Mi poto no crece: por qué y qué hago


Las razones por las que un poto no crece pueden ser porque esté en dormancia, por temperaturas bajas, poca luz, falta de abono, exceso de crecimiento de las raíces, falta o exceso de riego o infestación de plagas. ¿Qué se puede hacer? Depende del motivo, se puede tener a la planta a una temperatura superior a 20 °C, proveerle luz brillante indirecta, abonarla una vez al mes, etc.
Los potos son plantas de interior muy populares por sus estéticos tallos colgantes, hojas brillantes y facilidad para cuidarlos. Sin embargo, es posible que llegue al punto de no tener nuevo crecimiento. Este crecimiento en el potus se manifiesta como hojas enrolladas que aparecen en las puntas terminales de los tallos de un color verde claro y textura tierna. Si llegas a ver que estas hojas ya no van apareciendo en tu planta y te preguntas "¿por qué no crece mi poto y qué hago?", no te preocupes que en este artículo de EcologíaVerde te lo explicamos.
Dormancia
Este es un proceso natural por el que pasan las plantas cuando la temperatura baja. Esta dormancia es un proceso completamente natural propio de la planta y es un estado de reposo, en el que no habrá crecimiento nuevo porque las condiciones no son propicias.
Si notas que tu planta frena el crecimiento para los meses más fríos del año, no te alarmes. Lo único que tienes que hacer es esperar que vuelva la temporada de crecimiento para ver el desarrollo nuevamente.
Temperaturas bajas
El potus es una planta originaria de selvas tropicales, así que no debe estar en temperaturas demasiado frescas o se frenará su desarrollo. Cuando siente que la temperatura es más baja de lo que está acostumbrada o adaptada, interpretará que está en condiciones de dormancia, como mencionamos anteriormente, y no desarrollará hojas nuevas.
Procura que tu planta esté siempre a más de 20 °C para que no resienta el frío y pueda crecer. Si la tienes en exterior, métela a casa para el invierno para que no pase frío.
En esta guía podrás aprender más acerca del Potus o poto: cuidados, riego y reproducción.
Poca luz
Si bien esta planta es de interior, es necesario que se coloque en un lugar donde reciba suficiente luz. Por esta razón, falta de luz es una de las causas más frecuentes por las que un poto no crezca. La luz es un determinante del crecimiento, pues con ella llevan a cabo la fotosíntesis, que es necesaria para que haya división celular y desarrollo de nuevas hojas y tallos.
La luz ideal para un poto es luz brillante pero indirecta. Ponerla cerca de una ventana, o fuera donde reciba solamente 4 horas de luz al día será lo ideal.

Falta de abono
Otra posible causa de que el poto no crezca, es falta de nutrientes. Al estar en maceta puede ser que se acabe los nutrientes que estaban disponibles en el suelo, y de ahí que no tenga capacidad de producir hojas nuevas.
El fertilizado se debe hacer una vez al año, durante la época de crecimiento que va de primavera a verano. Puedes usar un abono para plantas de interior, o un fertilizante líquido universal. El nitrógeno es uno de los más importantes, que ayudan a fotosintetizar y a producir nuevas hojas.
En este otro artículo hablamos sobre El proceso de nutrición de las plantas.
Exceso de crecimiento de las raíces
Si tu poto ya tiene cierta edad y nunca lo has cambiado de maceta, es probable que la falta de crecimiento se deba al exceso de crecimiento de las raíces. Esto sucede cuando la planta crece a lo largo del tiempo, al punto de que las raíces rebasan el espacio en el que están contenidas. Al estar en una maceta y al ocupar más espacio que el sustrato, la planta no podrá absorber los nutrientes ni el agua de forma correcta para crecer. Puedes saber si tu planta tiene esto porque al levantarla verás que salen raíces desde el orificio de drenaje o porque si mueves un poco la tierra de la superficie empiezas a ver las raíces enseguida, pues ocupan todo o casi todo el espacio de la maceta.
Para resolver este problema, lleva tu planta a una maceta más grande y agrega más sustrato preparado. Este sustrato se puede preparar en casa combinando partes iguales de humus de lombriz y turba, con un puñado de perlita para dar estructura y drenaje a la planta.
En esta guía verás todo sobre Trasplantar una planta: cuándo y cómo hacerlo.

Exceso de riego
Un exceso de agua hará que tu poto pierda sus hojas, empezando con un color amarillo hasta que las pierde por completo. El daño se extiende hasta la raíz, que puede llegar a pudrirse. Verás además que la planta ya no desarrolla hojas nuevas, a causa de que hay un desbalance en su entorno.
La cantidad ideal de riego del poto es hacerlo cuando la primera capa de sustrato esté seca. En verano el riego será más seguido por la mayor evaporación, a comparación del invierno que necesitará menos agua.
Te aconsejamos echar un vistazo a nuestra guía sobre el Poto con las hojas amarillas: causas y qué hacer.
Falta de riego
El opuesto al exceso de riego es la falta de este. Este se manifiesta en el poto con hojas secas, marchitas que se tornan de color marrón y tienen una textura crujiente. Si la planta no tiene suficiente riego suministrado, no podrá llevar a cabo la fotosíntesis necesaria para la multiplicación celular.
Recuerda que debes regar más la planta y que la cantidad ideal de agua a aplicar es cuando la primera capa de sustrato esté seca. Descubre aquí Las mejores regaderas para plantas.

Infestación de plagas
Finalmente, la falta de crecimiento de tu planta de poto se puede deber a que está siendo atacada por artrópodos como puede ser araña roja, cochinilla algodonosa o áfidos. Estos succionan la savia de la planta, debilitándola porque consumen los nutrientes que vienen desde la raíz.
Esta planta, por lo general, no suele ser propensa a tener plagas, pero de tenerlas, puedes usar un insecticida indicado para ese tipo de plaga. En estas guías puedes aprender sobre Cómo eliminar la araña roja y Eliminar la cochinilla algodonosa: tratamiento y remedios caseros.
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- Doane, M., Harding, E. (2022). Plantas cuidadas, plantas felices. España: Blume.