Cuidados de la artemisa

De nombre científico Artemisia annua, aunque también llamada ajenjo dulce o ajenjo chino, se trata de una planta herbácea anual que tiene su origen en China, donde se la llama Qing Hao y crece de forma natural y espontánea. La Artemisa annua puede encontrarse también en Corea, Vietnam, Rusia y los mares Caspio y Negro y, plantada en suelo en las circunstancias adecuadas, puede llegar a crecer hasta alturas de 2 metros, aunque en maceta su tamaño es mucho más reducido.

Es una planta de crecimiento muy rápido, con hojas de vivo verde y que da lugar a unas pequeñas pero bonitas flores de color amarillo. Las propiedades medicinales de la artemisa son muy numerosas, entre ellas:

• Capacidades anticancerígenas.
• Capacidades antiparasitarias.
• Capacidades antimicrobianas.
• Capacidades de refuerzo del sistema inmunológico.
• Capacidades afectivas como digestivo y regulador del intestino.

Debido a estas propiedades es muy normal usar sus hojas y flores secas para hacer infusiones, pero su uso es también industrial: a partir de la artemisa se elabora el Sertal, un conocido medicamento. Por otro lado, los estudios acerca de los efectos de esta planta contra la malaria le valieron a la Doctora Tu Youyou el Nobel de Medicina en el año 2015.

Aquí puedes encontrar más información sobre las Plantas herbáceas: características y ejemplos o la Fitoterapia: ¿qué es y cómo usar las plantas medicinales? en estos dos artículos que te recomendamos.

La Artemisa annua necesita de una ubicación muy soleada, tanto si se planta en maceta como si se trata de los cuidados de la artemisa en el jardín. En el hemisferio norte, agradece estar orientada al sur, aunque no es algo imprescindible. Puedes colocarla a pleno sol si vives en una zona con clima templado, pero la insolación directa en climas muy cálidos podría quitar demasiada humedad a la planta, siendo mejor en estos casos ubicarla en semisombra, a cubierto de las horas de luz más intensa.

Consulta este artículo de EcologíaVerde sobre las Plantas y flores perfectas para jardines muy soleados.

En cuanto al clima para la artemisa, nos encontramos con distintas especificaciones:

• Temporada de frío: en estado silvestre la planta es capaz de soportar el frío con relativa facilidad, aunque incluso en estas circunstancias se seca por completo en cuanto llegan las primeras heladas.
• Temporada de calor: sus requerimientos de humedad hacen que tampoco lleve demasiado bien las temperaturas muy altas, aunque con suficiente riego y a cubierto de las peores horas de sol puede desarrollarse.

Quizás pueda parecerte interesante este artículo de EcologíaVerde sobre las Plantas de exterior resistentes al frío y al calor.

El llamado ajenjo chino suele crecer junto a ríos o zonas muy húmedas, dado que necesita de cantidades altas de humedad. Esto se puede conseguir con riegos frecuentes, especialmente en los meses cálidos, pero siempre sin excederse con las cantidades y evitando encharcar. Para apoyar en este sentido, es habitual colocar la maceta sobre un lecho de guijarros sumergidos parcialmente en agua, de forma que la humedad suba hacia la planta. Por otro lado, si la plantamos en maceta es vital que esta maceta tenga agujeros de drenaje.

Obtén más información con este post sobre El drenaje en las macetas.

La planta es muy poco exigente con el suelo y sus nutrientes, pudiendo adaptarse sin problemas a suelos pobres e incluso arcillosos. Lo único importante en este sentido es que el suelo ofrezca un drenaje lo mejor posible, que evite acumulaciones de agua que podrían hacer daño a sus raíces.

En este otro articulo de EcologíaVerde puedes encontrar más información sobre El suelo arcilloso que quizás pueda servirte de ayuda o te interese.

Dado que es una planta que se utiliza habitualmente para consumo humano, debe abonarse siempre con fertilizantes orgánicos para evitar que los químicos lleguen hasta las personas. Aportar compost o humus de lombriz al suelo antes de plantar y con la llegada de los meses cálidos ayudará a la planta a crecer más y formar más hojas.

En estos otros dos artículos que te recomendamos sobre los Tipos de compost y Cómo hacer humus de lombriz puedes encontrar más información.

Lo más habitual es sembrar las semillas de artemisa al inicio de la primavera, plantando en semillero para poder garantizar el crecimiento de las pequeñas y débiles plántulas. Una vez las raíces de las plántulas asomen por los agujeros de drenaje del semillero, será el momento de trasplantarlas a su ubicación definitiva en exterior o maceta, en un suelo húmedo y enriquecido.

Te dejamos esta otra idea de Cómo hacer un semillero en EcologíaVerde.

A la hora de recolectar la artemisa, lo habitual es hacerlo cuando las hojas de la planta son más ricas en artemisinina, el principal componente activo de la planta. Esto se da cuando inicia el proceso de floración de la planta, por lo que es el mejor momento para recolectar las hojas y las ramas apicales, dejando siempre los tallos semileñosos para que puedan rebrotar más adelante. Algunas de las consideraciones que hay que tener son:

• Conviene utilizar siempre herramientas debidamente desinfectadas y dejar secar las hojas y tallos a la sombra antes de su utilización en infusiones u otro tipo de aplicaciones como pomadas.
• Un riego frecuente ayudará tanto a la producción de la planta como al rebrote de esta, así como un fotociclo de al menos 12 horas de luz diarias.

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