Cuidados del aloe vera

Existe una gran cantidad de variedades del aloe vera, muchas de ellas con propiedades y características únicas. Sin embargo, también hay características y propiedades generales que todas las especies de la familia comparten, y son las que pasamos a detallar aquí.

Características del aloe vera

El aloe vera es un arbusto con un tallo que alcanza hasta los 30 cm de altura, con grandes hojas de hasta 50 cm de longitud dispuestas en roseta. Produce una inflorescencia que llega a alcanzar el metro de altura, de vivo color amarillo. Sus hojas carnosas debido a su utilidad como almacenes de agua para la planta, están dentadas en sus bordes y son de un vivo color verde.

Propiedades del aloe vera para la salud

El aloe vera es una de las plantas más usadas en todo el mundo por su especial composición, y lleva utilizándose por el hombre desde que los egipcios dejaran testimonio de su uso en el IV milenio a. C. Del aloe vera se extraen dos productos, que son los que se usan tanto cosmética como medicinalmente: el gel y el acíbar.

Es muy usado para tratar la mayoría de problemas y afecciones de la piel si se usa en pomadas, además de para aliviar dolores. Ingerido, resulta también un digestivo muy efectivo y también se usa como alivio contra el estreñimiento, En cambio, frotado con los dientes ayuda a blanquear el esmalte y eliminar manchas del mismo.

Aquí puedes conocer más sobre el Aloe vera: propiedades, beneficios y contraindicaciones y seguimos en esta guía para explicar cómo cuidar un aloe vera en maceta o en suelo.

El aloe vera puede cultivarse tanto en interior como en exterior, pero en cualquier de los dos casos es vital que reciba toda la luz posible. Se trata de una planta que puede tolerar el sol directo de primavera y otoño, aunque en los climas cálidos la luz directa de las horas de mayor incidencia puede llegar a quemar sus hojas. Si ves que sus hojas se ponen marrones, querrá decir que la planta necesita de una ubicación más protegida e hidratación de refuerzo.

En interior, bastará con buscarle ubicaciones muy iluminadas junto a ventanas o fuentes de luz, protegiéndola en verano si es necesario. Si plantas tu aloe en maceta, asegúrate de que tenga agujeros de drenaje y un fondo de al menos 50 cm, pues sus raíces necesitan espacio.

La temperatura ideal para esta planta es cálida y suave, de entre 17 y 27 ºC. Puede llegar a soportar temperaturas altas, pero las heladas y el frío por debajo de los 10º C tienen muchas probabilidades de provocar graves daños a la planta. Si los inviernos son fríos en tu zona, tendrás que trasladar el aloe al interior durante esos meses.

Como muchas plantas suculentas, el aloe vera tolera mucho mejor la sequía que el exceso de riego. Aunque necesita que se mantenga cierto nivel de humedad leve en su sustrato, es mucho más preferible quedarse corto que excederse ya que, si encharcas su tierra, es muy posible que aparezcan problemas de pudrición de raíces.

Así, lo ideal sería recurrir al riego por goteo, o riegos frecuentes pero en poca cantidad. Si notas que las hojas de la planta se ponen marrones o arrugan, querrá decir que debes aumentar un poco la frecuencia o cantidad. Aquí te mostramos Cómo hacer un sistema de riego por goteo casero.

Algunos consejos que te ofrecemos si te preguntas cómo plantar un aloe vera son:

• Para ser una suculenta, esta planta requiere una cantidad moderada de materia orgánica, además de compartir con el resto de plantas de la familia su necesidad de un sustrato ligero y muy bien drenado.
• En este sentido recomendamos la mezcla universal con turba, humus de lombriz y fibra de coco a partes iguales, a la que añadir un buen puñado de vermiculita y otro de perlita. Así, conseguirás un sustrato ideal para la mayoría de plantas, el aloe entre ellas.
• Si la plantas en el suelo elige una zona donde el agua del riego drene bien sin encharcar y añade una buena cantidad de humus de lombriz o compost, a la vez que remueves unos 50 cm de tierra para mezclarla y soltarla.
• Si lo plantas en maceta, elige una de al menos 50 cm de profundidad, para que las raíces tengan espacio para desarrollarse.
• La forma más sencilla de reproducir el aloe vera es usando alguno de los brotes o hijos de una planta adulta, que pueden plantarse en tierra adecuada teniendo siempre mucho cuidado de no dañar las raíces.
• Es importante no exponer la planta al frío en esta primera época especialmente.

Lo ideal es utilizar fertilizantes orgánicos y ecológicos como el humus de lombriz o el compost. Bastará con añadir unos dos dedos de fertilizante a la base de la planta cada 15 días durante los meses cálidos. Si no dispones de estos, puedes utilizar fertilizante específico para suculentas, siguiendo las instrucciones del fabricante.

También te recomendamos leer este otro artículo sobre Cómo hacer fertilizantes orgánicos caseros.

El principal peligro para el aloe vera es el mismo que para la mayoría de suculentas: el exceso de humedad que puede provocar la pudrición de sus raíces. Además, puede darse el caso en climas excepcionalmente calurosos, en que la planta no tolere una exposición directa al sol de mediodía, en cuyo caso lo mejor es mover la maceta en esas horas o trasplantarla a un lugar de semisombra.

Aquí puedes leer sobre Cómo revivir una planta.

Si notas que las puntas de tu planta de aloe empiezan a ponerse marrones y a secarse, lo que ocurre es que tu aloe vera está consumiendo el agua de sus propias hojas ante la falta de esta.

Por tanto, con aumentar un poco la dosis de riego deberías remediar este problema. Sin embargo, incrementa la dosis de agua de forma gradual, poco a poco, o podrías incurrir en el peligroso exceso de humedad, justamente el problema contrario.

El gel de aloe vera resulta beneficioso en cortes, heridas, quemaduras e incluso en cicatrices, además de ser un muy buen hidratante para pieles secas. Hacerlo en casa resulta muy sencillo, y solo necesitas cortar algunas hojas de una planta de aloe vera adulta y seguir estos pasos para hacer gel de aloe vera:

1. Para no dañar de más a la planta, es mejor cortar las hojas más externas y bajas, que sean de al menos unos 20 cm.
2. Corta la parte dentada de los laterales de la hoja, y se deja en remojo en agua un día completo, cambiando el agua cada 8 o 12 horas.
3. Pasado este tiempo, abre las hojas por solo uno de los lados con un cuchillo, de forma que podrás ver el gel. Ayúdate de una cuchara o espátula para extraerlo todo y guárdalo en un recipiente.
4. Si quieres maximizar las propiedades del gel y conseguir que dure más tiempo, añádele una cucharada de zumo de limón y otra cucharada de aceite de germen de trigo.
5. Bátelo bien a velocidad baja o media con una batidora, y ya lo tienes.

En este otro artículo de EcologíaVerde te explicamos más sobre Cómo hacer gel de aloe vera casero.

Ahora que conoces en detalle los cuidados del aloe vera, te indicamos que aparte de este, hay más tipos de aloe que son populares en los hogares. Puede que también te interese conocer los Cuidados del aloe aristata y otros Tipos de aloe vera.

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