Solanáceas: qué son y ejemplos

Por Mª Belén Acosta, Técnica en jardinería y recursos naturales y paisajísticos. Actualizado: 18 enero 2021

La familia Solanaceae es una de las familias de plantas más grandes y extendidas por todo nuestro planeta. Se han descubierto más de 2.500 especies pertenecientes a esta familia tan particular y son capaces de influir en nuestra vida de formas muy diferentes. Y es que, aunque dentro de la lista de solanáceas se incluyen algunas de las plantas más tóxicas y venenosas del planeta, también te queremos enseñar qué hortalizas pertenecen a la familia de las solanáceas. Sí, como acabas de leer. Muchos de los vegetales que comemos a diario y con más asiduidad son plantas solanáceas, como la patata o el tomate. Además, como curiosidad, las solanáceas son conocen en inglés como “Nightshades” que se puede traducir como "sombras de la noche" y que tiene un significado ligado a un pasado histórico de la humanidad cuando muchas de ellas eran utilizadas para realizar rituales.

Así, si quieres saber qué son las solanáceas y ejemplos de estas, te invitamos a que sigas leyendo un poco más para saber más sobre ellas y de paso repasar los tipos de solanáceas que ya conoces y descubrir algunas nuevas. Justo al final de este texto encontrarás un listado con varios ejemplos de solanáceas comestibles y solanáceas tóxicas que agruparemos para que te sea aún más fácil conocer sus principales características.

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Qué son las solanáceas

Las plantas solanáceas son una familia que se encuentra dentro de las angiospermas. Estas, por lo general, suelen ser o bien herbáceas o arbustivas. Agrupadas en aproximadamente 95 géneros se han descubierto más de 2.500 especies distintas de esta familia tan particular. Además, las solanáceas cuentan con una amplia distribución, tanto en regiones tropicales y cálidas como templadas y frías. Sin embargo, la mayoría se agrupan en el continente americano y otras pocas por la zona de Eurasia, África y Australia.

Estas plantas, debido a su amplia variedad pueden ser anuales, bianuales o perennes. Otro rasgo común es que suelen tener en su mayoría tubérculos subterráneos. Sin embargo, la parte más característica de esta familia es su alto contenido en alcaloides propios que son perjudiciales para la salud si estos se encuentran en niveles altos.

No obstante, la gran mayoría de las solanáceas son utilizadas por sus múltiples usos, algunos incluso farmacéuticos. La importancia económica de estas plantas a nivel mundial se dispara cuando pensamos en quitar de nuestra dieta alimentos como la patata, el tomate o el pimiento. Y del mismo modo, en algunos casos, dejar de producir cigarrillos a pesar de las contraindicaciones de su consumo, pues la planta del tabaco es otra perteneciente a esta familia.

Por último, también queremos destacar algunas plantas de esta familia que a pesar de no contar con estos frutos tan llamativos, sí son muy valoradas por su belleza, como el caso de las petunias. Y es que todas las solanáceas ofrecen un regalo a la vista en su época de floración. Así que por todo esto, ya sea al verlas en tu huerto, tu jardín o dentro de tu hogar recuerda la importancia de esta familia que convive contigo en tu día a día.

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Características de las solanáceas

Estas son las principales características de las plantas solanáceas:

Las hojas de la mayoría de las plantas solanáceas son simples y dispuestas de manera alterna sobre el tallo. Además, suelen tener márgenes lobulados y en muchos casos con espinas.
Las solanáceas son plantas hermafroditas que presentan flores tanto actinomorfas o zigomorfas, que se disponen, por lo general, de manera solitaria en algunas especies concretas en forma de inflorescencias, tanto axilares como terminales. La forma de estas suele ser campanulada.
En cuanto a sus frutos suelen ser bayas o drupas.
Las semillas son dicotiledóneas con un embrión recto o curvado. Además, en la mayoría de las especies pertenecientes a esta familia son poliploides.
Su composición química incluye alcaloides, como la atropina, hiosciamina o nicotina, comunes en muchas especies tóxicas dentro de la familia de las Solanaceae.
Las solanáceas también contienen otras sustancias, como la capsaicina, una oleorresina que suele causar un leve efecto irritante y de sabor picante, como sucede en el caso del chile.
Por último, cuentan con solanina. Este glicoalcaloide tóxico y de sabor amargo se encuentra de manera natural en las hojas, los frutos y los tubérculos de algunas solanáceas comestibles. De ahí que no sea recomendable comer estas verduras si vemos que tras quitarle la piel la capa que resta es de color verdoso. Puede causar problemas estomacales y otros síntomas graves a nuestro organismo.