensos acompañados por tormentas. Estos fuertes vientos, se forman en zonas en las que la presión es baja (inferior a 1013 Pa), y estas bajas presiones generan vientos que atraen a otras masas de aire atmosférico con una mayor presión. Este fenómeno, también llamado borrasca o flujo ciclónico, se origina cuando la superficie del mar está a altas temperaturas, ya que, en estas condiciones, el aire cálido va ascendiendo cargado de humedad hasta condensarse en nubes de tormenta. Todas estas nubes van avanzan en grandes círculos que giran sobre sí mismos, formando vientos extremadamente fuertes y dejando un espacio en el centro que se conoce como el ojo del huracán. Estos flujos ciclónicos son especialmente particulares debido a la gran energía que poseen, que proviene del calor que desprende el vapor de agua que se libera al condensarse.
Puede llegar a tener hasta 200 km de diámetro, y los vientos de un ciclón pueden alcanzar velocidades entre 50 y 250 km/h (en función del tipo de ciclón que se trate, perdiendo fuerza a medida que se acercan a tierra o bien cuando llegan a zonas oceánicas con temperaturas más frías.
Este tipo de fenómenos producen enormes oleajes y grandes desplazamientos de masas de agua. En zonas tropicales, los ciclones suelen causar inundaciones de gran importancia, y son capaces de transportar objetos realmente pesados a largas distancias.
Categorías o tipos de ciclones
- Tropicales.
- Extratropicales.
- Subtropicales.
- Polares.
- Mesociclones.
De esta clasificación, el más importante es el ciclón tropical, que está subdividido en cinco categorías en función de la velocidad y agresividad de los vientos. Este tipo de ciclón, dependiendo de su fuerza, se puede denominar depresión tropical, tormenta tropical o huracán. Evidentemente el de mayor velocidad y agresividad es el huracán, que causa vientos muy fuertes y grandes destrozos.
Aunque los ciclones tropicales puedan generar grandes daños, como por ejemplo la destrucción de viviendas y hábitats naturales, también puede aportar aspectos muy positivos, como por ejemplo, poner fin a los periodos de sequía o bien regenerar la cobertura vegetal (ya que se eliminan los árboles más viejos o débiles).
En referencia a los ciclones extratropicales, podemos decir que están asociados a un sistema de baja presión localizado entre el trópico y los polos y que dependen del contraste entre masas de aire frío y cálido. Si se produce un descenso muy marcado de la presión atmosférica, este tipo de ciclón pasa a llamarse ciclogénesis explosiva, y produce grandes daños, como por ejemplo inundaciones o corrimientos de tierra.
Respecto a los ciclones subtropicales, tienen una fusión de características de los dos ciclones anteriores, y sus características dependerán de su lugar de origen. En referencia al ciclón polar, debemos mencionar que también se suele llamar ciclón ártico, y resulta ser un sistema de baja presión con un diámetro bastante grande que provoca fuertes vientos. Aún así, tiene una vida más corta que la de los ciclones tropicales, ya que en 24 horas puede llegar a su punto máximo.
Por último, el mesociclón es un vórtice de aire que se forma durante una tormenta convectiva, y acostumbra a estar asociado a tormentas eléctricas. Éste fenómeno se forma en condiciones de alta inestabilidad y cuando hay fuertes vientos a grandes alturas, pero suele ser muy escaso de ver.
Qué son los anticiclones y sus tipos
Un anticiclón es zona de altas presiones (superiores a 1013 Pa), en la cual la presión atmosférica es superior a la del aire circundante y aumenta des de la periferia al centro. Usualmente se podría asociar al típico tiempo estable, de cielo despejado y con sol.
La columna de aire de un anticiclón es más estable que el aire de su alrededor. A su vez, el aire que va descendiendo hacia abajo, produce un fenómeno conocido como subsidencia, que significa que impide la formación de precipitaciones. Eso sí, se debe tener en cuenta que la forma en como descenderá el aire variará según el hemisferio en el que se encuentre.
Estos flujos anticiclónicos se desarrollan con más facilidad en verano, agravando aún más la época de sequía. Acostumbran a ser fenómenos irregulares, tanto en su forma como en su comportamiento, no como sucede con los ciclones, que son más fácilmente previsibles. En general, los anticiclones se pueden clasificar en cuatro grupos o tipos.
Tipos o grupos de anticiclones
- Atlas subtropicales
- Atlas polares continentales
- Atlas entre las series de ciclones
- Atltas producidos por la invasión de aire polar
El primero son las atlas subtropicales, que resultan ser flujos anticiclónicos grandes y alargados, situados en los subtrópicos y normalmente estacionarios o con movimientos muy lentos. En este grupo debe destacarse el anticiclón de las Azores, que resulta ser un anticiclón muy importante, dinámico y que condiciona el clima de la zona y las borrascas que vendrán en épocas más frías.
En segundo lugar están los anticiclones llamados atlas polares continentales, que se forman en invierno en los continentes más cercanos al norte y se van desplazando hasta que llegan a aguas más cálidas y son absorbidos por el anticiclón subtropical.
El tercer grupo de anticiclones son las atlas entre las series de ciclones, que son de pequeña extensión y tal como indica su nombre aparecen entre ciclones.
El último grupo anticiclónico es el de las atltas producidos por la invasión de aire polar, que tal y como indica su nombre, el aire frío adsorbe el calor de las aguas más calientes y a los pocos días se transforma en un anticiclón subtropical.
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