Sedum sieboldii: cuidados y reproducción

Originaria de Japón, esta planta recibe también los nombres populares de Sedo del Japón, Pilarica y October Daphne, este último debido a las preciosas flores que la planta muestra al final de sus tallos en el mes de octubre, en forma de estrella y de un llamativo rosado.

Es una suculenta colgante de la familia de las crasuláceas. Sus tallos, de porte rastrero, pueden alcanzar hasta unos 30 cm de longitud, motivo por el cual suelen cultivarse como plantas colgantes. De estos delgados tallos parten las hojas, de tonos verde azulados y agrupadas en tríos. Si la planta se estresa por exceso de luz solar, las puntas de sus hojas se vuelven de tonos rojizos.

También existe una versión variegada de la planta, con una marca amarilla en el centro de las hojas, que a su vez puede también tomar un tono rosado en los bordes. Es una planta muy fácil de cuidar, que no necesita grandes atenciones para desarrollarse de forma óptima.

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El sedo del Japón agradece de una ubicación a pleno sol para crecer bien, por lo que habitualmente se ubica en jardines, balcones o terrazas, como hemos dicho, en macetas colgantes. Así, sus bonitos tallos se descuelgan llamativamente en lugar de simplemente arrastrarse por el suelo.

Sin embargo, se trata de una planta muy adaptable, por lo que con un entorno lo bastante iluminado puede llegar a crecer bien también en una zona de semisombra o incluso en el interior del hogar, donde su gran capacidad decorativa dará vida a cualquier rincón o espacio.

En interiores o con poca luz, eso sí, las marcas rojizas o rosadas de sus hojas serán menos marcadas o no aparecerán directamente, aunque esto también implicará que la planta se encuentra más relajada.

Como muchas suculentas, la planta Pilarica resiste bastante bien las sequías gracias a su capacidad de almacenar agua. No necesitas regarla demasiado abundante ni frecuentemente, y solo en los meses de verano deberás prestar algo más de atención a esto, regando cada vez que la tierra se seque más allá de la capa superficial.

Puedes comprobar esto metiendo un dedo o un pequeño palito en la tierra, alejado de la planta para no dañar sus raíces, y ver si al sacarlo tiene tierra pegada. Si la tiene, quiere decir que la tierra aún conserva humedad mientras que si no, indicará que es momento de regar de nuevo.

No encharques nunca la planta porque las suculentas son muy sensibles a la pudrición de raíces por exceso de humedad. Si dudas, siempre es mejor regar demasiado poco que demasiado, y si ves que las hojas de tu sedo del Japón empiezan a arrugarse y perder volumen, querrá decir que la planta te está pidiendo más agua.

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Lo más importante aquí, con en tantas otras suculentas, es que el sustrato ofrezca el mejor drenaje posible. Utiliza un sustrato muy ligero y poroso, con una buena proporción de arena mezclada con la turba, aproximadamente al 50%. Añade también un 10% o 20% de perlita ayudará a mejorar las propiedades de retención de agua del sustrato.

Aquí te explicamos más sobre Cómo hacer un sustrato para cactus y suculentas.

El sedo del Japón no es exigente en cuanto a los nutrientes, por lo que un aporte mensual durante el verano será suficiente para que se desarrolle adecuadamente. Puedes utilizar fertilizantes ecológicos, como el humus de lombriz, el bokashi o el compost.

Estas plantas pueden trasplantarse sin problemas, pero solo cuando esta lo necesite por cuestiones de espacio. Trasplanta siempre en primavera, llevándola a una nueva maceta ligeramente mayor. No amplíes mucho el espacio disponible de golpe o podría ser contraproducente.

Tampoco debes preocuparte si tu Sedum pierde hojas o tallos en los meses fríos: es parte del ciclo de vida natural de la planta y, cuando vuelva el calor en primavera, empezará a rebrotar con renovadas fuerzas, dando lugar a tallos más fuertes que los anteriores.

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Para terminar de explicar los cuidados del Sedum sieboldii, aclaramos cómo funciona su reproducción o multiplicación. La planta Pilarica comparte la facilidad de propagación por esquejes de casi todas las suculentas. Toma el corte en primavera o verano, asegurándote de hacerlo con unas tijeras o cuchillo bien afilados y desinfectados, deja que la herida se seque durante uno o dos días, y trasplanta a un nuevo recipiente con el sustrato adecuado y en semisombra. Las probabilidades de éxito son muy altas.

Ahora que ya conoces un poco más sobre la reproducción del Sedum sieboldii, te explicamos más sobre Cómo reproducir suculentas en este otro artículo.

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