Kalanchoe beharensis: cuidados y reproducción

• Esta es una de las especies de Kalanchoe más grandes.
• Tiene crecimiento arbustivo de 2 a 3 metros de altura.
• Las hojas también son grandes, miden 10 centímetros de largo y 10 centímetros de ancho.
• Las hojas son gruesas y suculentas, porque ahí almacenan sus reservas de agua. Son particularmente largas y de forma triangular. Por la parte de arriba son cóncavas, y tienen pelusilla muy corta que las recubre.
• El color de la pelusilla varía según la zona y la edad. Las plantas jóvenes tienen pelusilla blanca en las hojas, mientras que en adultas es café. Los de los tallos también son de color blanco. Estos pelillos, además de proteger contra la deshidratación y de que sirven como pantalla solar, también alejan a depredadores herbívoros que quisieran alimentarse de ellas, sirviendo como un método de defensa.
• El margen de las hojas no es entero, sino que tiene picos que según la edad pueden ser uniformes o como olanes cuando alcanzan gran tamaño. Tienen peciolo que lo unen al tallo. Se acomodan a lo largo del tallo con la punta mirando hacia arriba, y son pocas. Tienen pequeñas cicatrices como prolongaciones hacia fuera. Son color verde, y a los márgenes se tornan cafés.
• A finales de verano florece con pequeñas flores amarillas verdosas de 6 milímetros de largo. Tienen forma de urna.

K. beharensis necesita exposición solar completa o parcial, pero no tolera la sombra. Si se tiene en semisombra, requiere por lo menos 4 horas de luz solar.

No se recomienda tener a temperaturas menores a los 8 °C, porque está adaptada a temperaturas cálidas y puede perder las hojas. Debe evitarse en lugres donde se sabe de posibles heladas.

En su entorno natural crece en bosques xerófilos, que son bosques muy secos. Por esta razón, suelen usarse en paisajismo para jardines de bajo mantenimiento, rocosos, o áridos.

El sustrato para esta planta puede conseguirse en tiendas especializadas, buscando uno que sea específico para cactáceas o suculentas. También puedes preparar tu propia mezcla integrando partes iguales de humus de lombriz, turba o tierra negra, y otra de material que permita el drenaje de agua excesiva que puede ser arena, tepojal, vermiculita o grava volcánica. Durante la temporada de crecimiento se le puede agregar fertilizante líquido, 2 o 3 veces a la semana.

En estos enlaces puedes comprar los materiales que necesitas para preparar el sustrato para la Kalanchoe beharensis:

• Humus de lombriz.
• Turba.
• Vermiculita.
• Grava volcánica.

Es una planta muy tolerante a la sequía, pero se recomienda darle el agua necesaria para que no sufra estrés hídrico. La frecuencia de riego lo determinará el sustrato. Hay que permitir que se seque entre riegos, y regar cuando el suelo esté seco. Por lo general, la frecuencia es de una vez por semana. Si la tienes en exteriores el agua se evaporará más rápido, y en interiores el riego será más espaciado.

Cuando está en etapa de crecimiento debe regarse con más abundancia. Tal temporada para la K. beharensis es durante el verano. En las demás temporadas, el riego debe espaciarse. Debe resguardarse en temporada de fuertes lluvias porque puede llegar a pudrirse a causa de exceso de agua.

El riego debe hacerse de forma especial para no afectar a las vellosidades. Si la tienes en maceta el riego se hace por inmersión, es decir que se coloca en una bandeja con agua para que absorba por abajo el líquido. Si la tienes directo en suelo, procura mojar solamente el sustrato y no la planta porque puede pudrirse.

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Esta planta crece como arbusto, pero si la quieres tener en un espacio reducido es posible podarla para que se conserve compacta. Además, la poda ayuda a que la planta tenga mejor ventilación y mayor exposición solar a las plantas que están en medio.

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Esta planta se propaga mediante la obtención de esquejes. A esto se le llama reproducción asexual o vegetativa, porque no se necesitan los gametos de la planta para obtener una nueva.

Para esto, se siguen unos pasos:

1. Se corta desde la base del tallo un fragmento que tenga suficientes hojas, y las que están en la base se remueven para dejar expuesto el tallo.
2. La punta se coloca en un recipiente solamente con arena, que se riega contantemente para mantener húmedo. Este medio estimula la aparición de raíces, y tan sólo en dos meses ya tendrás una planta nueva con su propio sistema radicular.
3. Llegado el momento, puedes transferir la nueva planta a un sustrato preparado como se detalla en el apartado anterior.

Aquí puedes leer sobre Cómo enraizar esquejes. También te recomendamos leer sobre Cómo reproducir suculentas.

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