Zinnia elegans o zinia: cuidados y cómo sembrarla

• Es una planta herbácea que crece en forma de arbusto compacto, de 30 a 90 cm de altura, variando según el cultivar.
• Los tallos tienen hojas opuestas de 4 a 19 centímetros de largo y en la punta crece la flor de 2,5 a 4 cm de diámetro. Son de forma globosa con muchos pétalos apretados que surgen de un centro común, característica propia de las asteráceas. Hay algunas que son dobles con más cantidad de pétalos.
• Las variedades sencillas producen néctar que atrae polinizadores, pero las dobles no lo producen.
• Hay variedades de todos los colores excepto azules. Son vibrantes, llamativas y se presentan a principios de verano hasta mediados de otoño.
• Tienen la capacidad de extraer tóxicos del suelo, así que puede ser usada para biorremediación de espacios contaminados.

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• Las zinias se reproducen mediante semillas, y de hecho es una de las plantas que más fácil se dan por este método, por lo que son excelentes para principiantes.
• La temporada para sembrarlas es a principios de primavera. No toleran las heladas, así que en zonas templadas deben sembrarse cuando haya pasado cualquier riesgo de nevadas. También es útil el uso de domos de plástico sobre la plántula para mantener una temperatura estable y humedad almacenada.
• Pueden sembrarse directamente en el suelo donde crecerán, o hacerlo en un almácigo o semillero para después trasplantarlo a una maceta grande o al suelo.
• Para potenciar la germinación se puede usar como sustrato el humus de lombriz. Es útil usarlo en almácigo o semillero en zonas templadas, para tenerlas en interior y después pasarlas a suelo definitivo cuando la temperatura ambiental aumente.

Pasos para sembrar Zinnia elegans

1. Coloca el sustrato en el semillero o prepara el suelo directamente, airea la tierra y añade nueva si es necesario. Agrega un poco de humus de lombriz.
2. Humedece el sustrato un poco.
3. Cava orificios de 1 cm.
4. Dentro de coloca una semilla.
5. Coloca el semillero en un sitio donde reciba luz por lo menos durante 6 horas al día.
6. Riega a diario hasta que el brote aparezca.
7. En el caso de usar un almácigo o semillero, una vez que la plántula crezca unos 10 cm y tenga varias hojas se pasará a su maceta o espacio en el suelo definitivo.
8. Se coloca alrededor una capa de mantillo que puede ser de hojas, pedazos de madera o guijarros para mantener la humedad, evitar que hierbas no deseadas crezcan, y para reducir la probabilidad de plagas.

Es importante mantener un espacio considerable de por lo menos 30 centímetros entre cada planta para que tengan buena aireación y evitar enfermedades en las hojas causadas por hongos. También hay que tener en cuenta las características básicas de cuidado tanto a la hora de sembrar como para mantenerlas a lo largo del tiempo. A continuación te las presentamos.

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Son plantas heliófilas que necesitan exposición solar completa para desarrollarse. Deben tener mínimo 6 horas de sol al día para que puedan desarrollar las deseadas flores. Provienen de las zonas calientes de México, así que soportan las altas temperaturas de verano. No son apropiadas para zonas muy frías.

Por el porte medio que tienen suelen usarse como cama floral en jardines, pero también pueden aprovecharse en macetas.

Dado que son plantas con flor ornamental, necesitan un suelo rico. También debe tener buen drenaje, especialmente para la zinnia en maceta que tiene tendencia a acumular agua. Es indispensable asegurarse que en este caso la maceta tenga orificios en la parte de abajo para que el exceso de líquido pueda salir.

Para dar con el suelo ideal para zinias se mezclará turba con un puñado de vermiculita, tepojal o grava volcánica, y un fertilizante de liberación lenta aplicando 1 kilo por cada metro cuadrado. Este último puede sustituirse por humus de lombriz, a combinar en partes iguales con la turba. Cada 4 a 6 semanas se aplica fertilizante para mantener buenos niveles de nutrientes. En invierno que no hay flores puede espaciarse el fertilizado.

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• Son tolerantes a la sequía y no soportan el encharcamiento de raíces, así que el suelo será clave para tener buenos niveles de humedad.
• La frecuencia ideal de riego es cada 2 o 3 días, aumentando en temporada de calor veraniego.
• Hay que evitar mojar las hojas porque se acelerará su deterioro.

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• Cuando las flores comienzan a marchitarse se deben quitarse. Esto promoverá el desarrollo de una segunda floración y se evita el desperdicio de energía en cabezas florares que ya terminan.
• Si hay mucha humedad será propensa a desarrollar hongo, así que lo mejor será cortar los tallos y hojas afectados.
• Las hojas marchitas también deberán eliminarse.

En resumen, en estas plantas la poda debe ser la de mantenimiento básico para el buen estado de la planta. Aquí puedes descubrir Las mejores tijeras de podar.

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